lunes, 30 de enero de 2012

DESAPARECER EN UN BLANCO TERRITORIO DE OLVIDO



El hombre que aparece a la izquierda en esta foto se llamaba Thomas Hale Boggs. Muy probablemente, ese nombre no le diga nada a casi ninguno de ustedes. Pero pueden obtener alguna pista de su ocupación si reconocen al otro personaje de la imagen: Lyndon Johnson, el sucesor en la Casa Blanca después del asesinato de  John F. Kennedy.

Despejemos el misterio: Hale Boggs fue congresista y figura de primera línea en la política de Estados Unidos, en tiempos tan difíciles como los años '60 y principios de los '70, hasta que desapareció durante un vuelo en Alaska, sin dejar rastro alguno.

Nuestra historia comienza el 16 de octubre de 1972. El lugar es el aeropuerto de Anchorage (Alaska).
Hay varios hombres conversando en la cafetería animadamente. Finalizada la charla, cuatro de ellos abordan un avión bimotor Cessna 310. Ellos son: el propio Hale Boggs (por entonces líder de la mayoría de la Cámara de Representantes), el congresista Nick Begich, un asistente de nombre Russell Brown y, por supuesto, el piloto Don Jonz.

El viaje es rutinario, se dirigen hacia Juneau, capital del estado de Alaska donde harán campaña política. Se trata de un trayecto breve, en medio de buen tiempo, con un piloto muy experimentado y un avión bimotor excelente.

No hay nada que temer. Excepto que nunca llegarán a su destino.



Cuando las horas pasaron y tras reportar el avión como retrasado, se lanzó una operación de búsqueda y rescate. No voy a exagerar si digo que debe haber sido la mayor operación de esa clase encarada en territorio de USA.

La importancia de los involucrados hizo que muy pronto participaran unidades de todas las ramas militares en la búsqueda del Cessna y sus ocupantes. En particular, se utilizó algo que no se hubiera usado para buscarnos a usted o a mí: me refiero al avión espía SR 71.

El SR 71 fue un encargo directo de la CIA a la empresa Lockheed, aunque su uso fuese teóricamente comandado por la Fuerza Aérea de USA. Lo cierto es que el aparato era una maravilla y portaba lo último en tecnología de fotografía aérea. Sus pilotos se jactaban de poder hacer tomas donde se leía el periódico que un ruso estuviera leyendo en un parque. Y probablemente fuese cierto.



De todas maneras, oficialmente, los esfuerzos por encontrar al Cessna y los cuatro hombres no prosperaron. La búsqueda se suspendió tras cuarenta días y Hale Boggs fue declarado fallecido en enero de 1973.

Así quedaron las cosas hasta pasados varios años, cuando algunos investigadores recibieron ciertos datos de parte de informantes anónimos. Atando cabos y haciendo uso de la Ley de Libertad de Información, llegaron a formular una serie de inquietantes hipótesis:

Cuando John F. Kennedy fue asesinado en 1963, Hale Boggs integró la Comisión Warren (organismo destinado a investigar el magnicidio). La dinámica de los hechos le habría convencido de que el asesinato fue un encargo desde las más altas esferas de la política y la economía norteamericana.

En particular, algunos datos le hicieron sospechar que Richard Nixon sabía lo que iba a pasar el día del crimen, aunque no tenía prueba alguna. Pero después, cuando Robert Kennedy fue asesinado en 1968, Hale Boggs comprendió lo que otros pasaron por alto: que el móvil de este segundo crimen era el de "limpiar el camino" hacia la Casa Blanca para Nixon, evitándole perder por segunda vez con un Kennedy.



A partir de ese momento, Hale Boggs se habría propuesto no perder pisada sobre las actividades de Nixon. Y el episodio de Watergate le había dado una oportunidad única para evitar la reelección de ese personaje, que parecía inminente. Hizo investigar algunas cosas bajo cuerda y le fueron remitidas pruebas, que pensaba dar a conocer en el último momento, para obtener el máximo efecto.

Y por eso mismo, habría sido "desaparecido" tres semanas antes de las elecciones, pagando con su vida el mismo precio que otros antes que él, sólo por intentar hacer conocer el funcionamiento del poder tras bambalinas. Se presume que su avión fue "arreglado" para sufrir un desperfecto.

(Curiosamente, una de las personas que estaba en el aeropuerto con Hale Boggs, y que se ocupó de varios "detalles" del vuelo, fue un joven militante del Partido Demócrata cuyo nombre habrá de  sonarles: Bill Clinton).

Sabemos cómo siguió la historia: Nixon ganó esas elecciones. Aún así, no logró barrer toda su suciedad bajo la alfombra: fue obligado a dimitir en 1974, precisamente por el episodio Watergate y sus consecuencias.
Pudo haber sido procesado por varios delitos y encarcelado. Pero el presidente que le sucedió (Gerald Ford), le otorgó un indulto "por todos los delitos que hubiera cometido, los que pudiera haber cometido o aquellos en los que hubiera tomado parte" entre 1969 y 1974:



Un par de datos curiosos más:
  • las fotografías obtenidas por el SR 71 en su vuelo de búsqueda... se perdieron.
  • unos télex donde se hacía referencia al hallazgo del avión siniestrado y de dos sobrevivientes... se perdieron.
(Creo que la decencia, la democracia y la Constitución, también se les perdieron).

sábado, 28 de enero de 2012

CUATRO HERMANOS Y UN EXTRAÑO DESTINO


El buque que se ve en la foto anterior es el USS Cyclops, carbonero de la marina de USA botado en 1910. Durante sus primeros años de servicio operó en el Atlántico, situación que se mantendría con la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.

Participó de un gran convoy que fue enviado a Francia en junio de 1917 y regresó a USA en julio, permaneciendo en aguas de la costa este el resto del año, cumpliendo diversas misiones.
En enero de 1918 fue enviado a aguas de Brasil, para aprovisionar buques ingleses.

El 16 de febrero de 1918 partió de Rio de Janeiro, llegando a Bahía el 20 de febrero. Dos días después abandonó ese puerto cargando manganeso, con Baltimore como destino final. Pero nunca llegaría allí.

Tras una parada en Barbados, zarpó nuevamente el 4 de marzo y a partir de allí se desconoce su suerte.
Se supuso que hubiera sido hundido por un submarino alemán pero, revisados los registros tras la guerra, se confirmó que no fue así.



El USS Proteus, que se ve en la foto anterior, es un hermano del Cyclops. Botado en 1912, era también un buque carbonero.
Durante sus primeros años de servicio, cumplió varias y diversas misiones. Entre 1913 y 1914 aprovisionó buques de guerra de su país en el Golfo de México. Luego habría de llevar carga y tropas hacia las Filipinas, en varios viajes a lo largo de 1914.

Seguidamente sería asignado a rutas entre Río de Janeiro y Montevideo. Tras ello, cumpliría diversas tareas entre los puertos de Norfolk, Boston y Nueva York, hasta el fin de la Primera Guerra Mundial.
Posteriormente, operaría en el Caribe, cruzaría el Canal de Panamá varias veces y aprovisionaría buques norteamericanos en Pearl Harbor y El Callao en 1920 y 1921.

En 1924 sería desafectado de la flota y permanecería en situación inactiva hasta que fue vendido en 1941 a una compañía naviera canadiense. Pasó a cumplir funciones como carguero y precisamente en uno de sus viajes en tal tarea, desapareció sin dejar rastro en noviembre de 1941, cuando se dirigía al puerto de Norfolk (USA).

Una vez más, llevaron la culpa los submarinos alemanes. Una vez más, no fue así.


El tercer hermano no fue menos infortunado que los anteriores. Le ven en esa imagen, se trata del USS Nereus.

Botado en 1913, de inmediato fue comisionado a cumplir funciones de aprovisionamiento de la flota de guerra de USA. Cumpliría todo su servicio activo en la flota del Atlántico, hasta ser desafectado en el año 1922.

Permaneció inactivo hasta 1941, cuando fue adquirido por una naviera canadiense y pasó a transportar bauxita entre el Caribe y algunos puertos de USA y Canadá. O al menos esa era la idea, porque desapareció sin que se sepa su destino, en diciembre de 1941, cuando se dirigía (igual que su hermano Proteus) hacia el puerto de Norfolk.

Como en los otros casos, su pérdida fue atribuída a buques o submarinos enemigos. Tampoco fue así, porque los registros alemanes ni lo mencionan.
No lo dije expresamente, pero las tres desapariciones se produjeron en la zona del Triángulo de las Bermudas.

Y hubo un cuarto hermano...


El USS Jupiter fue el cuarto buque carbonero de esa camada. Fue botado en 1912 y cumplió las funciones normales para un buque de su clase. Pero a diferencia de sus tres hermanos, no fue desafectado para permanecer inactivo, sino que fue reconvertido.
Efectivamente, en el año 1920 fue reconvertido en portaaviones experimental, a fin de estudiar el uso posible de ese nuevo tipo de buque de guerra. Fue rebautizado como USS Langley y cumplió diversas tareas, como pionero en sus funciones.

Para cuando USA entró en la Segunda Guerra Mundial, se hallaba en Filipinas. De allí partió a Australia, a medida que Japón ganaba terreno en el Pacífico. A principios de 1942 ya era el último de los cuatro hermanos que navegaba: los otros tres habían partido hacia ese limbo de misterio que es el Triángulo de las Bermudas.

En febrero de 1942 recibió órdenes de dirigirse hacia Java. Estando en camino, fue atacado por bombarderos japoneses, que lograron cinco impactos directos y lo dañaron sin remedio. Al final, escorado y con incendios incontrolables, tuvo que ser abandonado y hundido por dos destructores de su propia flota, para evitar que cayera en manos enemigas.



Cuando finalmente desapareció bajo las aguas, se cerró un círculo de extraño destino sobre cuatro buques hermanos, más allá de toda explicación.

miércoles, 25 de enero de 2012

SICARIOS DE UN ENIGMA



La lápida es clara: "Aquí yace Kaspar Hauser, enigma de su tiempo. Nacimiento desconocido, muerte oculta. 1833".
Es, quizás, lo único claro acerca de una existencia de la cual no se sabe nada concreto.

Corría el año 1828 y el mes era mayo. Un muchacho que caminaba con dificultad se apareció en una plaza de la ciudad de Nuremberg. Confundido, descuidado, parecía totalmente ido.
Fue llevado a la comisaría, donde le hicieron una serie de preguntas lógicas. Pero el chico sólo repetía una y otra vez la misma frase:

"Un jinete como mi padre es lo que yo quiero ser"

Incomprensible. Pero el muchacho portaba dos cartas. Una de ellas estaba firmada, supuestamente, por su madre (que se identificaba como una criada) y la otra por un supuesto tutor. En realidad, ambas estaban escritas por la misma mano desconocida, cosa que la idéntica letra evidenciaba.



Las cartas le identificaban solamente como "Kaspar", aunque cuando le facilitaron material para escribir en la comisaría, escribió "Kaspar Hauser".
Los médicos que lo examinaron no lo encontraron discapacitado, contrariamente a lo que se pensó en principio. Sus limitaciones, que las tenía, obedecían a años de encierro según toda probabilidad.

Las cartas databan su nacimiento en 1812, fecha que llamó poderosamente la atención de algunos investigadores. Se especuló con una identidad posible: la del legítimo heredero del trono de Baden, sustituído según se decía por una criatura moribunda, a poco de nacer.

Quizás fuera una retorcida posibilidad, pero lo cierto es que al trono de Baden llegó Leopoldo I en 1830, tras la muerte de por lo menos seis posibles herederos, algunos de ellos en circunstancias poco claras. Pero si esto era una mala novela, Kaspar Hauser no tenía nada que temer, ¿verdad?



Sin embargo, pronto hubo evidencias de que algo malo esperaba al joven. En 1829 estaba en el sótano de la casa de su tutor, cuando alguien le tomó por sorpresa por detrás y le golpeó la cabeza con un objeto contundente.
Alcanzó a gritar, lo cual posiblemente le salvó la vida.

Posteriormente, se montó una verdadera "operación" en los medios de la época, para hacerle ver como un farsante. Se dio amplia publicidad a un libro publicado en Berlín, identificado como un "tratado policial", cuyo título lo dice todo: "Kaspar Hauser, probablemente un estafador".

Cuando esto no fue suficiente, se apeló a otros viejos métodos: se intentó desprestigiar al muchacho adjudicándole la condición de homosexual. Apareció de la nada un supuesto noble inglés que ganó la confianza de Kaspar, quien luego desapareció súbitamente, no sin antes servir a esos propósitos.

Y en 1833, se dio el batacazo final.



El 14 de diciembre de ese año, Kaspar Hauser paseaba por los jardines del Palacio de Ansbach en Baviera, cuando fue atacado por una o más personas, quienes le apuñalaron varias veces. Moriría tres días más tarde.

En el lugar del crimen, fue levantado el pilar que se ve en la imagen anterior. Su leyenda es exacta en un cien por ciento:

"Aquí fue asesinado un desconocido por desconocidos"

Se ofreció una recompensa, enorme para la época, a fin de encontrar a los culpables.
Nunca fueron hallados los asesinos, sicarios de un enigma.

domingo, 22 de enero de 2012

EL PERSONAJE QUE SE IMPUSO AL AUTOR


Cuando un escritor logra publicar su primer novela y ésta resulta ser un super éxito de crítica y de ventas, queda en posesión de una espada de doble filo. Se ha hecho de un nombre con rapidez, pero a la vez se encuentra en la encrucijada de mantenerse a la altura de ese trabajo inicial que lo hizo conocido.

Algo así le pasó a Norman Mailer. Cuando escribió su primer novela, "Los desnudos y los muertos", tenía mucha tela para cortar, mucho material palpable como fuente de inspiración.
Sucede que Mailer había combatido en la Segunda Guerra Mundial, en el frente del Pacífico. Y de allí extrajo las experiencias y los personajes con los cuales construyó su ópera prima. Publicada en 1948, fue objeto de una aceptación inmediata.


El problema para el escritor fue encarar su segunda novela. Comenzó con una idea general: mostrar a un hombre que renta un cuarto para trabajar en una novela sobre la guerra. De a poco, los demás personajes y las situaciones irían surgiendo, pensó Mailer.

Pero la cosa no fue tan sencilla.

El borrador no progresaba mucho, hasta que una madrugada, Mailer despertó de golpe, con la idea de agregar un personaje nuevo: un espía ruso. No concordaba demasiado con la trama, por lo cual ni siquiera el propio escritor comprendió del todo esa idea que había tenido. Pero agregó a su espía imaginario.

Para sorpresa del escritor, el trabajo comenzó a dar frutos. Página tras página, el borrador fue creciendo. Y el personaje del espía ruso, que apenas tenía importancia o cabida al principio, se fue haciendo cada vez más crucial. Al final, ya con la novela terminada, el espía ruso era el personaje dominante en la trama general.

La novela llevaría por título "Costa bárbara". Se publicaría en 1951 y tendría malas críticas y pobres ventas. Pero si bien los lectores la condenaron al olvido, Mailer volvería a acordarse de ella unos años más tarde, cuando detuvieron a Rudolf Abel:


En el año 1957, el FBI lograría uno de sus arrestos más sonados: el espía ruso Rudolf Abel (seudónimo de Viliam Fisher), jefe de una red de inteligencia soviética en USA, sería capturado en un cuarto de hotel de Nueva York.

A medida que se fueron conociendo los detalles de la vida y actividad de este súper espía, la prensa los fue exponiendo para conocimiento del público. Entre estos datos, se supieron las distintas locaciones donde Abel había vivido.
Y Mailer quedó muy sorprendido cuando supo que, en el preciso momento en que tuvo esa súbita "inspiración" de incorporar un espía ruso como personaje en su novela, el espía ruso estaba viviendo en el piso de arriba de su apartamento.

Jamás lo había visto ni había cruzado palabra alguna con él, no se conocían. Y de haberse conocido, Abel, que era un profesional a toda prueba, nunca hubiera dado indicio alguno de su verdadero metier (de hecho, fue arrestado porque uno de sus subordinados cometió un error).  

Mailer siempre recordó esta extraña anécdota, a la que se negaba a catalogar como "coincidencia".
En todo caso, es un suceso que parece ir más allá del azar.

jueves, 19 de enero de 2012

EL BESTSELLER DE OVNIS MÁS ANTIGUO



Lo que se ve en la imagen anterior es la primera página de una belleza. Se trata de una edición del año 1552 de una obra cuyo título lo dice todo: "El libro de los prodigios".
El texto original data del siglo IV después de Cristo y es un completo compendio de todos los "prodigios" (hechos extraños, inverosímiles) reseñados por testigos serios en el mundo romano entre los años 249 y 12 antes de Cristo.



Varios objetos voladores no identificados aparecen en sus páginas, pero en realidad sería injusto decir que este compendio trata solamente sobre OVNIs, porque su autor, el escritor romano Julius Obsequens, se preocupó de recopilar todos los hechos insólitos que abarcaban el mencionado período.
Por eso, allí pueden leerse crónicas sobre extraños animales, enfermedades y curas, fenómenos atmosféricos y miles de cosas más. Además, claro está, de referencias como ésta:

"Cuando Cayo Murius y Licius Valerius eran cónsules en Tarquinia, poco después de la salida del sol pudo observarse un objeto redondo como un escudo flamígero, que surcó el cielo lentamente de poniente a oriente" (la fecha refiere al año 100 antes de Cristo)

He aquí otra más:

"En Aenariae, cuando Livio Troso estaba promulgando las leyes del comienzo de la guerra de Italia, se escuchó en la mañana un ruido terrible y se vio caer desde el cielo un objeto de fuego redondo, de color dorado. Luego pareció agrandar su tamaño y partió de nuevo hacia el cielo, oscureciendo con su brillo al sol mismo." (la fecha refiere al año 91 antes de Cristo)

Naturalmente, todos los prodigios eran extensamente analizados por los romanos en función de su interpretación como posibles presagios. Algunos de ellos son sucesos que bien puede explicar la ciencia hoy en día: encontramos terremotos, caídas de meteoritos, nacimientos de animales o criaturas con terribles malformaciones y cosas por el estilo.

Pero en otros casos, se trata de sucesos que no son tan sencillos de dilucidar.
Tenemos allí el combate de extraños "barcos" que se deslizaban por el cielo:


La aparición de dos soles en el firmamento:



Los famosos "escudos ígneos" que volaban:



Y hasta la aparición de extraños signos en los cultivos:


El original de este manuscrito se ha perdido. La primer impresión de que se tenga noticia es del año 1508. Y se sabe que hubo ediciones en 1552 (de donde proceden estas imágenes), en 1720 y 1853. Llegado el siglo XX, el texto llamó la atención de los ufólogos notoriamente.

Que se sepa, es la única obra de Julius Obsequens que se ha conservado (si no en original, en impresión muy posterior a partir de una copia). Supongo que habría de ser un hombre con espíritu inquieto, amante del misterio y con oído atento a las cosas raras.
¿De qué otra forma pudo compendiar  más de doscientos años de prodigios?

lunes, 16 de enero de 2012

VISITA INESPERADA



El buque que se ve en la imagen anterior es el "City of Limerick", nave de pasajeros que tenía capacidad para 100 personas en primera clase. En octubre de 1863, un señor de apellido Wilmot era precisamente uno de esos pasajeros y se hallaba viajando desde Liverpool (Inglaterra) hacia su patria, USA.

Diez días después de iniciada la travesía, Wilmot se hallaba leyendo en su cama cuando, evidentemente, el sueño le venció. Vio que la puerta del camarote se abría y por ella entraba su esposa (que en realidad estaba en su hogar en Connecticut). La señora Wilmot se acercó a la cama de su marido, dudó un poco al ver despierto al compañero de camarote, pero al fin se aproximó al esposo y le dio un apasionado beso. Tras de lo cual se fue.



"¡Qué sueño agradable!", pensó el señor Wilmot cuando despertó casi enseguida. Extrañaba mucho a su esposa y no eran tiempos de comunicaciones ágiles. Al final volvió a dormirse, más reconfortado.

Al día siguiente, cuando fue a desayunar al salón comedor, se sentó a la mesa de su compañero de camarote, un señor de apellido Tait, con quien solía compartir amables charlas. Tait era un hombre muy religioso, bienhumorado y culto. Pero esa mañana estaba hosco y agrio.

Cuando Wilmot le preguntó si se sentía bien, Tait le dijo que su salud estaba perfecta, pero que jamás había podido imaginar que su compañero de camarote fuese un bribón. Y acto seguido se despachó sobradamente:

"¿Usted cree que soy tonto? Porque ví con mis propios ojos a esa señorita que entró al camarote y dio ese espectáculo. Pensé que era usted un hombre de familia, pero evidentemente me equivoqué."

Boquiabierto, Wilmot apenas atinó a mostrarle un retrato a Tait, preguntándole si esa era la mujer que había visto. La cual no era otra que su esposa. Y Tait lo confirmó.
Pero si el asunto era extraño, se puso más raro aún cuando Wilmot llegó a Connecticut.



La señora de Wilmot le contó a su marido, antes que él pudiera decir nada, que una noche se había sentido particularmente ansiosa sobre el viaje en barco que éste realizaba. Finalmente se había quedado dormida y había soñado que "volaba" sobre el mar tormentoso, hasta llegar al buque y entrar en el camarote, dándole un gran beso pese a notar la presencia de un compañero de camarote (al que describió con las facciones del señor Tait).

El caso fue exhaustivamente analizado por la Sociedad para la Investigación Síquica de USA, que no pudo hallarle explicación alguna.
Bastante extraño sería que tres personas tuvieran idéntico sueño la misma noche, pero es imposible que dos de ellas, desconocidas entre sí, figurasen al otro exactamente como era.

Un misterio sin solución.

viernes, 13 de enero de 2012

EL MISTERIO DE BOSKOP



La localidad de Boskop (Sudáfrica) es un sitio apacible, donde un turista puede pescar o contemplar los animales de la reserva. Sin embargo, en cierto momento se descubrió allí algo que casi hace tambalear importantes conceptos científicos.

Todo comenzó en el lejano otoño de 1913, cuando un par de granjeros abocados a sus tareas habituales encontraron fragmentos de un cráneo extraño: se trataba de un fósil de capacidad craneana superior a la del hombre actual.


Diferentes naturalistas y paleontólogos estudiaron el cráneo, realizaron su reconstrucción y especularon sobre el tema desde su hallazgo hasta, más o menos, los años '30.
Las diversas conclusiones hablaban de una "raza Boskop", de antiguedad similar a la del hombre de Neandertal, con un cerebro más grande que el nuestro. Luego, el silencio fue ganando terreno.

Casi un siglo después del hallazgo inicial, fue publicado un libro que volvió sobre el asunto.
Su título, "Big Brain" (Gran cerebro), ya es suficientemente descriptivo, pero el ensayo en sí es mucho más jugoso.
Sus autores, un neurólogo y un siquiatra, tienen una teoría bastante interesante: afirman que el "hombre de Boskop" floreció hace apenas diez mil años, con un cerebro de un tamaño 50% superior al nuestro y, lo que es inaudito, un cociente intelectual que superaba ampliamente al nuestro.



La hipótesis es revolucionaria, porque amenaza la biología evolutiva. Entendámonos: no es la primera vez que se trata con un homínido de capacidad craneana superior a la del ser humano actual. Tanto el hombre de Neandertal, como el propio homo sapiens de muchos milenios atrás, tenían cerebros de tamaño mayor, pero jamás se asoció este hecho con la posesión de una inteligencia superior.

Los autores del libro se animan incluso a calcular un cociente intelectual de 150 promedio para los Boskops. Esto los coloca en el rango de una mayor intuición y capacidad de reflexión que la nuestra, además de hacerlos poseedores de una memoria que nos parecería fantástica.

La pregunta entonces es ¿qué pasó con ellos? Y lo cierto es que no hay una respuesta sencilla para esta incógnita. Por de pronto, creo que no entendemos la base del problema. Si las teorías expuestas en el libro son correctas, estamos hablando de un conglomerado homínido de inteligencia muy superior a la nuestra. Dicho de otra manera, ¿cómo sería la sociedad humana si todos sus miembros tuvieran un C.I. de 150? No lo sabemos y no creo que podamos aventurar respuesta.

Es un misterio tan grande el destino de los Boskops como el saber en qué derivaría una sociedad humana de inteligencia extrema.

martes, 10 de enero de 2012

¿UN TESORO DE DRAKE OCULTO EN URUGUAY?


No es la primera vez que hablamos de tesoros ocultos en Uruguay. Y es que ha habido casos muy famosos como el del "Tesoro de las Masilotti" (que vimos por aquí) o resultantes de naufragios, como el de la fragata "Nuestra Señora de la Luz" (cuyas vicisitudes vimos por acá), así como también algunos episodios enigmáticos nunca aclarados, como el del supuesto tesoro dejado por el polifacético escritor uruguayo José Enrique Rodó, asunto del cual les conté por aquí.

Precisamente, al parecer ha surgido un caso cuyo desenlace futuro (y ojalá me equivoque) tiene grandes chances de ser similar al que liquidó toda búsqueda del tesoro rodoniano. Pero en esta ocasión nos referimos a un tesoro escondido por el navegante Francis Drake en el Río de la Plata.

Cuando utilizo la palabra "navegante" para referirme a Drake, no es casual. Intento ser neutral ante un personaje que es un héroe en las biografías anglosajonas y un pirata sin escrúpulos en los ensayos españoles sobre su persona.

Hablemos un poquito de su vida.



Nacido en 1543 en Inglaterra, ya a sus trece años estaba embarcado como grumete en un mercante y a los veinte era oficial. Se sabe que luego se dedicó al comercio de esclavos y posteriormente a la "piratería mercenaria": buques ingleses que atacaban buques españoles, pero no eran reconocidos como combatientes propios por la corona inglesa. Se trata de los famosos "corsarios".

La suerte le sonrió ampliamente en su carrera. En 1573 capturó un convoy español entero, cargado de oro y plata. Entre 1577 y 1580 realizó la cirncunnavegación del globo, atacando intereses españoles y portugueses a su paso. A su regreso es nombrado caballero, almirante y vaya uno a saber si hasta no le dio unos lindos besitos la reina inglesa de turno, emocionada con tantas riquezas.

Sus hazañas continuaron. Entre 1585 y 1586 realizó otro de sus "raids", atacando la costa española, la costa portuguesa, las islas Canarias y Cabo Verde. En el interín le sobró tiempo para capturar y desvalijar varias naves españolas. Cruzó entonces a "las Indias" (América) y siguió haciendo de las suyas, atacando barcos, incendiando fortalezas españolas o incluso... ¡secuestrando ciudades!



¿En qué consistía esto de secuestrar ciudades? Era algo más o menos así: los hombres de Drake tomaban una ciudad y luego negociaban un precio con las autoridades a fin de "devolverla". Si no se les pagaba, podían incendiarla (qué buena gente, ¿eh?).

Pero sigamos. Drake volvió a Inglaterra otra vez cargado de riquezas (más besitos de la reina). Y hasta le sobró tiempo para traer de vuelta a casa a algunos colonos ingleses que ya no deseaban establecerse en el Nuevo Mundo.

En 1587 atacó España otra vez. Saqueó Cádiz, amagó atacar Lisboa, se fue para las Azores y capturó otras naves repletas de riquezas. Y en 1588 alcanzó su cenit: derrotó a la gigantesca flota española que intentó invadir Inglaterra y destruir su poderío naval. La famosa "Armada Invencible" (un caso de nombre prematuro si los hay) fue aniquilada y la supremacía naval inglesa fue asegurada.

Naturalmente, cuando se llega a la cima y uno continúa moviéndose... la única opción es descender.
Esto fue lo que le pasó a Drake. Y al igual que sucede con muchos hombres, recibió su primer derrota seria de manos de una mujer: María Pita.



Resulta ser que en 1589 Drake intentó repetir sus ataques contra buques y ciudades españolas. Y pensó que La Coruña sería un botín interesante. Casi consigue su objetivo, porque ya los ingleses habían puesto pie en la ciudad, pero fue entonces cuando una mujer hirió de muerte al portador de la bandera inglesa, al tiempo que encabezó un contraataque exitoso. Y así fue que María Pita salvó La Coruña y se constituyó en heroína española (hasta el museo militar de la ciudad tiene una sala en su memoria).

Lo cierto es que, de allí en más, Drake fracasó en todas sus empresas militares. Y terminó por fallecer de enfermedad (complicaciones a causa de disentería) en el año 1596.

Entonces, ¿por qué y cuándo pudo esconder un tesoro en el Río de la Plata?


El porqué es sencillo. Drake podía querer asegurarse una especie de "fondo de pensión" que no deseaba compartir con la corona inglesa  (no lo culpo, a mí no me gustan los impuestos).

El "cuándo" es seguramente en abril de 1577. Drake recorrió nuestras costas, según consta en documentos independientes, escritos tanto por el capellán de la flotilla como por un marinero y hasta por un capitán portugués que, hecho prisionero por los ingleses, fue "reclutado" forzosamente para la expedición, pues era conocedor de la zona.

La Isla de Lobos y las costas de Maldonado fueron objeto de atención del corsario inglés, quien luego ancló en la bahía de Montevideo durante 14 días. Puesto que dos semanas es un tiempo precioso para  cualquier expedición de esta índole, hay que suponer que Drake las dedicó a una tarea compleja específica. ¿Reparar barcos, quizás? ¿O esconder un tesoro y preparar mecanismos que impidieran el acceso al mismo?

Un señor llamado Gonzalo Queirolo se inclina por esta hipótesis.
El hombre es uruguayo y, durante un viaje a Puerto Rico en el año 2002, compró algunos objetos antiguos, entre los cuales estaba una especie de "puzzle" de metal y madera que puede ser armado de diferentes maneras. Una de esas maneras es un mapa simbólico de la costa uruguaya con diversas indicaciones.



Se ve que Queirolo hizo los deberes. Asoció ese curioso objeto a Drake, ubicó el sitio concreto y encontró un trozo de madera, pagando de su bolsillo un análisis de Carbono 14.
Resultó ser que la madera se dató en fecha coherente con la que nos ocupa (490 años atrás con un margen de +45 o -45), como para proceder de un barco de Drake.

Luego comenzó un periplo por diferentes autoridades:
  • Con Mujica (hoy presidente, entonces senador) no logró conseguir una entrevista.
  • Con Lescano (ministro de Turismo) no logró respuesta.
  • Con Lucía Topolansky (senadora) no pasó de su secretaría.
  • Con Ehrlich (ministro de Educación y Cultura) no logró ser atendido.
Finalmente, logró contactar con la Comisión de Patrimonio e iniciar negociaciones, pero todas las gestiones parecen haberse trancado al día de hoy. Entrevistado por un diario nacional, el periodista le preguntó cuál es la sensación que le queda después de las reuniones realizadas. La respuesta fue simple:

"Creo que el Estado quiere apropiarse de esto. Y yo quedo afuera."

Es probable que Drake pensara algo similar cuando procedió a enterrar su tesoro.
¡435 años y el mundo sigue igual!

sábado, 7 de enero de 2012

CUANDO EL ASOMBRO LLAMA A TU PUERTA



Nadie podría haber acusado a Philip K. Dick de ser un hombre poco imaginativo. Prolífico escritor de ciencia ficción, es probable que hoy en día sea conocido por todo aficionado a ese género. Pero no siempre fue así.

A lo largo de su vida (1928-1982), este hombre que habría de escribir treinta y seis novelas y más de cien relatos cortos, supo pasar penurias económicas. La razón estriba en que su fama se dio en tiempos en que la ciencia ficción se consideraba un género menor, por lo cual no todas las editoriales se interesaban en su obra. Y las que se interesaban no eran demasiado importantes.

Aún así, Dick se fue abriendo paso. Primero tuvo unos pocos seguidores, desde el momento en que se publicó su novela "Lotería solar" en 1954. Luego se vio reconocido por la crítica, a través del Premio Hugo de 1963 por su novela "El hombre en el castillo". Y a partir de allí tuvo una explosión creativa, que le permitió concebir y completar once novelas en el breve período de dos años.

Posteriormente, seguiría publicando su trabajo de modo más o menos irregular, en forma no demasiado lucrativa, hasta que los años pasaron y su golpe de suerte pareció llegar: su novela "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" (del año 1968) sería adaptada para el cine.

Pero Dick no llegó a ver la película terminada, pues falleció antes de su estreno en 1982. El filme resultó ser una de esas raras películas que derivan en un éxito de público, un filme de culto y un clásico, todo al mismo tiempo. Me refiero a "Blade Runner":



No sería la única adaptación al cine de las obras de Dick, que se vieron reflejadas en varios filmes, el último de los cuales es "The adjustment bureau":



Pocas personas saben, sin embargo, que Phillip K. Dick tuvo un episodio en su vida que le marcó profundamente y que resultó ser aún más asombroso que la más imaginativa de sus obras.

El 20 de febrero de 1974, Dick se estaba recuperando de una molesta intervención odontológica. Había solicitado unos remedios a la farmacia y oyó sonar el timbre de la puerta. Por algún motivo desconocido, sintió la imperiosa necesidad de atender él mismo al repartidor.

Abrió la puerta y se encontró ante una muchacha que llevaba un extraño colgante: un doble arco que se intersecta y forma el perfil de un pez:



El escritor quiso saber si la chica de la farmacia conocía el significado del símbolo que portaba. Le preguntó entonces y recibió una respuesta correcta:

"Mediante este símbolo se reconocían entre sí los primeros cristianos"

Al tiempo que hablaba, la muchacha tocó el colgante y Dick tuvo una inesperada experiencia extrasensorial. De golpe, se sintió en posesión de un conciencia mucho más abarcativa, trascendiendo el tiempo y el espacio. En un parpadeo, recordó y vio hechos que había vivido en existencias pasadas.
Comprendió que tanto él como esa chica habían sido cristianos ocultos, temerosos del poder romano.

Dick no era candidato para considerarse a sí mismo como "hombre religioso". Pero sí era una persona curiosa y este episodio le movió a reflexionar y profundizar en busca de verdades existenciales.
Comenzó a tomar notas y a transcribir sus reflexiones y vivencias en una especie de Diario que habría de llevar hasta el fin de sus días.

Anotaría allí no sólo sus ideas, sino también algunos hechos que le acontecieron más tarde, para los cuales no tuvo explicación alguna. Por ejemplo, un día una voz en su mente le advirtió que su hijo padecía una peligrosa hernia que podía resultar fatal. Dick le hizo revisar por varios médicos sin resultado alguno, hasta que un facultativo la encontró y realizó una intervención quirúrgica crucial para la vida del niño.

Los diarios de Dick se conocieron como "Exégesis" y no estaban pensados para ser publicados. Los llevaba como una bitácora personal. Sin embargo, al cabo de los años habrían de ser conocidos por el público:



Un grueso volumen de 900 páginas, compilado y editado por dos especialistas, ha visto finalmente la luz. Publicado en el idioma original, aún no ha sido objeto de traducción al castellano.

Me animo a decir que no será material de lectura sencilla. Si las ideas que Dick introducía en sus obras son reflejo de su pensamiento (y todo hace pensar que sí), deberíamos estar ante la mente desnuda de un hombre que, entre otras cosas, no creía en la existencia del tiempo y dudaba de la consistencia de lo que llamamos "realidad".

De haber vivido para verla, creo que "Blade Runner" le hubiera gustado a Dick. Pero probablemente se hubiera sentido más identificado con el argumento de "Matrix".

miércoles, 4 de enero de 2012

¿MÁS CHATARRA ESPACIAL?



Leí esta noticia y pensé, casi, casi, que empezábamos el 2012 con un episodio tipo "La guerra de los mundos". Resulta que un granjero de la región de Omusati (Namibia) oyó un gran estruendo y, posteriormente, encontró un objeto metálico en sus terrenos.

De forma esférica, el artefacto mide unos treinta y cinco centímetros de diámetro, pesando unos seis quilos aproximadamente. A todas luces, se trata de algo manufacturado, pues su apariencia no es precisamente la que cabe esperar en un meteorito.

Lo vemos aquí:



De acuerdo a los testigos, la noche en que cayó el objeto se escucharon varias explosiones en el transcurso de breves instantes. El granjero decidió emprender una recorrida por el lugar, a fin de determinar la causa de tales estruendos. Y fue entonces cuando encontró el objeto.

Avisada la Policía, se hizo presente en el sitio una patrulla. Los agentes intentaron determinar si el artefacto representaba algún peligro, pero no lograron arribar a una conclusión definitiva pues no pudieron identificarlo.

Pasaron la posta a los científicos locales, quienes emprendieron una investigación bajo cuerda (el episodio aconteció en noviembre pasado y no fue dado a conocer hasta un mes después). Tras examinar minuciosamente el objeto y la zona de impacto, lo retiraron y fue sometido a análisis.

Después de descartar la posibilidad de que el artefacto fuese explosivo o radiactivo, se determinó que está fabricado de una aleación metálica utilizada en tecnología espacial. Asimismo, los estudios determinaron que es hueco.

Finalmente, tras muchas especulaciones, la teoría más aceptada es que se trataría de un tanque de hidrazina, tal como se ve  en esta foto comparativa:



La hidrazina es utilizada, bajo la forma de alguno de sus derivados, como combustible espacial. No obstante, no es muy recomendable dada su potencial toxicidad.

En todo caso, nadie se ha hecho cargo de la paternidad de este bebé. Por lo cual se supone que sería un componente de un satélite espía que sufrió algún desperfecto.
O sea que, de marcianos nada. Pero dudo que los propietarios del chirimbolo den la cara.

domingo, 1 de enero de 2012

LA RUEDA DEL DESTINO



La rueda del destino puede asumir cualquier forma, incluso la de una rueda de bicicleta. Por lo menos, eso es lo que le pasó a Monique Van der Vorst.

Nacida en 1984 en Holanda, su pasión fue el deporte desde niña. A sus trece años jugaba hockey sobre césped, con buen suceso pero sufriendo frecuentes lesiones en los tobillos. A fin de remediar la situación y evitar problemas futuros, la solución de los médicos fue encarar una cirugía.

Iba a ser fácil, iba a ser rápido, iba a ser un episodio rutinario. Pero el destino de Monique iba a comenzar a girar rudamente: la operación no salió bien, su pierna se hinchó en el post operatorio y la joven atleta vio como se ponía morada su extremidad y se llenaba de líquido cada día más.

El resultado fue una pierna inutilizada.

La rueda del destino siguió girando mal. A la pierna izquierda paralizada se sumó el mal funcionamiento de la rodilla derecha y la extensión de las lesiones hacia el tronco de la joven. Antes de darse cuenta, estaba en una silla de ruedas, a una edad donde las chicas piensan en chicos, amigas, deportes y bailes.



Para cualquiera de nosotros, el fin del mundo. Pero no para esta muchacha.
Decidió encauzar su dificultad en el deporte: comenzó a entrenar para correr en triciclos especiales, en competiciones paralímpicas.

Cosechó éxito tras éxito, gracias a una férrea disciplina deportiva y mental que se autoimpuso. En 2001 fue campeona europea. En 2002 fue campeona mundial. Repetiría estos galardones en 2003 y 2004 respectivamente.



En 2005 continuaron los triunfos, que incluyeron un nuevo récord mundial en maratones de su especialidad. En 2006 fue campeona mundial nuevamente. Y comenzó el año 2007 de una manera espectacular: ganó las maratones de Roma, Rosenau y Bonn, así como tres carreras en USA  y varias en su país de origen.

Para Monique, cada triunfo era un estímulo hacia su meta próxima: los Juegos Paralímpicos de Pekín de 2008. Y todo hacía pensar que obtendría lo que se proponía: una descollante actuación en ese evento.

Pero la rueda del destino giró bruscamente otra vez: entrenando en Tampa (Florida, USA), un coche la atropelló y sufrió lesiones en la columna vertebral.
Si aplicamos la lógica, deberíamos suponer que esta deportista dio por finalizada su carrera en ese instante. Pero acá no interviene la lógica, sino el esfuerzo, el temple y la fortaleza de espíritu.

La joven holandesa cumplió a rajatabla con el tratamiento que los médicos ordenaron, pero además continuó entrenando. Cuatro meses después, se presentó en Pekín para competir, aún usando el collarín que los especialistas consideraron imprescindible. Y volvió a su casa con dos medallas de plata.



No crean que la historia de Monique se cierra allí, porque la rueda de su destino habría de dar otro giro brusco más. Con consecuencias aún más extrañas que las vistas hasta ese momento.

En el año 2010 se encontraba entrenando en Mallorca, ya pensando en los Juegos de Londres, cuando volvió a ser víctima de un accidente: su triciclo fue embestido por una bicicleta y la atleta paralímpica sufrió lesiones nuevamente.

Pero esta vez, el paso del tiempo le trajo algo realmente inesperado. Tras meses y meses de recuperación en el hospital, un día sintió algo completamente imposible: espasmos y cosquilleos en sus piernas. Los médicos, anonadados, no tenían explicación alguna para ofrecerle.
Y lo que parecía inaudito, se confirmó: la rehabilitación hizo que Monique abandonara su silla de ruedas:



La foto anterior, tomada en el 2011, me parece una de las imágenes más gráficas y reconfortantes que he visto en mi vida. Por eso elegí este post para empezar el 2012.

Ya saben ustedes que este blog trata sobre eventos misteriosos. Creo que ya encierra bastante misterio el triunfo del espíritu humano sobre la adversidad, pero además, en este caso hay un misterio extra porque nadie pudo explicar en forma convincente y científica lo que pasó. Simplemente, sucedió.

¿Dios? ¿Azar? No importa. Dejemos esas discusiones para los filósofos y los teólogos, que tampoco van a llegar a conclusión alguna. Mientras tanto, es agradable saber que aún hay historias con final feliz.