miércoles, 13 de abril de 2011

LOS TRES CABOS


Joachim Fischer (o Fisker según otros documentos) fue un tímido campesino bávaro del siglo XVIII.
Nada dice de él la Historia (así, con mayúscula), pero sí se cuentan muchas historias (con minúscula) sobre su persona.

El buen Joachim era muy creyente, muy piadoso y no era extraño que se entregara al ayuno, la penitencia y la oración. Eran tiempos muy complicados en Europa y las guerras eran frecuentes. Y el campesino le pedía a Dios que terminase con la violencia y la devastación.

Una noche, Joachim tuvo una visión. En ella, un ángel le explicó que la guerra y la destrucción tendrían un fin, pero que no seria en vida del campesino. Por el contrario, aún era necesario que el ser humano pasara por tres hecatombes, tres pruebas, tres momentos en los cuales estaría a punto de sucumbir toda esperanza.

"Habrá muchas guerras más, pero estas tres serán especiales pues pondrán a prueba el espíritu humano", dijo concretamente la aparición.

Joachim hizo entonces una pregunta sabia: quiso saber cómo reconocer esas tres guerras, cómo diferenciarlas entre todos los conflictos que se avecinarían en los siglos. Y la visión le dijo:

"Muchos monarcas y generales intervendrán en ellas, pero serán provocadas por pequeños cabos, que destruirán todo a su paso. Las multitudes los seguirán, aunque ellos serán un poco extranjeros en su tierra" 

Para el campesino, nada de esto tenia sentido. Las guerras eran cosa de reyes y emperadores, de generales y conquistadores. Temió estar enloqueciendo y comentó lo acontecido con los monjes de una abadía cercana, que tomaron nota de su visión y las palabras pronunciadas, en documentos que serían encontrados siglos después.

Y fue con el tiempo que todo tuvo sentido.

Para empezar, voy a mostrarles una imagen que reconocerán:



Ya saben que se trata de Napoleón Bonaparte. Y si no se rifaron ningún tema en el liceo, sabrán que fue figura central de conflictos europeos que abarcaron varias campañas militares (y me quedo corto diciendo "conflictos europeos", porque las campañas también tomaron cuenta de la Rusia profunda y de Egipto).

Lo cierto es que Napoleón puede ser considerado un héroe en Francia, pero en otros países europeos se le consideró como un maquiavélico sediento de poder (y creo que aún lo ven así). No hay que olvidar que invadió gran parte del continente y esas cosas no hacen gracia.

Pero, ¿cómo entra Napoleón a formar parte de la profecía de Fischer? Resulta difícil asociarlo, en principio, porque Bonaparte fue un militar de carrera, que cursó la escuela militar en París y se graduó como oficial de artillería. ¿Entonces?
Entonces, todo queda claro cuando sabemos el apodo que le daban sus soldados: "le petit caporal", el pequeño cabo. Y además Napoleón no nació en la Francia continental, sino en Córcega, apenas un año después de que dicha isla fuera comprada por los franceses a la República de Génova. Fue en parte un extranjero en la tierra que gobernó.

El segundo caso es no menos raro.

Veamos otro personaje de la Historia que todos reconocerán:




Adolfo Hitler se hizo con el poder en Alemania en 1933. De sobra es conocido su accionar y la magnitud de la guerra que dio comienzo en 1939.
Tampoco en este caso parece que pudiéramos asociar el personaje a la profecía, pues al subir al poder era un civil (si bien se le consideraba jefe de su partido y posteriormente se proclamó Fuhrer del pueblo alemán).

Pero todo encaja cuando se investiga un poco y se encuentran cosas como esta foto:




El hombre de bigotes que se ve a la derecha de la imagen es Adolfo Hitler. Está de uniforme porque participó de la Primera Guerra Mundial y allí obtuvo el rango de cabo.
Y todo cierra cuando recordamos que Hitler no era alemán, sino austríaco de nacimiento. O sea, un poco extranjero en la tierra que gobernó.

¿Cuál será la tercer devastación y quién la provocará?

Se trata de algo muy difícil de contestar. La mayoría de las profecías sólo se entienden cabalmente luego de que son confirmadas por la experiencia. Si hay que pensar en términos de escalas, es fácil darse cuenta de que las Guerras Napoleónicas habrán sido terribles, pero no dan la talla al lado de la Segunda Guerra Mundial, que fue espantosamente devastadora.

Si la relación se mantiene, ya nos vamos dando idea de lo que cabe esperar.

Por mi parte, sólo diré esto: del mismo modo que Napoleón tenia talento para la Matemática y que Hitler quiso ser pintor, espero que el "tercer cabo" haga realidad su vocación alternativa y nunca, jamás, llegue al poder o a la milicia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes que pienso con respecto a las profecias...que al final no sirve de mucho el saber el futuro, si de todos modos lo que tiene que pasar pasara.

Igual me encanta el tema jajaja,como todos los temas donde hay un misterio.

Pero si siempre se cumplen,de que sirve saber si no lo podemos cambiar?
Y por otra parte no estamos atrayendo de cierta forma esa realidad profetizada al creer en ella?.
La cuestion es que cuando le aciertan,.. los profetas sufren el complejo de casandra, que es saber el futuro pero que nadie te crea hasta que ya sea demasiado tarde.
Asi que, que es mejor en este caso?
(suponiendo que sean verdaderas y acertadas claro esta),
Saber o no saber el futuro?
cambia algo realmente?
Napoleon y Hitler existieron y no pudieron abortarse sus planes.Con o sin creer en las profecias.

Aunque supiesemos los planes del tecero por venir, podriamos de alguna manera influir en algo??
O simplemente seriamos testigos de lo que inevitablemente tiene que suceder?
De ser asi,saber el futuro no seria una tortura adicional ?, a lo ya catastrofico que nos sucedera en el futuro,que dicha profecia dijo?

Saber o no saber? esa la cuestion.

Yo porsupuesto, mas alla de mis dudas y reflexiones prefiero saber jajajaja pero porque soy un curioso nato je.

un abrazo
Azra.

pelado1961 dijo...

Es interesante tu comentario, Azra.
Para empezar, porque si el cumplimiento de las profecías es inevitable, entonces cabe dudar del libre albedrío (por poner un ejemplo, los atentados que se hicieron contra Hitler antes de la guerra estaban "destinados" a fracasar, entonces).

Mi opinión es que existe un mundo de posibilidades, que se van delineando en una serie de futuros posibles. Por eso, no creo que las profecías sean inevitables, sino solamente probables.

Qué tema interesante, ¿no?

Va un abrazo.

Anónimo dijo...

Totalmente.
Yo pienso que nuestro pensamientos y creencias forjan nuestros destinos, nada esta realmente escrito, a menos que lo creamos asi.
Por eso decia.
No atraemos la catastrofe al creer en ella y esperar a que pase?
Del mismo modo que nuestra autoestima limita o produce nuestros exitos,
si pensamos que por ejemplo ,no triunfaremos en "X" asunto, es casi seguro que no triunfaremos.Pero si somos positivos , (no esta el partido ganado), pero es mas probable que salga mejor que pensando en negativo.
Igual como te dije , soy super curioso y me encantan estos temas, pero igual prefiero pensar en positivo, de ultima no pierdo nada con Tirarle buena onda a la cuestion jajajajaja.
Un abrazo
Azra.

Mariolo dijo...

Nadie es profeta en su tierra. En este caso, las profesías hablan de que los que arman despiole vienen de otra tierra.

Un cabo uruguayo agarró a tiros a todo el mundo en el Congo. Habría que averiguar si no nació en la isla Martin García.

pelado1961 dijo...

¿Ves que somos flojos los uruguayos, Mariolo?
En vez de guerras, invasiones y conquistas, el tipo se contenta con unos tiritos!!!
¡Así no hay profecía que camine, jajajajajaja!!!

(Prefiero que las cosas se queden en esa escala y no crezcan)

Va un abrazo.

El radioaficionado dijo...

Hay un "Tercer Cabo" y que llevó a su país a una guerra. No te olvides de José López Rega, que fué Cabo de la Policía Federal de Argentina y terminó siendo mano derecha de Juan Perón en su última presidencia... Y fué fundador de la AAA, fuerza paramilitar y responsable de muchas muertes en Argentina en la llamada "Guerra Sucia" que desembocó en la más sangrienta de las dictaduras en Argentina. Se lo llamaba "El Brujo" porque se consideraba Astrólogo.

pelado1961 dijo...

Radioaficionado:

Estoy seguro de que a López Rega, de haber podido, le hubiera encantado estar a la altura de Napoleón o Hitler, pero su influencia a nivel mundial no es la misma.

De todas formas, el dato que aportás es muy interesante: otro cabo nefasto en la lista.

Gracias por el comentario.
(En algún momento voy a subir un post sobre las "veleidades" esotéricas de "Lopecito", porque fueron muy raras), dignas de ser analizadas.

Va un abrazo.