sábado, 25 de abril de 2009

INFIERNO EN LAS SIERRAS


En tiempos no tan lejanos, hubo mucho "agite" periodístico acerca del llamado "peligro de las sectas", tanto en este país como en el mundo.

Más allá de algunas publicaciones puntuales y especializadas, de nivel más bien académico, creo que la obra de divulgación más difundida en Uruguay al respecto fue un libro del padre Elizaga: "Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay".

De lectura fácil, resulta bastante interesante. Aunque en su ánimo de brindar una visión abarcativa, me parece que termina metiendo en la misma bolsa a agrupaciones que no tienen nada en común. Pero eso es harina de otro costal.

Lo que quiero comentarles hoy es otro detalle de ese libro, que me llama poderosamente la atención: el hecho de que no se incluya ni mencione al "enemigo directo" de la Iglesia, o sea: las sectas satánicas.


Por supuesto, no me estoy refiriendo a los cuatro impresentables que por escuchar bandas de "black metal", hacer "cuernitos" con los dedos y emborracharse con bebida berreta, creen que son tremendos diabólicos.

Pienso, en cambio, en personas bastante más sofisticadas que eso. Gente que asume el satanismo como una filosofía de vida y, agrupada, constituye una secta. No tengo dudas de que tienen presencia en Uruguay. Les cuento por qué.

Bastantes años atrás, yo vivía por Malvín. En los trayectos de ida y vuelta hacia el trabajo, lugares de estudio y demás, hubo una casa que me llamó la atención: cercana a la fábrica de vidrio que ya no existe, se levantaba una vivienda que tenía inusuales adornos en sus rejas: dragones extraños.

No hubiera pasado de ser algo anecdótico, pero un día, hojeando un diario cualquiera, me encuentro con un reportaje donde muestran ese lugar: resulta que el dueño de casa, un hombre ya mayor, profesaba el satanismo y había sido entrevistado al respecto.

Mostraba entre sus pertenencias algunas piezas arqueológicas provenientes de todo el mundo, siempre con un denominador común: representaban dioses rebeldes, personajes mitológicos asociados a la "caída" del ser humano y así por el estilo. Y su pieza principal era un trono de tamaño natural, que afirmaba haber construído él mismo según los existentes en ceremonias antiguas.

Nada del otro mundo, después de todo. Puesto que siempre me he afiliado a la opinión de que "la casa de un hombre es su castillo", no me pareció mal que el tipo tuviera esos objetos antiguos, si le causaba un cierto placer estético.

Pero hubo un detalle del reportaje que fue más allá de las costumbres de un señor excéntrico: el hombre indicó que se realizaban reuniones de culto periódicamente en su hogar, con personas que compartían sus creencias.

Nunca más supe de algo similar a esto, hasta que topé con otro reportaje de un diario montevideano, donde se informaba de la fundación de una Iglesia Satánica en la ciudad de Minas:



Palabras más o menos, la nota periodística recoge los dichos de una persona que se oculta tras un seudónimo ("hermano Andrex") y cubre lo que sería la formación de la primer congregación de culto satánico en Uruguay.

Luego de darle varios palos a la "doble moral del católico", el entrevistado hace una curiosa observación: "Los mayores propulsores de Satanás han sido la Iglesia Católica y los nuevos pastores electrónicos".

También, a lo largo de la nota, se hacen algunas precisiones sobre el número de miembros (que se establece en cientos), las prácticas que realizan y sus fundamentos filosóficos (entre los que se cuentan los escritos de Anton La Vey).

Verdaderamente, un tema como para quedar perplejo.

Si les interesa la nota, pueden repasarla en este link.



Y a los amigos minuanos, les aconsejo prudencia: no sea cosa que tomen por inocente fogón de amigos, lo que resulte ser un aquelarre o misa negra. Porque todo es posible.

miércoles, 22 de abril de 2009

CORREO DESDE LA DIMENSION DESCONOCIDA


David Conn es un corredor de seguros que vive en Hudson, Ohio (USA). Dado que su trabajo lo amerita, mantiene desde hace años un apartado postal en esa ciudad, cosa útil a la hora de recibir notificaciones y documentación desde el resto del país.

La semana pasada, cuando fue a chequear rutinariamente su correspondencia, se encontró con algo totalmente fuera de lo común: una tarjeta postal remitida en 1962 desde Montana.



La tarjeta estaba firmada por "Fran y Polly", estaba dirigida a "Marion", llevaba sello y matasello de hace 47 años, luciendo un texto manuscrito donde los remitentes aseguraban que estaban "pasando una temporada maravillosa en Montana".

Puesto que nuestro buen corredor de seguros no conocía a nadie con esos nombres, pensó que se trataría de algún error y decidió consultar en la propia oficina de Correos. El resultado dejó a todos perplejos:

Se pudo determinar que el apartado postal pertenecía en 1962 a la señora Marion White (fallecida en 1988), quien fue en sus tiempos editora en jefe de un periódico local.

De acuerdo a lo que se investigó en las oficinas del periódico, "Fran y Polly" eran seguramente Fran Murphey (un reportero) y su esposa, ambos amigos de la señora White, fallecidos en 1998.




¿Cómo y por qué apareció esa postal ahora? Nadie lo sabe.

El jefe de la oficina de Correos aventuró una explicación bastante disparatada: que la postal quedó trabada en un tubo de distribución de cartas durante todo este tiempo.

Parece más lógico que haya llegado de la Dimensión Desconocida.

miércoles, 15 de abril de 2009

KAMIKAZE


El señor de la foto se llama Adam Leon y es un ciudadano canadiense de 31 años, mereciendo realmente el apelativo de kamikaze.

Al parecer, el buen Adam se levantó un día sintiéndose tremendamente deprimido. Y tomó entonces la decisión de poner fin a su vida.
Siendo un tipo complicado, no se pegó un tiro ni se arrojó al paso de un tren. Tampoco se sentó a ver una maratón de "Gilmore girls" en la TV (quizás porque consideró que hubiera sido una muerte espantosa).

¿Qué hizo entonces? Puesto que estaba aprendiendo a pilotear avionetas, decidió robar una y estrellarse con ella.

Acudió entonces a su academia de vuelo, robó un Cessna 172 y despegó del aeropuerto de Thunder Bay (Canadá).


Una vez en el aire, parece que no tuvo suficiente coraje como para estrellarse. Continuó volando sin rumbo definido, sabiendo que contaba con combustible como para ocho horas.

Al cabo de un rato, es probable que haya cambiado de idea. Tal vez la vida no le pareció tan mala después de todo. Capaz que el aire frío le despabiló las cuatro neuronas al mismo tiempo. Quién sabe.

Pero en eso le dio por mirar para el costado y ésto es lo que vio el buen Adam:



Sucede que el muy abombado había dejado atrás Canadá y estaba en espacio aéreo estadounidense.

A causa de eso, en el cuartel general del NORAD, trescientos metros bajo una montaña, se habían disparado todas las alarmas. Seguramente, un montón de generales se relamía pensando en dispararle unos cuantos misiles al blanco marcado en el radar, para "neutralizarlo".

Suerte que a alguien con un poco de criterio (probablemente el cocinero del cuartel) se le ocurrió enviar una patrulla para investigar el asunto. Y así fue que mandaron dos F 16 para identificar al intruso.


Los pilotos de los aviones de combate trataron de entrar en contacto con Adam, pero éste no les respondió ni por radio ni mediante señales. De modo que se limitaron a acompañarlo y esperar órdenes.

El Cessna siguió adelante y, cuando sobrevoló Madison, las autoridades ordenaron evacuar el capitolio estatal por precaución (o sea: que se salve el Gobernador aunque a vos te caiga el avión en la cabeza).
Pero el buen Adam siguió hacia el sur sin inmutarse.

Al final, después de unas horitas de vuelo, decidió aterrizar en una ruta y entregarse.



De acuerdo a lo que se pudo averiguar, el pobre Adam estaba en tratamiento por su depresión.
Luego de planear el suicidio, no tuvo el valor para llevarlo a cabo. Pero (según declaró) al ver aparecer a los cazas, pensó que lo derribarían y lograría su propósito.

Por esos misterios de la vida, los militares yanquis se comportaron con sentido común (no me digan que no es tema para un Expediente XXL).


lunes, 6 de abril de 2009

UN SEÑOR MUY AMABLE


Bueno, ya sé que la imagen parece contradecir el título del post, pero...

Boris Karloff, cuyo nombre real era William Pratt, siempre fue destacado por sus colegas como un hombre muy amable con el cual daba gusto trabajar.

Nació en Inglaterra en 1887, en el seno de una familia numerosa: fue el más joven de ocho hermanos. Se interesó prontamente por la actuación teatral en su adolescencia. Y ese interés le llevaría a abandonar la carrera de diplomático para la cual se estaba preparando.


A los 21 años decidió probar fortuna yéndose a Canadá, a integrar una compañía teatral. En ese momento fue que comenzó a usar su nombre artístico.

Al comienzo, alternó los papeles secundarios sobre las tablas con diversos trabajos de toda índole para parar la olla. La actuación teatral le permitió recorrer USA en las funciones que brindaba su grupo, así como establecer algunos contactos.

Para 1916 lograba un ínfimo papel en el cine, en la película "The dumb girl of Portici", a lo cual siguieron otras actuaciones siempre menores en filmes de la Universal (incluyendo una versión de "El último de los mohicanos").



Parecía que la suerte era esquiva con el buen Boris, pero en eso llegó el cine sonoro y allí fue donde el actor tuvo su chance y destacó. El filme que le dio el espaldarazo fue "El código penal", de 1931, donde una excelente actuación le dio notoriedad.

De todas formas, aún faltaba un ingrediente para la fórmula: el cine de terror. Y apareció casi de la nada, cuando al principio de los años '30, la Universal comenzó a retomar en sus guiones diversos mitos literarios y populares del género, dado el éxito logrado por Bela Lugosi en su caracterización de Drácula.

Pero Lugosi rechazó el papel de Frankenstein que le ofrecían los estudios para continuar el gancho, por lo cual llegó la gran oportunidad para Karloff.




Sus propios méritos de composición del personaje, unidos a un maquillaje excelente, fueron la base para un éxito sin precedentes: el filme de 1931 sobre la inquietante novella de Mary Shelley.

Era el principio de una década ininterrumpida de gloria para Boris Karloff, con interpretaciones memorables, no sólo de Frankenstein y La Momia (con los cuales obtuvo su mayor notoriedad), sino de todo tipo de villanos, malvados y personajes de sicología tortuosa.

Compartiría cartel con Bela Lugosi, componiendo una dupla "de miedo". Y seguiría trabajando a destajo en los años '40, '50 y '60 tanto en cine como en teatro.
No temía parodiarse a sí mismo: supo actuar incluso con Abott y Costello en pleno plan de comedia.

En el interín, logró dar vida a monstruos, zombies, científicos locos y hasta siniestros alienígenas.
Moriría en 1969.



Irónicamente, esos personajes toscos y temibles que componía con extrema facilidad y a la perfección, daban paso a un hombre amable, culto y simpático en la vida real.

Además (o quizás por eso), fue un Casanova que anotó cuatro matrimonios y un sinfín de aventuras.

Por eso dejé para el final esta imagen, donde pareciera que el siniestro personaje de "La Momia" estuviese teniendo alguna idea pillina (¿en qué estarías pensando, Boris?)


sábado, 4 de abril de 2009

EL OVNI DEL BALNEARIO


La imagen anterior muestra una foto tomada en junio de 1977 en Parque del Plata (balneario del departamento de Canelones, Uruguay).

Fue captada por una persona absolutamente confiable, que ni siquiera se percató del objeto extraño, ya que intentaba fotografiar la arboleda y en eso estaba concentrada.
Tres semanas después de tomar esta foto, terminó el rollo y lo envió a revelar, encontrándose con la sorpresa en esta toma.

El asunto hubiera terminado ahí, pero la curiosidad picó al esposo de la fotógrafa aficionada, quien mostró la imagen a un compañero de trabajo que, además, cumplía tareas en el diario "La Mañana".

La foto llegó hasta Alfredo Testoni, una autoridad técnica de la fotografía en nuestro país, que también trabajaba en ese periódico. Y finalmente, la noticia fue publicada en los diarios "La Mañana" y "El Diario".



La sensación causada fue enorme. Pronto pasó de los diarios a la televisión, que ya se interesaba por este tipo de noticias (aunque sin llegar a los niveles de sensacionalismo actuales).

En vista de que la autora de la foto era una persona respetable y conocida en su medio, todas las entrevistas fueron realizadas en forma seria. Y siempre se llegó a la misma conclusión: nadie podía decir realmente qué era el objeto, pero la foto estaba a disposición para análisis técnicos más profundos.

En realidad, Testoni ya había analizado exhaustivamente la foto, concluyendo que se trataba de un objeto real, descartando cualquier mancha en el negativo y concluyendo que no se trataba de una doble exposición o truco alguno.
De todas formas, ulteriores investigaciones descartaron que se tratase de un objeto lanzado al aire en el momento de la toma, o algo que estuviera colgado a propósito allí.

Para decirlo de una manera clara: era muy difícil "ensuciar" este caso OVNI, pero de todas formas hubo gente que puso manos a la obra.

Lo primero que se intentó fue atacar la extraña forma del objeto, indicando que "ningún OVNI tenía esa apariencia".

Pero eso falló, por varios motivos: para empezar, se descubrió un diseño idéntico en un testimonio del año 1948 (recogido por el "Proyecto Libro Azul" en USA).
También se encontró un caso similar en los años '70 en España y, por si fuera poco, dos aviadores militares uruguayos se entrevistaron con la fotógrafa (solicitándole anonimato), manifestando que habían visto un OVNI similar años atrás, en un vuelo en el interior del país.

Luego se presentaron algunos "investigadores de OVNIS" totalmente tendenciosos. Y cuando digo tendenciosos, debo aclarar algo que probablemente no sea conocido por quienes no se interesan en estos temas: del mismo modo que hay toda una serie de personajes "truchos" que posan de investigadores, pero sólo buscan hacer dinero por medio del sensacionalismo, también hay gente que se dedica a desacreditar a todo testigo y a toda evidencia del fenómeno OVNI. Nunca queda claro quién paga sus cuentas.

Es probable que la autora de la foto haya sido engañada en su buena fe, pues en una de tantas idas y vueltas que tuvieron los negativos para ser analizados por "investigadores", los originales fueron sustituidos por copias y nunca más aparecieron.

En particular, hubo quien demoró años en devolver el material que la señora prestó con confianza, adjuntándole un "análisis fotográfico" con conclusiones que hasta un simple aficionado sabe que son erróneas.

Si me preguntan mi opinión, creo que éste era un caso perfecto: una persona confiable y respetada toma una foto sin advertir lo que capta en ella; luego se hace pública la fotografía y la noticia (de las cuales la autora no obtiene ningún rédito económico y hasta lamenta la notoriedad adquirida); finalmente se sabe que la foto fue analizada a poco de ser revelada y fue avalada cien por ciento.

¿Entonces? Entonces, el hecho debía ser neutralizado. Y como la testigo era moralmente inatacable y la foto era técnicamente impecable.....se hizo desaparecer esta última.

Yo no sé lo que se ve en esa foto, típica de un balneario en otoño. Pero, desde el momento en que alguien se tomó muchas molestias para enterrar el tema, me llama mucho la atención.

UN PLACIDO PASEO POR EL RIO


Si a una persona le mencionan el río Mississipi, por más que nunca haya estado allí, algo le surgirá en la imaginación. Por ejemplo: un plácido paseo en uno de los tradicionales buques que han surcado sus aguas.

En 1872, esos pequeños viajes formaban parte de la rutina de muchas personas. Por trabajo o por placer, muchos navíos recorrían el río. Uno de ellos era el "Iron Mountain".

De 55 metros de largo, había sido construído en 1864 y, desde entonces, realizaba regularmente recorridos por el sur estadounidense.



Uno de esos recorridos iba de Nueva Orleans a Pittsburg, con varias escalas donde el vapor bajaba y subía carga y pasajeros.

En esa rutina se hallaba una mañana de junio cuando zarpó de Vicksburg con un cargamento de algodón y barriles de melaza, al tiempo que llevaba 55 pasajeros y tripulación completa. Además, el poder de su caldera le permitía remolcar algunas lanchas que iría dejando en los puertos de escala.


Horas después de zarpar el "Iron Mountain", otro buque que hacía el mismo recorrido (el "Iroquois Chief") encontró las lanchas a la deriva. Las aseguró y siguió navegando a toda máquina, pensando que algún contratiempo se hubiera presentado al otro capitán.

Pero nunca encontró al "Iron Mountain", así como jamás fueron vueltos a ver ninguno de los pasajeros o tripulantes.

La teoría de un hundimiento está completamente descartada, porque no se hallaron ni cuerpos ni restos flotantes del buque o la carga. Además, había botes salvavidas a bordo y aún sin ellos era sencillo alcanzar la costa a nado.

La explosión de la caldera hubiese sido oída a varios kilómetros de distancia, además de que se hubieran encontrado restos esparcidos en la superficie del río.
Ni un motín ni un acto de piratería son viables, pues el buque forzosamente debió pasar por otras localidades ribereñas en la huída de los responsables.

Un completo misterio a partir de un plácido paseo por el río.

DUENDES, GNOMOS Y MENTIRAS


Los gnomos son seres que probablemente hayan surgido de las mitologías del norte de Europa, aunque el tema es muy discutido.
Lo cierto es que estas criaturas tendrían un tamaño y aspecto que, para ejemplificarlo de golpe, les asemeja a los enanitos de Blancanieves. Incluso con un dato más: los gnomos siempre han sido mineros y, según las leyendas, se hallan en posesión de enormes riquezas en piedras preciosas.

Al principio eran tomados por seres buenos y apacibles que evitaban el contacto con los seres humanos. Su único defecto era, quizás, el ser traviesos y amigos de las bromas pesadas. Pero con el paso de los siglos, los cuentos y leyendas donde los gnomos están presentes, les ponen como criaturas bastante malas.

Quizás por eso es que ha comenzado a circular por Internet un video titulado, palabras más, palabras menos: "Gnomo aterroriza ciudad argentina". Aquí lo pueden ver:




Como habrán visto, el título le queda muy grande. Supuestamente, se trata de unos adolescentes que estaban tonteando en el cementerio de Guemes (Salta, Argentina), cuando surge la "tremenda" aparición que los aterroriza, la cual logran filmar gracias al celular con el que estaba bobeando uno de ellos.

Bastante desgarbado el ser sobrenatural. Además de que la linterna no ilumina nada (muy conveniente), la filmación es muy difusa (muy conveniente) y todo termina abruptamente (patético final).

Ya se trataría de una historia que no se sostiene, pero encima, están circulando dos versiones del mismo video, diferenciadas por la conversación previa a la "aparición", además de que en una de ellas no hay linterna en el grupo.

O sea: otro fraude.
(Deberían estar muy aburridos)

PUEBLO BLANCO


En noviembre de 1930, un hombre llamado Joe Labelle iba a ser el primer testigo de un misterio que permanece sin explicación hasta nuestros días.

Labelle era un cazador y trampero canadiense que se ganaba la vida en zonas agrestes de Manitoba (Canadá). Debido a su oficio, mantenía muy buenas relaciones con los esquimales y era conocedor de sus poblados y costumbres.

En uno de sus viajes de cacería, decidió pasar por una pequeña aldea esquimal que se ubicaba muchas millas lejos de Churchill, la población urbana más cercana.
Había estado allí innumerables veces y no tenía motivo para sentir temor alguno. Pero lo que encontró le heló la sangre.




El primer indicio de que algo andaba mal, lo tuvo cuando nadie salió a recibirlo. Y luego las cosas empeoraron: encontró muertos a los perros de los esquimales. Estaban atados, a la espera de salir con los trineos y, a todas luces, habían muerto de hambre.

Labelle se adentró en todas las tiendas que formaban la pequeña aldea, pero no encontró a nadie en ellas, ni vivo ni muerto.

Ya era improbable que toda la aldea (hombres, mujeres y niños) saliera a cazar, pero lo que transformó en imposible la idea, es que Labelle encontró las armas y los trineos en su sitio.
Ollas de comida pendían sobre fuegos que se habían apagado tiempo atrás. Un trabajo de costura fue encontrado a medio hacer, con la aguja clavada como si el tiempo se hubiera detenido pero la costurera hubiera desaparecido.


Una hora después de arribar, Labelle había recorrido toda la aldea y las cercanías. Ni una sola huella había quedado en el lugar. El hombre se retiró y dio cuenta a la Policía Montada, que condujo su propia investigación.

En el transcurso de la tarea policial, surgieron hechos que convirtieron el misterio en algo escalofriante. Los investigadores encontraron las tumbas de los antepasados de los esquimales, no muy distantes de la aldea. El problema es que estaban excavadas y faltaban los cuerpos.

Debieron descartar la hipótesis de animales depredadores: las piedras que cubrían las tumbas habían sido retiradas y cuidadosamente apiladas en dos montones. Tarea que ningún animal haría.


La conclusión de la Policía Montada fue: evento inexplicable.

Determinaron que las desapariciones databan de poco más de un mes, usando como elementos los restos de las fogatas apagadas y algunos otros datos.

Ninguno de los pobladores fue vuelto a ver jamás.

jueves, 2 de abril de 2009

LA VENGANZA SERA TERRIBLE


Ya no se respeta nada en este mundo. Eso es lo que debe estar pensando Darth Vader en este momento, mientras se toma un fernet con coca en algún bar del universo.

Resulta que los fans de "Star Wars" tuvieron una iniciativa artística: usar el casco negro de Vader como base para rediseñarlo según temas libres:



Algunos trabajos fueron bastante interesantes y conservaron el aire "maldito" del personaje. Por ejemplo, este Vader con casco metálico:



Pero otros se zarparon del todo y hasta idearon un casco erótico:



También hubo quienes aggiornaron el personaje, como el autor de este casco graffitero:



Y no faltó el que le dio un toque cool: mi favorito es este casco azul maligno:



Tampoco está mal, dentro del aura del personaje, este casco de soldado del más allá:



Y bastante imaginativo resulta este casco tipo Barón Rojo:



Y como original, se debe señalar este casco Estatua de la Libertad:



Pero los que vienen a continuación son bochornosos: que uno rosadito, que otro de payaso, que seguimos con el rosadito y que lo tratan de "cornudo" al hombre:









En fin, que así no se puede. El buen Vader tiene, después de todo, una reputación de malvado que mantener. Fijate si le dicen: "Che, te vi el otro día con ese casco rosadito que usás de noche".

O peor aún: "Te reconocí por los cuernos".

Dejé para el final uno que lo dice todo:



"Unite al Lado Oscuro"...que la venganza será terrible!!!

miércoles, 1 de abril de 2009

CAMARADA ALIEN


La foto anterior ha comenzado a circular por estos días en Internet.

En primer plano se ve un MIG 15, avión caza soviético. Detrás y al costado de la pista, observamos lo que parece ser un típico "plato volador".

La escasa información que se ha obtenido indica que la foto proviene de la colección privada de un piloto de pruebas de la fuerza aérea de la URSS, hoy retirado.
Siempre acorde a esas fuentes, no se trata de un aparato alienígena derribado o capturado, sino de una nave desarrollada por los propios ingenieros y diseñadores soviéticos.

Durante los años '50, se habrían construído varios prototipos, testeados por pilotos rigurosamente seleccionados (entre ellos el autor de la foto).

¿Significa esto que las observaciones de OVNIs en la URSS se explicarían por medio de estos aparatos?
No lo creo.

Hay diversos sucesos documentados, en los cuales los rusos intentaron interceptar o derribar OVNIs, cosa que naturalmente no se hace contra las naves propias.
Así que por ahora, los OVNIs también son un misterio por aquellas tierras.