
Entendemos por abducciones aquellos incidentes vinculados al fenómeno OVNI, donde una o más personas sufren una experiencia que interpretan como un rapto extraterrestre.
Nótese que estos episodios se diferencian claramente de los que solían catalogarse como "encuentros cercanos del tercer tipo", porque aquí no media la casualidad ni tampoco se puede decir que sean consensuales: el sujeto de la experiencia es secuestrado y llevado a otro medio contra su voluntad, es sometido a una serie de exámenes o pruebas desagradables y luego es devuelto a su entorno (en algunos casos, para ser nuevamente abducido periodicamente).
El primer caso documentado es el que involucra al matrimonio de Betty y Barney Hill:
Era el 19 de setiembre de 1961 cuando los esposos Hill iban en su auto por una ruta a la salida de la ciudad de Lancaster (New Hampshire - USA) y observaron una luz en el cielo, que interpretaron como un satélite.
Ya era noche avanzada y los Hill notaron que la luz los seguía, crecía de tamaño y, finalmente, resultaba provenir de un objeto que se detuvo, flotando, unos cientos de metros por delante del coche.
Orillaron el auto y se detuvieron en un parador abandonado. Barney se bajó del coche y sacó unos prismáticos que tenía, a fin de poder observar mejor el objeto luminoso. Su descripción es bien gráfica: "como un panqueque gigante que emitía una luz rojiza".
Al ajustar los prismáticos, pudo ver una doble fila de ventanillas en el objeto (que ahora estaba a unos 70 metros). Su sorpresa fue mayúscula cuando vio unos extraños seres atareados dentro de la nave. De pronto, uno de los seres le observó fijamente y Barney, pese a saber que estaba a una distancia prudencial, se sintió aterrorizado.
Volvió corriendo al auto, lo arrancó y comenzó a conducir frenéticamente a alta velocidad, al tiempo que intentaba explicarle a su esposa (que no se había bajado del coche) lo que había visto.
El OVNI los siguió de inmediato y Barney pisó el acelerador a fondo en un inútil intento de zafar. De pronto, al tiempo que escuchaban un extraño sonido monótono, sintieron una gran somnolencia y perdieron la conciencia de los sucesos. Despertaron de golpe, como si hubieran "cabeceado" por el sueño, pero estaban 60 kilómetros más adelante.
Finalmente, llegaron a su casa y ambos tuvieron (sin que el otro lo supiera) una extraña reacción: sintieron la necesidad de desvertirse y revisarse al espejo en busca de marcas o señales inusuales (que Barney encontró efectivamente). Se sentían mal, pero lo atribuyeron al viaje y a la tensión, por lo cual no le dieron mayor importancia.
Con el paso de los días, sucedieron dos cosas extrañas. La primera fue que ninguno de los dos quería hablar de lo sucedido. La segunda, que Betty comenzó a tener horrorosas pesadillas y, finalmente, sufrió lo que hoy llamamos un "ataque de pánico": paseando en auto con su marido, notó que éste disminuía la velocidad cerca de un grupo de gente desconocida (para preguntar una dirección), ante lo cual quiso arrojarse del auto y huir.
Decidieron entonces que debían hablar con alguien sobre el caso.
Contaron a familiares y amigos lo que habían visto. Luego contactaron a un investigador OVNI (el profesor Walter Webb), quien avaló el avistamiento de los Hill en base a lo que testimoniaron y a sus propias pesquisas.
Pero nadie parecía poder brindar a los Hill la respuesta que buscaban: ¿qué había pasado en su lapso de tiempo perdido? Recién dos años después del incidente, apareció la ayuda que necesitaban: el siquiatra Benjamin Simon, eminencia respecto a experiencias traumáticas, intentó recuperar por medio de la hipnosis esos recuerdos faltantes.
El resultado fue tremendo: para ese entonces, mucha gente había comentado a los Hill sobre la temática OVNI (y Betty, en particular, se había interesado en la literatura ufológica), pero lo que descubrieron en las sesiones de hipnosis iba mucho más allá de eso.
De acuerdo a las grabaciones hechas por el siquiatra, queda claro que Barney vio dos clases de seres dentro del OVNI cuando miró con sus prismáticos: por un lado, el tipo de ser de gran cabeza y ojos extraños que luego sería omnipresente en este tipo de relatos: el famoso "gris".
Pero además de ese, al cual nombró como "el líder", describió que los otros tripulantes eran sencillamente seres humanos, todos con camperas oscuras. De alguna manera, sabe que uno de ellos es un capitán de la fuerza aérea y otros son médicos.
Es cierto que Barney entró en pánico al verlos, es correcto que retrocedió hacia el auto (con tiempo incluso para abrir el baúl y tomar una llave inglesa para defenderse), pero nunca logró irse con su esposa de allí. Ambos se sintieron paralizados y semiadormecidos, indefensos.
Es entonces cuando son apresados y llevados hacia la nave.
Tanto Barney como Betty describen luego una serie de exámenes médicos a los que son sometidos, ninguno de los cuales es agradable. En este punto es cuando Barney dice que pensó: "cuando vuelva a casa, voy a ver si me dejaron alguna marca".
En particular, Betty recuerda que le introducen una larga aguja a la altura del ombligo, provocándole dolor. Pero finalizan las pruebas con ella antes que con Barney, por lo cual intenta hablar con sus captores, a todos los cuales considera extraterrestres (al contrario que Barney).
El diálogo que se produce a continuación es típico de los "contactados": el ser extraño le muestra un mapa estelar e intenta explicarle de dónde provienen. Pero Betty nunca ha visto un mapa astronómico, de modo que no logra entender demasiado.
Finalmente, traen a Barney y les dicen que pueden irse, pero que no deben hablar con nadie acerca de lo sucedido.
Todo el relato es interesante, pero lo es aún más la diferencia de interpretaciones entre los esposos. Aún Barney, que no comparte el "entusiasmo" de su esposa con la experiencia ni estaba familiarizado con el tema, indica que sólo el líder de la nave era un extraterrestre de apariencia extraña, dice que este ser fue el único que se comunicó con él y que lo hizo mediante telepatía.
En cambio para Betty, todos eran extraterrestres y, cuando se le pidió que dibujara el mapa que le habían mostrado, diseñó una configuración que posteriormente fue identificada con el sistema de Zeta Retículi, lo cual no deja de ser interesante porque los astrónomos consideran muy probable la existencia de planetas habitables en su entorno.

Para muchos investigadores, el caso Hill es una prueba clara de la colaboración entre militares y alienígenas (sea forzada o de buena gana), a fin de experimentar sobre humanos con fines no determinados.
Para otros, la explicación es más terrenal: los científicos de la milicia experimentarían con personas y cubrirían su rastro por medio de un "montaje" de ficción, usando al fenómeno OVNI como tapadera.
Ninguno de los dos supuestos es muy tranquilizador.
(Dato anecdótico: la película "Alien, el octavo pasajero", comienza cuando una nave espacial humana se desvía de su curso para atender una señal de auxilio......proveniente de Zeta Retículi)