lunes, 30 de mayo de 2011

TODO LO QUE USTED QUERÍA SABER SOBRE EL FIN DEL MUNDO, PERO TEMÍA PREGUNTAR


El 21 de mayo, anunciado como fin del mundo, pasó sin pena ni gloria aunque con mucha publicidad. Dinero perdido que, por supuesto, pudo ser utilizado para causas más nobles que intentar atemorizar a la gente.

Prometí contarles algunos antecedentes sobre esta rara costumbre de profetizar una y otra vez el Juicio Final, una catástrofe planetaria, el fin de la humanidad y otras cosas así de agradables.
En realidad, podría escribirse un libro entero (bastante gordito) al respecto, pero este post puede servirles de introducción razonable.

Principio quieren las cosas, así que remontémonos a los inicios del cristianismo. Mateo reseña las cosas que han de suceder en el fin de los tiempos y para situarlo nos dice:

"En verdad les digo. No pasará esta generación sin que sucedan estas cosas." (Mateo 24:34)


Por lo tanto, parecía inferirse que el fin era poco menos que inminente. Sin embargo, no fue así.
Habrá que esperar unos años para la siguiente profecía apocalíptica, dada por Hipólito de Roma:


Hipólito (posteriormente santificado) era presbítero de Roma hacia el año 212. No se conoce con certeza su lugar de nacimiento, pero se supone que pudiera ser Alejandría. Hombre de vasta cultura y erudición, sus lecturas y estudios le convencieron de que el fin del mundo sería en el año 500.
Claro que tampoco aconteció.

Hay que avanzar hasta la siguiente fecha redonda para encontrar otra oleada apocalíptica: ya cercanos al año 1000, comienza nuevamente el fenómeno de las predicciones del fin del mundo:



Nuevamente, los orígenes de estas profecías han de buscarse en el cristianismo. Grupos menores dentro de las diferentes congregaciones empiezan a hacerse oir en los estratos más bajos de la población.
Se producen fenómenos de histeria colectiva a medida que la fecha fatídica se acerca. Y cuando la jornada final pasa sin novedades, aún los "profetas" encuentran una salida para explicar su error: a los mil años deben sumarse los años vividos por Jesús.

Con ello, vuelve a fijarse una fecha para el Juicio Final, esta vez esperado para el año 1033. Pero tampoco pasa nada.

La movida siguiente parte de una autoridad de la Iglesia: el Papa Inocencio III:



Inocencio III  provenía de una familia de nobles italianos (Conti), de donde saldrían otros Papas.
Su papado (1198-1216) no fue muy distinto de los de la época: intervino en política, fogoneó el combate contra los musulmanes y, precisamente en estos últimos menesteres, es donde surgió la predicción que realizó.

Según él, el fin del mundo acontecería 666 años después de la fundación del Islam, que en sus números representaba el año 1284.

Imaginen lo que esta profecía supuso para esa época. Si hoy en día un Papa anunciase el Juicio Final, generaría un caos mundial. Y en aquellos años, cuando la autoridad del papado era aún mucho mayor, prácticamente se desató la locura.
Hasta el día de hoy se discute si tal profecía existió realmente o fue una leyenda, pero los efectos fueron bastante nocivos en su momento.

El siguiente anuncio del fin del mundo también estuvo vinculado al cristianismo, pero fue diferente de los anteriores. Más objetivo, se basó en un hecho que sugirió realmente la posibilidad. Me refiero a la peste negra, desatada en pleno siglo XIV y que tuvo su punto álgido hacia el año 1348:


Estamos hablando de una epidemia de peste bubónica en una época donde no se conoce demasiado acerca de Medicina. Fue tan virulenta que arrasó con un tercio de la población de Europa. Nadie sabía qué la causaba, pero acabó con familias enteras y destruyó los engranajes de la sociedad mientras duró.

Con cierta lógica, la gente adjudicó los sucesos a la proximidad del fin del mundo. Que tampoco aconteció.

La siguiente estación en este tren apocalíptico nos lleva hasta el año 1669. Una secta de cristianos rusos anuncia como inminente la llegada del Anticristo. Y comienzan a inmolarse por medio del fuego para escapar del control del Maligno.
Se calcula que entre 1669 y 1690 fueron veinte mil los suicidas que temían la llegada de la Bestia tanto como para quitarse la vida.


Estén atentos a lo que sigue, porque guarda ciertas similitudes con la "profecía" del 21 de mayo pasado.

Estamos en el año 1843 y es entonces cuando un señor llamado William Miller funda una secta y anuncia que el fin del mundo se producirá el 21 de marzo (la tenían con el "21") de ese año.
Como ustedes suponen, la secta consigue tener buena cantidad de seguidores. Miller da sermones y conferencias a todo trapo, a medida que "el fin" se acerca.


Por supuesto, la fecha llegó y no pasó nada. ¿Qué hizo Miller entonces? Pues la corrió un poco para adelante: empezó a anunciar que el fin del mundo sería el 22 de octubre de 1844.
La gente volvió a creerle, esperó pacientemente y...nada.





Seguimos adelante y nos encontramos con una verdadera avidez de profecías fatales. Porque la próxima fecha se basa en supuestas predicciones que datan del siglo XVI, hechas por Mother Shipton:



La Madre Shipton nació en 1488 y murió en 1561. Verdaderamente, de sus dichos surge un don profético bastante desarrollado. Predijo con exactitud varios acontecimientos de su época, lo cual está ampliamente documentado. Pero el problema comenzó cuando, después de su muerte, se comenzaron a publicar sus predicciones: hay unas cincuenta ediciones diferentes, que incluyen u omiten (según el caso) varias cosas.

Una de las cuales era, supuestamente, la llegada del fin del mundo para el año 1881. No existen datos que avalen que la Madre Shipton expresara esas palabras en vida. Por lo tanto, parece ser un "agregado" posterior.  Y tampoco aconteció nada.  

El siglo XX supo ver varios empeños del ser humano por destruirlo todo (con profecías o sin ellas). Aún así, entre genocidios y guerras mundiales, entre movidas del poder y amenazas de holocaustos nucleares, el mundo siguió andando (medio rengo, pero siguió andando).

La Ciencia asomó como un intento de superar el oscurantismo de la religión, pero terminó por suplantar unos altares por otros, cambiando unas vacas sagradas por otras.
Inevitablemente, se vino un auge de las sectas, una de las cuales era "Los niños de Dios" (Children of God) de David Berg:



No vamos a detenernos ahora en las denuncias que pesan sobre esta secta, pues lo que nos interesa hoy es su faceta apocalíptica. Su líder anunció el fin del mundo para 1973, cuando -según él- el cometa Kohoutek impactaría contra la Tierra.

Este entramado es bastante ilustrativo de cómo se puede tergiversar un hecho científico (el descubrimiento de un cometa), aprovechar la cobertura mediática (se anunció que el cometa Kohoutek se apreciaría en forma "espectacular" en el cielo nocturno) y convertir el asunto en algo funcional para los intereses sectarios (el anuncio de un apocalipsis).

Como ustedes saben, nada pasó. Y si son de mi generación, recordarán la decepción porque el supuesto "gran espectáculo visual" no lo fue en absoluto.

Quien sigue en esta lista catastrófica es Jeane Dixon:


La señora Dixon fue una vidente de fama en Estados Unidos. Realizó varias profecías que se cumplieron y otras que fallaron por completo. Su prestigio se cimentó a fines de los años '50 y principios de los '60, con varios aciertos acerca de personalidades importantes.

Con los años, la prensa se centró en las predicciones acertadas y casi omitió hablar de las fallidas (que fueron, por cierto, muchas más). Como sea, lo cierto es que Jeane Dixon llegó a ser "asesora" extraoficial de Nancy Reagan (lo cual no deja de llamar la atención sobre la credibilidad de la "gente influyente" en el mundo).

El asunto es que la señora Dixon también realizó una predicción sobre el fin del mundo, fijándolo para mediados de los '80 cuando, supuestamente, un cometa impactaría contra la Tierra (¡y dale con los cometas, qué manía!).
Otra que falló.

Arribamos así al año 1988. ¿Qué tiene de particular? Pues nada menos que un anuncio de un ingeniero de la NASA, diciendo que se terminaba el mundo:



Edgar Whisenant había sido ingeniero en la prestigiosa agencia aeroespacial de USA. Y de mayor se puso a investigar la Biblia (cosas de jubilado, digo yo).
Hombre de números, sus cálculos le dieron por resultado que 1988 era el año en que se produciría el gran rapto, que es como se llama en ciertos círculos a la ascensión de los fieles de Dios (previa al apocalipsis final).
Como se sabe, el ingeniero falló.

La lista sigue con un viejo conocido: nada menos que Harold Camping. Sí, señores, el mismo que anunció para el 21 de mayo pasado el fin del mundo, ya lo había anunciado para 1994:



Cuando la fecha pasó sin novedades, adujo que cometió "errores de cálculo".

Pero si de alguien no se esperaban errores, era de Nostradamus:



Una de las pocas, poquísimas fechas concretas existentes en las Cuartetas indica lo siguiente:

"El año mil novecientos noventa y nueve, siete meses.
Del cielo vendrá un gran Rey del Terror."

Podrá ser un anuncio vago, pero no deja lugar a dudas acerca de que se trata de algo malo.
Por eso, mucha gente interpretó que se venía el fin del mundo. Pero se equivocaron también.

Y como hay sólo un paso, de 1999 nos vamos al año 2000, número redondo que los apocalípticos no podían dejar pasar.
Más allá de las fallas de computadoras pronosticadas, también hubo anuncios del fin del mundo. Y digo "anuncios", así en plural, porque hubo más de cuarenta "profecías" que anunciaron el fin del mundo para ese año. Donde tampoco pasó nada de nada.

De ahí nos vamos al 2004, cuando un grupo de investigadores y autores esotéricos anunció que se terminaba todo, basados en cálculos efectuados sobre las dimensiones de la gran pirámide:



Y de ahí llegamos al presente, con el anuncio fresquito del 21 de mayo.
¿Qué pasó? Pues nada, salvo que algún tonto se quedó en la miseria  y, al mismo tiempo, los que facturan publicidad lo pasaron en grande.

¿Y el fin del mundo?, dirá usted.

No sea impaciente y siéntese a esperar el 2012, que es lo que tenemos a mano (mayas mediante).

viernes, 27 de mayo de 2011

MENSAJES CIFRADOS DE LA MENTE


Melvin Way es un ciudadano estadounidense nacido en 1954 en New York. Interesado desde pequeño por la música, perfeccionó sus aptitudes naturales durante la educación secundaria.
Y cuando para la mayoría de los jóvenes comienza un período de exploración del mundo adulto, para Melvin comenzó una pesadilla: fue diagnosticado con esquizofrenia.

Hacia 1980 comenzó, de la noche a la mañana, a crear una serie de dibujos de naturaleza extremadamente compleja y enigmática.


De lo que yo puedo entender, hay trazas de Algebra, Cálculo Diferencial y Geometría en los extraños diseños. Pero no se trata de conceptos concretos conocidos, sino de desarrollos en apariencia incoherentes.
Pero también resultaron en apariencia incoherentes los números transfinitos ideados por Georg Cantor, hasta que la Ciencia terminó por aceptarlos (un poco tarde, dado que Cantor había muerto en un manicomio, entretanto).

Las personas que entienden de Química y de Música me dicen que también hay trazas de ambas en los raros dibujos.




No es posible "acceder" a la mente de Melvin en forma lineal para obtener respuestas. Sus dibujos responden a situaciones emocionales por las cuales atraviesa, por lo cual son positivos para su persona al permitirle expresarse.

Tienen chances de perdurar, incluso. Algunos galeristas y marchands le han visto posibilidades de convertirse en obras de arte susceptibles de ser comercializadas.
Por lo cual es probable que, dentro de mil años, alguien tenga la clave del Universo colgada en el living de su casa.

Sin saberlo, claro.

miércoles, 25 de mayo de 2011

TERROR EN NUEVA ORLEANS



Nueva Orleans es considerada como un mundo aparte dentro de Estados Unidos. Eso sucede porque ha sido un crisol de influencias del más extraño calibre, sea francés, africano o criollo.
Dentro de los miles de historias y leyendas urbanas que circulan en la ciudad (que hasta tiene un ghost-tour para los visitantes), una de las más truculentas es la de la Mansión LaLaurie.


La mansión debe su nombre a Marie Delphine Macarti LaLaurie, dueña de la misma, dama de la alta sociedad de la ciudad.
Despreciativa hacia cualquiera que no fuese de su clase social, vengativa para con cualquiera de sus pares que se atreviera a criticarla, sádica propietaria de esclavos que pasaban por un infierno en sus manos, la dama era objeto de mucho cotilleo en el ambiente de Nueva Orleans del siglo XIX.

Se le atribuían todos los vicios y las perversiones, pero nadie se animaba a levantar denuncia alguna en su contra. Y no era sólo por temor de las influencias mundanas que pudiera tener LaLaurie, sino también por otro tipo de vínculos aún más peligrosos: se afirmaba que practicaba el vudú y podía crear zombis o matar a distancia.


Pero lo que no derrotaron los hombres, lo vino a liquidar el destino. Una noche, durante el transcurso de una fiesta salvaje celebrada en la mansión, tomó fuego por accidente un cortinado. Y no hubo manera de impedir la propagación del incendio.

Cuando arribaron al lugar las cuadrillas para intentar sofocar el fuego, al abrirse paso entre las habitaciones, pasadizos y sótanos de la finca, se encontraron un panorama de pesadilla. Jóvenes encadenadas con grilletes, desnudas y con signos de haber sido golpeadas y abusadas. Esclavos salvajemente mutilados, encerrados en espacios casi sin luz ni aire. Huesos humanos que estaban esparcidos por doquier. Y por todas partes, señales de ritos demoníacos.

Se salvó a quienes se pudo salvar, pero muchas vidas se perdieron. La aristocrática dama aprovechó la confusión para huir de la ciudad con su esposo, pagando muy buen dinero a un capitán de barco que los llevó a París sin hacer preguntas. Allí se pierde su rastro.

Pero las autoridades quisieron saber más y averiguaron bastante. Supieron que una reina del vudú local le había enseñado a LaLaurie todo lo malo que cabe en el espíritu humano. Averiguaron que las prácticas de sadomasoquismo y tortura eran la norma y no la excepción en esa mansión.

Nunca se sabrá si la dama creaba zombis. Pero hasta el día presente, se afirma que por las noches se ven rostros en las ventanas de la casa y se escuchan gritos, además de oirse el ruido de cadenas arrastrarse.

Por las dudas, mejor no pasar por ahí si un día andan por Nueva Orleans.

lunes, 23 de mayo de 2011

COSAS QUE PASAN POR MIRAR DEMASIADO CINE DE TERROR


La Policía de Albuquerque (USA) recibió la que, posiblemente, sea la llamada más loca de su historia.
Una cliente de un centro comercial solicitó ayuda, porque un hombre se paseaba por el lugar gritando a voz en cuello que estaba allí "para matar vampiros" y, en consecuencia, asustaba a las personas.

Despachada una patrulla, pronto se ubicó al sospechoso. Y si los uniformados creyeron que el asunto iba a ser rutinario, andaban muy equivocados.

Ni bien advirtió la presencia policial, Jerry Perea (que así se llamaba el émulo de Van Helsing) extrajo un crucifijo de entre sus ropas y corrió en busca de los agentes. El buen Jerry parecía estar totalmente fuera de sus cabales y, por si fuera poco, demostró una fuerza sobrehumana: golpeó a los dos policías una y otra vez como si nada, siempre exhibiendo su crucifijo ante ellos.

Comprendiendo que no iban a dominarlo así como así, uno de los agentes logró extraer un "teaser" (arma que produce una breve descarga eléctrica) y lo usó contra el atacante, que cayó desmayado.
Al no lograr reanimarlo, los policías llamaron a los paramédicos, que intentaron lo suyo pero también en vano: a los quince minutos y en forma inexplicable, Jerry estaba muerto.

No se entiende por qué falleció el hombre, dado que ese tipo de armas incapacita momentáneamente pero no mata. Se presume que Jerry tuviera alguna condición médica de índole cardíaca, pero nadie de su entorno familiar tenía conocimiento de ello.

Había estado en prisión varias veces, por delitos de toda clase. Pero en su última salida, que ya databa de años, se había vinculado a grupos religiosos y "había encontrado a Dios" (en palabras de su madre).
Cómo se le ocurrió salir a matar vampiros, es otra historia.

jueves, 19 de mayo de 2011

Y QUE NOS AGARRE CONFESADOS


Como quien dice, ya estamos casi sobre la fecha tan publicitada: 21 de mayo, que se supone termina el mundo.
Ya saben ustedes que la validez que le asigno a las predicciones de estos agoreros es nula.
A lo largo de la Historia, los seres humanos hemos exhibido una gran tendencia a anunciar el fin del mundo y, sobre todo, a intentar provocarlo por todos los medios. Pero ni siquiera somos tan listos.

Sin entrar en demasiados detalles, les cuento que ha habido más de una docena de ocasiones en las cuales se ha postulado que el fin del mundo era inminente. Y aquí estamos. Por eso es que estoy armando un post sobre ese afán apocalíptico, que compartiré seguramente con ustedes después del día 22.

Puede que alguno de ustedes se pregunte: ¿Qué pasa si justo embocamos tan mal que, esta vez, los agoreros aciertan? 
En ese caso, permítanme mandarles un abrazo a todos los amables visitantes de este blog y decirles que ha sido un placer el haberlos conocido.

Y que el fin del mundo nos encuentre rockeando de lo lindo, con la música a todo lo que da:










(Post gemelo con El Area 51)

domingo, 15 de mayo de 2011

EL JUBILADO APOCALÍPTICO



Ustedes, al igual que yo, habrán leído alguna vez noticias sobre jubilados estafados que pierden todos sus ahorros. Pero, ¿qué pasa cuando la estafa se la hace el jubilado a sí mismo?

Gracias a la amabilidad de Ernesto nos llega esta noticia.

El señor Robert Fitzpatrick es un ciudadano de Nueva York que, tras trabajar muchos años en el servicio de transporte público de su ciudad, se encuentra jubilado. Y ha echado mano de los ahorros de toda su vida, de su pensión y más aún, sólo para dar publicidad adecuada al fin del mundo, que según él se producirá....¿adivinen cuándo? El próximo 21 de mayo.

Ahí lo tienen al hombre, en la imagen que da inicio al post. Y le acompaña uno de los carteles que ha pagado de su bolsillo.
¿Cuánto le costó el asunto? En total, 140 mil dólares, que representan todo lo que tiene.

Por supuesto, el buen Robert comenzó a "convencerse" de que el fin del mundo se producirá el 21 de mayo de 2011 cuando conoció la profecía de nuestro viejo conocido Harold Camping.
Y hablando de Harold, personalmente no quisiera estar en su pellejo cuando llegue el 22 de mayo y haya más personas como este jubilado que, creyendo en sus enseñanzas, hayan perdido todo lo que tienen.

Mientras se viene el 21, vamos a escuchar al Cuarteto de Nos en un tema que viene bien para el caso: "Apocalipsis Now".

viernes, 13 de mayo de 2011

GUARDÁ EL JUEGO EN LA CAJA, HACEME EL FAVOR !!


Ya tuve ocasión de hablarles en este post acerca de las inquietantes coincidencias entre algunos desastres de la vida real y las ilustraciones de las cartas de un juego de mesa llamado "Illuminati: el juego de la conspiración".

Curiosamente, como ya dije, las cartas fueron diseñadas para lanzar el juego a la venta en 1995, mientras que algunos de los episodios ilustrados en ellas sucedieron más de un lustro después.
Ahora volvió a darse otra de esas similitudes, a través de esta carta:


Lo que muestra la imagen es una catástrofe que pudiera ser un incendio, una explosión, un terremoto o algo similar. La carta no lo aclara expresamente en su leyenda explicativa, donde hace alusión a "dos desastres combinados".
Si lo vemos de esa forma, podría ajustarse a "un terremoto más una catástrofe nuclear", como lo que aconteció en Fukushima, ¿no? Pero también podría decirse que la comparación es un poco traída de los pelos....hasta que lo miramos de esta forma:


La torre que se desmorona en la ilustración de la izquierda es bien parecida a la que se ve a la derecha, que no es otra que la Torre Wako de la ciudad de Tokio.
No es Fukushima, pero ubica el problema en forma bastante cercana, lo cual no deja de ser sorprendente.

domingo, 8 de mayo de 2011

NOVEDADES DEL MES DEL APOCALIPSIS


Ya les conté que hay un chifladito que está pronosticando el fin del mundo para el día 21 de este mes. Y tengo que agradecerles la llegada de un montón de información extra, que yo desconocía por completo.

Para empezar, hay varios indicios que apuntan a que todo el asunto no es tan inocente como parecía.
Por ejemplo, se nota un gran financiamiento detrás de esta iniciativa, cosa que excede las posibilidades de una congregación de índole local de USA.

Digo esto porque me han hecho llegar imágenes de anuncios publicitarios contratados, situados en

México:



Honduras:



Brasil:



España:



Ecuador (cartel con un "añadido" de otra fecha: 21 de octubre):



Haití (un cartel en creole, que también trae una indicación al 21 de octubre):



Gran Bretaña:



Y en diversos lugares a lo largo de USA:








Como ven, hay marketing de esta "movida" a lo largo de gran parte del mundo. ¿De dónde sale el dineral necesario para contratar esta publicidad? ¿Cuál es la finalidad última de este asunto?
Se escuchan opiniones.

La yapa: un informante ultrasecreto jura y rejura que hay un cartel similar a éstos en alguna parada de ómnibus de la Avda. San Martín, en Montevideo. No tengo foto que lo avale, pero le creo.

viernes, 6 de mayo de 2011

LA OUIJA EN SOSPECHA



Un periódico local de Tesalia (Colombia), el Diario del Huila, informó sobre la recuperación satisfactoria de estudiantes de un instituto del lugar, aparentemente afectados por convulsiones y desmayos en medio de una sesión de ouija.

Ya les conté por aquí algunas cosas sobre la tabla ouija (y ustedes hicieron sus propios aportes en los comentarios), pero es interesante el hecho de que se repitan estos sucesos una y otra vez, casi siempre con la participación de adolescentes.

Hasta qué punto se ha tomado en serio el asunto, lo señala la resolución de las autoridades locales, que han dispuesto designar un sicólogo para tratar a los involucrados. Buscan además al dueño de la tabla y a quién o quienes hayan podido inducir a los jóvenes a realizar estas prácticas. 



Similar caso documentó el diario El Comercio, de Perú, en relación a un grupo de jóvenes que estaba jugando con una tabla ouija.
Uno de ellos en particular, pensaba que podría comunicarse con su fallecido padre, pero en medio de la sesión comenzó a cambiar de comportamiento y  se transformó en un ser desaforado que no pudo ser controlado por sus amigos.
Debió ser atendido por médicos de emergencia, sedado e internado. Al día siguiente, ya recuperadas sus facultades, fue dado de alta.

Como ven, se repiten los casos donde la ouija entra en sospecha. Por las dudas, adolescentes o no, absténganse.

martes, 3 de mayo de 2011

SIGUE EL MES DEL APOCALIPSIS


Evidentemente, mayo viene bravo. Ya vimos en un post anterior a gente que dice que el 21 de este mes se baja la llave general del mundo. Y ahora, encontramos a un tal "Profesor Wang" que pronostica en su blog una catástrofe mayúscula.

La Policía de Taiwan lo anda buscando porque el hombre ha sembrado el pánico con sus predicciones.
Asegura que el próximo 11 de mayo se producirá un terremoto de magnitud 14, al que seguiría un tsunami con olas de 170 metros de altura.

Al principio, la gente tomó al "Profesor Wang" (cuya verdadera identidad se desconoce) para la chacota, pero las cosas cambiaron a medida que la fecha se fue acercando. Le pidieron consejo para sobrevivir al desastre. Y el hombre aseguró que quienes se refugiaran en contenedores podrían salvarse.



Por raro que parezca, lo cierto es que los pedidos de materiales para reforzar viviendas han aumentado considerablemente en Taiwan. Además, más de cien contenedores transformados en viviendas se han instalado en zonas montañosas del centro del país.

Mientras tanto, para evitar que el anuncio se convierta en una fuente de alarma nacional, el gobierno ordenó que se eliminaran de Internet los contenidos del bloguero asiático.

Por toda respuesta, el hombre vaticinó que no va a quedar en pie ni la torre Taipei 101 (enorme rascacielos de 101 pisos precisamente):

lunes, 2 de mayo de 2011

MES DEL APOCALIPSIS


No pongan cara de desentendidos, que yo ya les avisé con tiempo. Precisamente en este post les conté acerca del señor Harold Camping, quien lidera el ministerio cristiano "Family Radio Worldwide" y anunció el fin del mundo para el 21 de este mes.

Como les dije, parece que ya el buen Harold había hecho un anuncio similar con anterioridad, fechando el apocalipsis para el 6 de septiembre de 1994. Y cuando ese día llegó y pasó como cualquier otro, el hombre volvió a hacer las cuentas y dijo que había cometido un error de cálculo. En consecuencia, ya más relajado, hizo un nuevo anuncio: que el día del Juicio Final sobrevendría el 21 de mayo de 2011.

Puesto que la fecha se aproxima, algunos periodistas han entrevistado a los responsables del movimiento impulsado por Harold, sobre todo porque han aparecido de tiempo atrás algunos anuncios publicitarios (carteles, para ser más específicos) a lo largo de USA, que advierten sobre el suceso:



De acuerdo a lo que este grupo infiere de los cálculos de Harold y de las investigaciones realizadas, el principio del fin comenzará con un terremoto sobre la línea internacional de cambio de fecha, sismo que continuará hacia el oeste hasta devastar todo el planeta.

Simultáneamente, los creyentes serán elevados al Cielo (fenómeno que los estudiosos de la Biblia mencionan, si no estoy equivocado, como "el arrebato"), tras de lo cual sufrirán penurias indescriptibles los restantes individuos.

¿Qué puedo decir al respecto? Los que siguen este blog de tiempo atrás, ya saben lo que pienso respecto a un fin del mundo con fecha concreta: no me parece que sea una idea razonable.
Es mucho lo que se ha escrito y hablado sobre este tema, principalmente a partir del asunto de las profecías mayas y el 2012. Pero yo creo que el futuro se construye día a día y, precisamente por eso, hay muchos futuros posibles.

Así que ya saben: nada de ir por ahí diciendo "voy a pasar estas tres semanas de joda en joda, porque el Pelado dice que se termina el mundo". No me usen como excusa para recorrer todos los cabarutes de la ciudad, vaciar todas las botellas y dormir en compañías lujuriosas (pero si lo hacen, tómense una a mi salud !!!).