martes, 31 de marzo de 2009

SUEGRA INDESTRUCTIBLE


"Ya no me banco a esa vieja bruja", se dijo un día Miroslav Miljici refiriéndose a su suegra.
El hombre, de 26 años, pensaba que su matrimonio se iba a pique por culpa de la madre de su esposa.

Y como estaban en Bosnia, donde parece que las armas sobran, se marchó directo a casa de la buena señora, cargando un lanzamisiles portátil a la espalda.

Ni siquiera llamó a la puerta. Se ubicó frente a la vivienda, apuntó y.....¡fuego!



De puro milagro, la mujer sobrevivió al ataque, aunque la casa resultó casi demolida.

Miroslav no se dio por vencido: echó mano de una ametralladora y avanzó hacia las ruinas, disparando a diestra y siniestra.

Terminada la munición, comprobó horrorizado que su suegra estaba viva entre los escombros y que apenas había sufrido algunos rasguños.


Fue condenado por un tribunal a seis años de cárcel.

(¿Por mala puntería?)

sábado, 28 de marzo de 2009

HOMERO LO SABRIA


Los llamados "hoaxes" son mails que difunden un mensaje enteramente falso, bajo la apariencia genérica de un tema serio. Suelen alertar sobre un supuesto peligro que es, en realidad, inexistente.

Han contribuído a la creación de no pocas leyendas urbanas y, por eso mismo, vamos a comentarlos en este blog.
El que vamos a ver hoy, trata sobre los efectos mortales del limón en la cerveza.

Está circulando por la web un correo que contiene un mensaje redactado en primera persona. En resumen, parece estar escrito por alguien que pasaba unas vacaciones en Camboriú (balneario de Brasil), concurrió con su hermano a una discoteca llamada Ibiza y, al día siguiente, debió internarlo en el Hospital Santa Inés con síntomas extraños.

Tras el examen, los médicos parecían pensar que el hombre estaba padeciendo de algún problema vinculado con la salmonella. Sin embargo, no respondió al tratamiento y acabó por fallecer.

¿Cuál fue la causa? Una supuesta intoxicación causada por colocar rodajas de limón en la cerveza, ya que (siempre según el mail):

"El problema está en los limones rebanados que no son utilizados prontamente, y muchas veces ellos son rebanados antes mismo de que los bares y restaurantes abran, durante la tarde.El Acido Cítrico del limón "viejo" en acción con los conservantes estabilizantes excesivos presentes en la cerveza son un paraíso para microorganismos ya existentes naturalmente en las cervezas (Sacarovictus Coccus Cevabacillus ativus) tipo draft. El resultado es la producción de una toxina altamente nociva a nuestro organismo"



Obviamente, cuando la gente encuentra esto en su correo, duda. Porque parece estar escrito con buenas intenciones y utiliza lenguaje técnico. Para mejor, en Camboriú existe realmente una discoteca llamada "Ibiza" y un hospital llamado "Santa Inés". ¿Entonces?

Entonces, es puro cuento chino.

Para empezar, el único microorganismo que se utiliza al elaborar cerveza es, por supuesto, el fermento cervecero (Saccharomices). Ninguna bacteria Coccus aparece en el producto terminado.

Para seguir, el ácido cítrico se halla presente en nuestro organismo así como también en la mayoría de las frutas que consumimos. Es un buen conservante y antioxidante natural.

Y por último, no hay nada que temer de la "espantosa mezcla", que no tiene efecto alguno.




Por supuesto, la mezcla de cítricos con bebidas alcohólicas no atañe únicamente a la cerveza y el limón. Cualquiera que haya tomado caipirinha o sangría lo sabe.

En suma, la mejor prueba de que el mail es un engaño, es que si fuera cierto ya estaríamos todos muertos.

Además, Homero Simpson lo sabría.

jueves, 26 de marzo de 2009

EL HOMBRE NUCLEAR


Es posible que, de acuerdo al título del post, ustedes esperasen ver una foto de Lee Majors (el actor que compuso el personaje de la serie del mismo nombre).
Pero no.


He aquí la imagen de alguien que realmente puede llevar el título de "Hombre Nuclear":

Tsutomu Yamaguchi (que así se llama) es hoy en día un apacible señor japonés de 93 años. Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo la mala fortuna de estar en Hiroshima el 6 de agosto de 1945, día en que fue lanzada una bomba atómica sobre la ciudad.

El número de víctimas fatales se calcula en alrededor de 140.000, aunque nunca se sabrá a ciencia cierta la cantidad de personas que murieron a causa de secuelas de dicha explosión nuclear.


Al día siguiente, los periódicos del mundo entero recogían la impactante noticia: una sola bomba, con la potencia de 20.000 toneladas de TNT, había arrasado una ciudad casi por completo.
Harry Truman, presidente yanqui de entonces, amenazaba a los japoneses con una "lluvia de destrucción" que se abatiría sobre ellos si no se rendían.

No eran palabras vanas. Ya estaban dadas las órdenes para lanzar una segunda bomba atómica sobre otra ciudad.



Mientras tanto, el buen Yamaguchi se había salvado por los pelos: si bien sufrió quemaduras extensas a causa de la explosión, logró sobrevivir.

El único motivo por el cual había ido a Hiroshima era un viaje de negocios, cosa que ya no tenía sentido alguno. Por eso, herido y todo, decidió regresar lo antes posible a la ciudad donde vivía: Nagasaki.

Mal podía saber que ese sería el siguiente blanco de la aviación estadounidense. Pero así fue: el 9 de agosto de 1945, un solitario bombardero lanzó una bomba atómica sobre esa ciudad.
Esta vez causaría 70.000 muertos la explosión:



Por increíble que parezca, Yamaguchi sobrevivió también esta vez. Nuevamente sufrió heridas, pero se restableció con el tiempo.

Claro está que las probabilidades de que una persona estuviera justo en cada ciudad en el momento de cada explosión son ínfimas. El hombre tuvo mala suerte.
O buena suerte, según como se mire. Porque vivió para contarlo.

miércoles, 25 de marzo de 2009

BAJO FUEGO NO IDENTIFICADO


No sé si en Rumania se festejará "Halloween", pero el 31 de octubre de 2007 las cosas se pusieron de terror en una base aérea situada a 40 kilómetros de la ciudad de Campia Turzii, en ese país.

Todo comenzó cuando el radar principal captó cuatro objetos no identificados en la pantalla. De comportamiento errático, parecían realizar maniobras de aceleración a gran altura. Por momentos, desaparecían del radar para volver a aparecer luego. Unos rápidos cálculos de su velocidad desecharon toda posibilidad de que fuesen aviones de ninguna clase. ¿Entonces?

Se despacharon entonces tres MIG 21 Lancer en misión de identificación e intercepción.

El Lancer es una versión modificada del MIG 21, realizada especialmente para la fuerza aérea rumana. Se trata de un caza capaz de alcanzar velocidades de más de 2.000 kilómetros por hora, que posee además buen armamento: un cañón de 23 mm y cuatro misiles aire-aire



Usando sus quemadores auxiliares, la patrulla de MIGs se elevó en busca de los intrusos. El avión de punta, comandado por el teniente coronel Nicolae Grigorie, se comunicó entonces con la base:

"Veo dos objetos sólidos, no traslúcidos."

Cuando la base le ordenó identificarlos, el piloto sencillamente no pudo hacerlo. Pero lo peor estaba por venir. Los otros dos objetos, que habían quedado debajo de la patrulla, realizaron de golpe una maniobra de gran velocidad en dirección a los aparatos.

De pronto, Grigorie sintió varios impactos en el fuselaje de su avión. Y comenzó a caer, al tiempo que lo comunicaba a la torre de control.



Mientras el avión de Grigorie caía desde 17.000 metros, los otros dos MIGs comenzaron a realizar maniobras evasivas frenéticamente.

Al mismo tiempo, la base fue puesta en alerta de ataque por su comandante. A tal punto se consideró seriamente la amenaza, que fueron enviados helicópteros con comandos, destinados a proteger el perímetro de la zona.

Pero todo fue en vano. Los objetos desconocidos realizaron una ascención a velocidades imposibles y alcanzaron pronto una altura imposible para cualquier aeronave militar. Luego desaparecieron del radar, simplemente.



Gregorie logró salvar su vida y su avión. Recobró el control del aparato y lo aterrizó, no sin dificultades. Tanto el MIG como el piloto fueron despachados a la capital y puestos a disposición de Inteligencia Militar. Y alli se inició una larga investigación.



Finalmente, se arribó a conclusiones (las mismas de siempre): procedencia desconocida.

Los daños del MIG no se corresponden con ningún arma existente, así como tampoco con impactos de aves, hielo ni trozos de metal desprendidos de otra aeronave. La hipótesis de pequeños meteoritos que hubieran impactado el avión, que también se investigó, no resultó válida.

El caza fue sometido a pruebas que pudieran evidenciar fatiga de materiales, que arrojaron resultados negativos. Ni los radares de la patrulla ni los de la base detectaron misiles de ninguna clase en el momento.
Otro misterio más, hecho oficial por el Ministerio de Defensa rumano.

Fuera del informe y en estricto "off the record", el piloto comentó algo insólito a un periodista especializado:

"En el preciso instante en que pensé disparar misiles a los dos objetos que vi, fue cuando los otros dos me alcanzaron y sentí los impactos."

Curioso, ¿no?

CUARENTENA



Nunca pensé que poner algo así en un blog fuese necesario, pero........

ADVERTENCIA


Este espacio no fue pensado para dirimir diferencias personales de ninguna especie.
Por lo tanto, cualquier comentario que evidencie mínimamente la intención de un "ajuste de cuentas" entre visitantes, SERA ELIMINADO SIN MAS TRAMITE.

Y no me obliguen a sacar el chipote chillón.

jueves, 19 de marzo de 2009

EL DIA QUE ME LAVARON EL CEREBRO


Sigo con las leyendas urbanas montevideanas. Esta vez para referirme a un episodio que dio mucho que hablar en su momento: la propaganda subliminal.

A mediados de los '70 yo era un adolescente y ya por entonces me gustaba mucho el cine. Por aquella época, era usual que los cines de barrio armaran programas maratónicos los fines de semana: se podía disfrutar de varias películas con una sola entrada.

Pero si se pretendía ver estrenos, eran los grandes cines del centro de Montevideo los que concentraban el público. Allí me dirigí un sábado con unos amigos, para ser más específicos al cine Plaza (una de las pocas salas de antaño que aún subsisten).

Nos llamó la atención que hubiera un puestito de refrescos y pop (pochoclo, pororó, pipoca, palomitas de maíz o como quieran llamarle) a la puerta del cine (no eran frecuentes por entonces). Como llegamos sobre la hora, no dio tiempo para comprar nada, pero nos tomamos unas cocas en el puestito al terminar la película (cuyo título ni recuerdo, no sería muy buena).



La cuestión es que a los pocos días empezó a correr un rumor generalizado: se habían realizado experimentos con propaganda subliminal en algunos cines montevideanos.

Básicamente, la idea es la siguiente: si usted proyecta una serie de imágenes a cierta velocidad, no podrán ser captadas conscientemente, pero llegarán al subconsciente del observador. Y lo que se decía por entonces era que, en los "cortos" publicitarios previos a la película que vimos, habían "colado" esas imágenes.

¿Con que fin? Vender refrescos y pop, por medio de esa sutil sugestión subliminal.



Las opiniones estaban divididas: había quien decía que todo era un disparate inventado, había quien decía que el dato era verídico (porque a "un amigo de un conocido" que trabajaba en publicidad, le habían mostrado la película a velocidad lenta y bla, bla, bla).

Como sea, con el tiempo pude recopilar varios datos. Para empezar, los rumores incluían el cine Plaza, el cine Central y el cine California. Los detalles variaban y cambiaban, pero siempre giraban alrededor de lo mismo.

Y la historia parece repetirse en diferentes ciudades, como sucede a toda leyenda urbana que se precie. La información más antigua que encontré refiere a un experimento realizado por un científico en USA (un tal James Vicary, investigador de mercado) que habría utilizado una función normal de cine en 1957 para probar su teoría acerca de la publicidad subliminal (provocando un aumento de ventas de refrescos de un 20 % y de popcorn del 70 %).

Ahora me explico por qué me quedé pelado, fueron estos científicos locos que me lavaron el cerebro!!

DE MONTEVIDEO AL MISTERIO SIN ESCALAS


El velero que se ve en la foto es el "Kobenhavn", perteneciente a la East Asiatic Company.
Fue construído en los astilleros "Ramage & Ferguson" de Escocia, terminado en el año 1921 y navegó bajo bandera danesa.

Realizaba viajes para el comercio de granos con Australia, a la vez que servía para entrenar cadetes de la marina mercante de Dinamarca.



El navío medía 130 metros de largo y desplazaba 5.200 toneladas aproximadamente. Contaba con cinco mástiles, de los cuales el mayor medía casi sesenta metros de alto. Caso de ser necesario, contaba con un motor de 640 caballos de fuerza.



Durante los diez viajes que realizó, sus rutas abarcaron los cinco continentes. Transportó cargas diversas y se le consideraba un buque extremadamente seguro (llegó a estar más de 400 días sin volver a su punto de partida, navegando y haciendo escalas sin reportar ningún problema).




El 12 de diciembre de 1928 zarpó de Montevideo con destino a Melbourne, con una tripulación de 60 hombres a bordo y una carga normal. En medio de un clima excelente, mantuvo comunicación radial hasta el 21 de diciembre inclusive, cuando confirmó que todo estaba bien a bordo.

Seria el último mensaje recibido del Kobenhavn. A partir de allí, su destino sería el misterio más absoluto: ni restos ni cuerpos ni rastro alguno del navío serían encontrados, por más que se desarrolló una búsqueda exhaustiva apenas el buque fue reportado perdido.



Algunos buques mantuvieron la búsqueda por espacio de tres meses, incluyendo hasta islas remotas en su patrulla. Pero nada fue encontrado, lo cual llamó poderosamente la atención.

El Kobenhavn contaba con botes salvavidas, una radio moderna para la época y una tripulación que, en tren de ser instruída, ensayaba a diario las medidas de seguridad.

Pero no hay previsión posible contra el destino.

miércoles, 18 de marzo de 2009

MOWGLI EN EL SIGLO XXI


Es probable que muchos de ustedes hayan leído "El libro de la selva", una obra de Rudyard Kipling originalmente publicada en 1894.
Recordarán que Mowgli es el nombre del protagonista, un niño con una particularidad extraordinaria: ha sido criado por lobos.

Me vino eso a la mente cuando leí esta noticia: en Rusia fue encontrada una niña criada por perros.
Madina, que así se llama la pequeña de la foto, tiene tres años. Su padre abandonó la familia y su madre, una alcohólica, resultó absolutamente incapaz de criarla.

Alertados por vecinos, un grupo de trabajadores sociales se hizo presente en la casa de Madina, encontrando un panorama increíble: la niña se encontraba en el fondo de la vivienda con un grupo de perros que la aceptó como una más de la jauría.
Madina se movía en cuatro patas y estaba chupando unos huesos cuando llegaron los funcionarios.

De acuerdo a lo que pudo establecer la Policía y los servicios sociales, la niña era sistemáticamente ignorada por su madre y pasó entonces a incorporarse al grupo de seres que la cobijaron sin problemas: los perros.
Jugaba con ellos y dormía con ellos. Comía lo que podía, fuese que la madre se lo arrojase al piso, fuese que Madina lo robase de la cocina, fuese que los perros trajeran algún "botín" a la vuelta de sus recorridas (identificando a la niña como "cachorro", la dejaban en la seguridad de la casa).

Los médicos la encontraron sorprendentemente saludable y los terapeutas indican que se recuperará de su experiencia. Al encontrarla, su vocabulario se componía exclusivamente de las palabras "sí" y "no".

Increíble por donde se lo mire.

viernes, 13 de marzo de 2009

LO QUE DOS LETRAS PUEDEN DECIR


Los otros días andaba viendo un extraordinario post de Fonzi acerca de un edificio emblemático de Montevideo: el Palacio Salvo.

Verán que hay fotos fabulosas ilustrándolo y, en particular, una de ellas llamó mi atención: la que muestra el emblema con las letras "PS", que desde siempre ha sido interpretado literalmente como "Palacio Salvo".

Para que sigan el hilo de lo que estoy diciendo, me tomo el atrevimiento de copiar aquí la foto que Fonzi tomó de ese emblema:



Le comenté a Fonzi que hay más de una interpretación para este simbólico diseño y, tal como le prometí, paso a contar una historia que me sucedió, donde se detalla una alternativa:

Muchos pero muchos años atrás (tantos, que el Pelado tenía pelo) yo comenzaba a trabajar en una institución financiera. Un día recibí una llamada telefónica de un amigo que estaba por comprar un apartamento en el Palacio Salvo. La cuestión es que quería financiar parte del precio con un préstamo y tenía un montón de dudas al respecto.

Como mi amigo iba a entrevistarse con el vendedor esa semana, me ofrecí a acompañarlo y, de paso, aclararle el panorama sobre la financiación, en la medida de mis posibilidades.
Así fue como conocí el Palacio Salvo por dentro y compartí esa sensación de majestuosidad que inspira el edificio.

Pero lo que importa del relato es otra cosa. Cuando conocimos personalmente al propietario del apartamento, resultó ser un señor de apellido y acento extranjeros. Debía pertenecer seguramente a la generación de mis padres y pronto reveló su nacionalidad: era francés, si bien vivía desde muchos años atrás repartiendo su tiempo entre Buenos Aires y Montevideo.

Hombre de conversación amena, nos mostró un poco el edificio, luego la vivienda y, casi terminaba de hacerlo cuando sonó el teléfono: su escribano le avisaba que iba a llegar un poco tarde. El francés ni se inmutó. "Tomemos una copa y charlemos un rato", dijo al tiempo que señalaba un barcito muy bien provisto (similar a los que aparecían como premio en "Martini pregunta", si los recuerdan).

Mi amigo vio whisky y no dudó. Pero a mí, caballero al fin, me pareció una cortesía elemental acompañar al dueño de casa en lo que éste tomase. Y salí muy bien parado: fue la primera vez que tomé pernod y debo decir que estaba muy bueno.

El francés tenía, evidentemente, mucho mundo y una vida entera detrás. Tenía mil y una anécdotas. Nos contó que había estado en Indochina como combatiente en su juventud y que luego había hecho grandes negocios allí.
En eso, vio un libro que yo había llevado para ir leyendo en el ómnibus: era algo de René Guénon, aunque no puedo precisar qué obra en particular. Ahí me preguntó directamente:

"¿Le interesan el ocultismo y la metafísica? Veo que ha leído a mi compatriota"

Le contesté que sí, lo cual era la verdad (ya ven que el Pelado estaba loco desde joven) y el hombre me dijo:

"Entonces le habrá llamado la atención el emblema de este edificio"

Se refería al emblema que Fonzi fotografió. Honestamente, yo no había notado nada "raro" en él: supuse que se trataba simplemente de un diseño adornado a gusto del decorador y con un significado claro, donde "PS" significaba "Palacio Salvo". Así se lo dije.

El francés se rió y me preguntó:

"¿Entonces nunca oyó hablar del "Priorato de Sion"?"

Faltaban muchos años para que yo leyera los libros donde se formulaban las teorías que, aprovechadas por Dan Brown, darían forma a "El Código Da Vinci". Por aquel entonces no tenía idea ni pista de lo que me hablaba. Y entonces me explicó su punto de vista:

El interesante diseño alude al número 8: se ve, efectivamente, la representación estilizada del mismo, junto con ocho flores de lis rodeando una estrella de ocho puntas que está en el centro.

Y el lema "PS" alude al "Priorato de Sion", organización depositaria de una serie de secretos que costaron la vida a los Templarios. La flor de lis es un símbolo clásico del Priorato, así como la cruz característica lo es de los Templarios y la rosa lo es de los Rosacruces.

En conjunto, el dibujo homenajea al octavo Gran Maestre del Priorato de Sion, que fue Nicolás Flamel, uno de los alquimistas más famosos de la Historia.

"¿Pero entonces Salvo era un iniciado?", le pregunté al francés en medio de mi desconcierto.

"No, claro que no", me contestó, "el iniciado era el arquitecto Mario Palanti, que también hizo algo parecido con el Palacio Barolo en Buenos Aires, que está repleto de símbolismo acerca de la "Divina Comedia" sin que nadie se lo encargase así."

No hubo tiempo para más charla. Llegó el escribano y se pasó al tema concreto por el cual estábamos allí (negocio que finalmente no se realizó por impedimentos legales). Pero cuando nos despedimos, el francés me estrechó la mano y me dijo:

"Si busca con ojo atento, va a encontrar trazas de alquimistas, templarios y rosacruces en este país. Se lo digo por experiencia".

Y con los años, debo decir que me parece que tenía razón.

VIERNES Y TRECE



Ya lo ven: hasta el gato negro tiene curiosidad por este post.
Viernes y trece: ¿por qué es considerado de mala suerte?

Empecemos por decir que no en todo el mundo es así. Los "viernes 13" son considerados de mala suerte principalmente en los países anglosajones. Sin embargo, son los "martes 13" los días nefastos para españoles, latinoamericanos y griegos. Y en ciertas zonas de Italia, el privilegio de ser el día funesto le corresponde al "viernes 17".

Por de pronto, la cifra 13 es considerada popularmente de mala suerte porque en la Ultima Cena eran trece los comensales.


En consonancia con esto, resulta ser que en el Capítulo XIII del Apocalipsis es donde se describe la llegada del Anticristo (que no es poca cosa).

A partir de estas ideas generales, parece razonable haber atribuído al pobre número 13 una significación penosa, que se transmitió a toda la cultura en general pero más aún dentro de los ámbitos ocultistas (si basta un ejemplo, digamos que la carta número 13 en el Tarot es "La Muerte").


De todas formas, eso no explica el por qué se asoció al día viernes para formar una dupla nefasta.
La respuesta parece hallarse en un hecho histórico: el arresto de los Caballeros Templarios.


Los Templarios eran una orden monástico-militar que, ya desde sus inicios, estuvo rodeada de misterio: se formó con apenas nueve integrantes, que se instalaron en Tierra Santa y comenzaron de inmediato a realizar unas extrañas tareas de excavación, en la zona donde se situaba antiguamente el Templo de Salomón (de allí el apodo de "templarios").


Qué buscaban y qué hallaron, nadie lo sabe. Pero las especulaciones abundan y van desde un inmenso tesoro hasta la mismísima Arca de la Alianza, pasando por otras teorías no menos interesantes.


La cuestión es que pronto comenzarían a reclutar nuevos miembros y a crecer en número, poder e influencia. Siempre fueron criticados por el secretismo que les rodeaba: sus ceremonias de iniciación fueron objeto de numerosos rumores, así como el hecho de que se vincularon con sectas musulmanas de índole metafísica.


De nuevo en Europa tras el fracaso de las Cruzadas, los Templarios se convirtieron en algo así como un estado supranacional: no respondían a rey ninguno y estaban diseminados en castillos y capitanías por todo el occidente conocido.
Fue así como el rey de Francia (Felipe IV), con la anuencia del Papa Clemente V, ideó un plan para eliminarlos de escena y obtener sus riquezas, a la vez que liquidaba las cuantiosas deudas que tenía con la Orden.


Y el viernes 13 de octubre de 1307 se hizo efectiva una orden de arresto contra todos los caballeros templarios de Francia, bajo acusación de innumerables cargos inventados.


Torturados y quemados en la hoguera, ese fue el fin de la mayoría de ellos. Traicionados por el poder temporal y por el poder eclesiástico a la vez.


Por tanto, parece ser que esa fecha ignominiosa dio origen a la idea popular: los "viernes 13" son nefastos.


Como sea, espero que todos ustedes hayan pasado bien el día de hoy....


....y que no les haya caído un piano encima desde algún piso 13 (número de piso que, dicho sea de paso, ha sido eliminado en muchos hoteles y edificios del mundo).

martes, 10 de marzo de 2009

MAS INTREPIDO QUE INDIANA JONES


El hombre alto y de mirada penetrante que se ve en la imagen anterior es Percy Harrison Fawcett. Nació en 1867 y se enroló muy joven en el ejército inglés, donde alcanzaría el grado de coronel. A lo largo de los años estuvo destacado en Ceilán, el norte de Africa, la isla de Malta, Hong Kong, Ceilán otra vez y, finalmente, Irlanda.

Hombre curioso y de intelecto inquieto, se interesó por la arqueología y realizó diversas expediciones personales en los lugares donde estuvo destacado como militar.
Conocedor de su afición, un amigo (el escritor H. Rider Haggard) le regaló una estatuilla de basalto, que representaba a un sacerdote egipcio. Curiosamente, la persona que había vendido la estatuilla a Haggard le dijo que había sido encontrada en una excavación en Brasil.

El asunto intrigó sobremanera a Fawcett, que comenzó a investigar por su cuenta. Así llegó a determinar que la mayoría de los símbolos que mostraba la estatuilla, estaban presentes en diversas piezas cerámicas prehistóricas, procedentes de apartadas zonas en Brasil.



El tema hubiera quedado en punto muerto, de no ser por dos hechos que ocurrieron.

El primero de ellos fue el llamado que recibió Fawcett, ya licenciado del ejército, para unirse a una expedición oficial cuya finalidad era demarcar las fronteras entre Brasil y Bolivia. Lo segundo surgió de algo que el explorador había aprendido durante su estancia en Asia: hizo que un monje con dotes de psicometría analizara la estatuilla.

La historia que el monje contó acerca de las impresiones que emanaban del objeto, señalaba que procedía de una ciudad oculta en la selva de Brasil. Fawcett quedó sumamente impresionado porque nunca le había mencionado el supuesto origen de la pieza y decidió llegar a la verdad por sí mismo.

De esa forma, una vez que cumplió el encargo para el cual fue contratado por el gobierno boliviano, procedió a realizar una extensa investigación sobre las ciudades perdidas en las selvas sudamericanas. Y de allí pasó a reunir financiación, personal y elementos para lanzar una serie de expediciones: siete en total, entre 1906 y 1925.



Sus primeros objetivos de exploración se encontraban en el estado de Bahía, pero no tuvo éxito en esa zona. Lejos de desanimarse, Fawcett investigó más a fondo y una tarde encontró un polvoriento y maltratado documento antiguo en la Biblioteca Pública de Río de Janeiro.

Ese documento sin nombre, que en todos sus escritos aparece codificado como "documento 512", mencionaba la localización aproximada de una antigua ciudad no identificada en el estado de Mato Grosso. Lo curioso es que concordaba con un mapa antiguo que había llegado a manos de Fawcett independientemente.

El coronel decidió entonces continuar sus pesquisas y arribó a sorprendentes conclusiones, que vinculaban la ciudad no identificada con una civilización no menos enigmática: los atlantes.
Formó entonces una pequeña expedición, de la cual participó su hijo Jack y un amigo de éste llamado Raleigh Rimmel, contando además con porteadores y guías.

En marzo de 1925 salieron de Cuiabá y se dirigieron a Bacairí, un minúsculo campamento del Servicio de Protección Indígena (organismo gubernamental), el cual hallaron vacío. A partir de allí, continuaron marchando hasta un punto que denominaron "Campo do cavalo morto", nombre ficticio que Fawcett inventó para evitar dar pistas a los infaltables buscadores de tesoros.

Como sea, ese fue el último punto de contacto que los expedicionarios tuvieron con el mundo. Lo mencionado hasta aquí, se sabe por una carta que Jack Fawcett escribió a su madre y que hizo llegar, mediante nativos, a un pequeño poblado que contaba con correo.

Indicó, además, que al día siguiente se internarían en la selva profunda y que contaban con indicios firmes que les permitirían hallar la "ciudad Z" (otro código del coronel).

Nunca más serían vistos.



¿Qué destino tuvo el coronel Fawcett y su expedición?

En 1928 se organizó una expedición de nacionalidad estadounidense, con gran parafernalia, comandada por George Dyott. Se esperaba que sus progresos diarios fueran expuestos en la prensa escrita de USA, que había aportado financiación. Pero resultó un fracaso: Dyott no encontró nada y se limitó a especular con la posible muerte de Fawcett a manos de indígenas.

En 1930 llegaría el turno de Albert de Winton, otro periodista estadounidense, que organizó y comandó una nueva expedición tras la pista de Fawcett. Afirmó haber logrado reconstruir la ruta del coronel y poder seguirla para ubicarlo.
Y probablemente lo consiguió, pues tanto él como sus compañeros de viaje desaparecieron sin dejar rastro.


De todas formas, las aguas volvieron a agitarse en 1932, cuando un explorador y cazador suizo afirmó poseer datos fidedignos de que el coronel Fawcett permanecía con vida en la selva, conviviendo con una tribu.
Tan convencido estaba Stefan Rattin, que organizó una expedición junto con el periodista Horacio Fusoni y un grupo de catorce hombres más. Se internaron en la selva y nunca más se supo de ellos.

Todos estos sucesos inexplicables alimentaron la leyenda de Fawcett y la multiplicaron.
Hacia 1937 hubo tres expediciones más tras la pista perdida del intrépido coronel y su ciudad oculta en la selva.
La primera de ellas no encontró nada y las dos siguientes volvieron con datos inquietantes y casi coincidentes. De acuerdo a los datos que recabaron entre los indígenas de la zona que recorrieron, tanto Willy Aureli como Henri Vernes arribaron a la conclusión de que Fawcett había alcanzado su objetivo y era el jefe máximo de una tribu desconocida que poblaba la "ciudad Z", de origen milenario.

En 1951 el misterio pareció quebrarse: una expedición brasilera contactó a un viejo jefe indio que afirmó haber dado muerte a Fawcett y señaló su lugar de entierro. Los expedicionarios recuperaron restos humanos que, trasladados a Londres, fueron analizados y se descartó que se tratasen del coronel.
Por tanto, se sumó otro misterio dentro del misterio: ¿a quién pertenecían esos huesos de hombre blanco? Nunca se supo.



La última expedición formada para dar con el paradero de Fawcett data de 1996 y fue organizada a iniciativa de un empresario de Brasil (James Lynch) y un explorador (Renée Delmotte).
No sólo no encontraron nada concreto, sino que casi son muertos por indígenas y perdieron equipo valorado en treinta mil dólares, en su precipitada huída.

Evidentemente, la selva sabe proteger sus secretos.

viernes, 6 de marzo de 2009

HISTORIA DE UN REINO OLVIDADO

Algunas de las mejores historias de ciencia ficción tratan sobre extraños reinos olvidados.
Y como todos ustedes sabrán, la realidad logra superar muchas veces a la fantasía. Por eso quise traer a tema un hecho verídico, sobre una comarca olvidada: el Reino de Araucania y Patagonia, cuyo mapa se ve a continuación:


Un buen día de 1858, desembarcó en el puerto de Coquimbo (Chile) un aventurero francés de origen noble, llamado Orelie Antoine de Tounens. Poco después se trasladó a Valdivia y comenzó a establecer contactos a fin de organizar una expedición a la selva araucana.

En 1860 se internó en la comarca de los indios mapuches y estableció un diálogo con el cacique Quilapán, proponiéndole la formación de un nuevo estado. Así fue como el 17 de noviembre de 1860 se estableció la fundación del Reino de la Araucanía, proclamándose a de Tounens como rey, con el título de Orelie Antoine I. De inmediato, el monarca recién nombrado promulgó una Constitución y declaró además formalmente anexada la Patagonia a su reino.

Debe aclararse que para los mapuches, el hecho de establecer un territorio propio no tenía nada de descabellado: luego de combatir casi un siglo contra los españoles, habían llegado a un acuerdo con éstos en 1641 (Parlamento de Quilín), por medio del cual se estableció su estatus de nación libre y se fijó el río Biobío como frontera norte de su territorio.

Orelie Antoine I procedió además a fijar Perquenco como capital y se dirigió a Valparaíso a fin de comunicar a las autoridades chilenas la situación, dejando perplejo al presidente Montt. Dada la noticia, el monarca regresó a la Araucanía a fin de atender los asuntos de su reino.

Aquí lo vemos en dibujo de la época:



Ya en 1862, el gobierno chileno ordenó el arresto de de Tounens por perturbar el orden público. Detenido y sometido a juicio, encaró él mismo su defensa. El juez decidió que se le recluyera en un manicomio, del cual fue liberado posteriormente y deportado a Francia.

Regresaría en 1869, pero encontrando una situación muy distinta: el gobierno chileno había puesto precio a su cabeza y realizado diversas maniobras para someter la Araucanía y a los mapuches. Debió huir a Buenos Aires.
De Tounens lo intentó nuevamente en 1874 y 1876, sin éxito en ambas oportunidades. Murió en 1878.


Curiosamente, la historia no termina allí. Fallecido sin herederos, había proclamado sucesor a un amigo, Gustave Aquille Laviard, que intentaría sin suceso el reconocimiento del reino por parte de otros gobiernos.
A partir de ello, se formó un "gobierno en el exilio", el cual se radicó en Francia.

El Reino de la Araucanía y la Patagonia tiene bandera, escudo e himno nacional. Emite sellos postales y, más aún, acuña moneda propia que tiene gran valor entre los coleccionistas numismáticos.

Posee una corona de uso administrativo (algo así como "de entrecasa"), cuya imagen se ve a continuación. La corona ceremonial, extremadamente valiosa por las joyas que la componían, al parecer fue robada por las SS cuando los nazis invadieron Francia en la Segunda Guerra Mundial y nunca fue recobrada.


La última imagen muestra al actual monarca (Philippe I) y su esposa Elisabeth: parecen simplemente un par de veteranos piolas que gustan del buen comer.



Por más datos, pueden visitar el "website real": http://www.araucania.org/

¿Sueños de sangre azul?