viernes, 22 de abril de 2011

AGRADABLE Y FANTASMAL


La Casa Whaley es una antigua construcción situada en San Diego (California, USA). Ha sido objeto de restauraciones diversas, pero básicamente no ha cambiado, como puede notarse si comparamos con una imagen del siglo XIX:




De acuerdo a los datos que se disponen, la finca (que comenzó como un simple granero) empezó a construirse en 1856. Al año siguiente se levantó la casa de dos pisos (que fue la primera de sus características en San Diego) y el almacén contiguo.

Si acaso, a su propietario original (Thomas Whaley) sólo puede reprochársele una cosa: que haya comprado un terreno donde antiguamente se había ubicado un cementerio. Pero desde el punto de vista del hombre, era lógico lo que hacía: regenteaba una fábrica de ladrillos a poca distancia de allí y era un lugar razonable para estar siempre cerca de su familia.




Cementerio o no, pocas casas podrán mostrar los niveles de actividad que tuvo la Casa Whaley a lo largo de esos tiempos. El granero muy pronto dejó de usarse como granero: alternativamente fue lugar de reunión de los lugareños, salón de billar, escuela e iglesia. Hasta que al fin fue alquilado al Condado de San Diego para usarse como Juzgado.

Por más que fueron apenas poco más de dos años, el uso de parte de la casa como Corte tal vez agregó un poco más de negatividad al sitio (como si el cementerio preexistente no fuera ya suficiente). Eran tiempos duros y el destino que se decidió para muchos delincuentes en este sitio no fue precisamente agradable.



Al mismo tiempo, otra parte de la casa se usaba como un almacén de ramos generales. Aún se conservan listas de productos que se comercializaban allí, que no varían demasiado de los que hoy en día pueden obtenerse en un supermercado.


Pero la razón para que esta casa entre en los posts de este delirante blog no está en su movida historia ni en la labor de los conservadores y restauradores (que parece magnifica), sino en la aparición de fantasmas en no pocas ocasiones.

Al parecer, siempre se trata de las mismas tres "personas". El primero de ellos es un individuo mal entrazado, de apariencia tenebrosa. Puesto que siempre aparece en la escalera, algunos investigadores piensan que se trata de un ladrón que, en pleno siglo XIX, fue sorprendido y se trabó en lucha con los serenos del almacén.
Logró herir con un cuchillo a uno de ellos, pero en su precipitada huída fue alcanzado y muerto a golpes, precisamente en la escalera.

Los otros dos fantasmas son bastante menos siniestros: se trata de dos niñas. De ellas, una ha sido plenamente "identificada" como una de las hijas del matrimonio Whaley, gracias a retratos familiares que se han conservado.


De la otra niña, nada se sabe. Pero la pequeña Whaley es la que se ve con mayor nitidez: mientras que los otros dos apenas alcanzan la consistencia de un reflejo borroso (lo que se espera de un fantasma), la niña ha sido confundida en más de una ocasión con una simple visitante del museo que hoy está en el lugar. Si se le habla, desaparece de la vista.

La Casa Whaley pertenece al Condado de San Diego desde el año 2000. Es administrada por una organización sin fines de lucro, que desde 1969 preserva el patrimonio cultural de muchos sitios así a lo largo de Estados Unidos.
Por la módica suma de seis dólares, se puede visitar y, aunque sea por un rato, entrar en un ambiente agradable (y fantasmal) de otros tiempos.

Les dejo un video que muestra más:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta linda la casa.
pero si empiezo a charlar con alguien y se desaparece de la nada, me internan del ataque cardiaco jajajaja, asi que muy linda pero te la regalo

Un abrazo
Azra

pelado1961 dijo...

Eso de encontrarse con la niña debe ser toda una experiencia, Azra.
Pero hay que bancarla, ¿eh?

Va un abrazo.

Renata dijo...

wooo qué interesante, yo vivo a hora y media de San Diego y voy muy seguido y en la vida había yo escuchado nombrar esta casa.....tengo miedo de ver el video!! A ver si me animooo!!! Y quiero irrr! =)

pelado1961 dijo...

Renata:

Ya ves que en este blog recomendamos cosas buenas y fantasmas acreditados, jajajjaa.
Si vas, después nos contás si hablaste con alguna niña sospechosa!!!!

Beso.