martes, 26 de octubre de 2010

MOTHMAN


Si hay algo en lo que creo que estuvo muy acertado el gran Lovecraft, es el haber imaginado (o presentido) que las historias más siniestras suceden en esos pequeños pueblos que parecen tranquilos y atemporales.
Por ejemplo, en Point Pleasant (West Virginia, USA).

El último censo indica que la población del lugar no llega a las cinco mil personas. Y probablemente vivieran menos personas allí en los años 1966 y 1967, cuando la localidad sufrió trece meses de terror desatado a causa del Mothman.


Todo comenzó casi como en una película de los años '50, con dos parejas de jóvenes paseando en auto por los aledaños del pueblo. Era la noche del 15 de noviembre de 1966.
La zona por la que andaban es conocida por los lugareños como "área TNT", porque en ella se situaban antiguamente varias instalaciones y un almacén de explosivos del ejército.


Una de las jóvenes, Linda Scarberry, observó de pronto algo inusual: situado en el techo de uno de los viejos edificios, un ser enorme y de brillantes ojos rojos les estaba observando.
La chica pegó un grito y sus acompañantes miraron en la dirección que señalaba, alcanzando a ver a la siniestra criatura cuando desplegaba unas enormes alas.

Por supuesto que se fueron de allí apresuradamente. Con el auto a toda marcha, tomaron la ruta 62 y pusieron dirección al pueblo. Pero fuese lo que fuese el ser, no los dejó en paz: comenzó a perseguirlos volando sobre ellos y poniéndose cada tanto al costado del coche.

Para peor, aumentar la velocidad no les ayudó: no pudieron dejar atrás a la criatura alada. Recién cuando las luces del pueblo aparecieron (tras once kilómetros de persecución), el ser los dejó irse.


Lo primero que hicieron los jóvenes fue acudir a la Policía. Milar Halstead era asistente del Sheriff por entonces, y conocía a los muchachos desde siempre: entendió que no estaban mintiendo ni inventando la historia, por lo cual, venciendo la reticencia natural de éstos, volvieron al lugar en su compañía.

El policía revisó los edificios por fuera, mientras los muchachos esperaban en la patrulla. No notó nada anormal, por lo cual regresaron al pueblo.
De todas formas, insistieron en llenar un reporte policial. Y por eso, la historia se filtró a la prensa, con un periodista que la pasó en grande mofándose del relato y bautizando como "Mothman" (Hombre polilla) a la criatura.


¿Un cuento de pueblerinos? Pudo ser.
Pero el único problema es que, en los siguientes treces meses, sumarían cientos de personas los que tendrían encuentros o avistamientos del extraño ser.

Después de los cuatro muchachos, el turno del terror llegó para una familia que se dirigía en coche a casa de unos amigos.
Raymond Wamsley manejaba en compañía de su esposa, su pequeña hija y dos familiares más. Era de noche y observó en cierto momento una luminosidad rojiza sobre el "área TNT" que se veía a lo lejos.
Para no incomodar a los suyos, no dijo nada.

Pero cuando llegaron a casa de los amigos, algo los esperaba. Ni bien bajaron del auto, allí estaba el Mothman: la misma figura aterradora que vieron los chicos, pero de pie ante ellos y con las alas apenas plegadas.
Mucho más alto que un ser humano, los ojos rojizos y brillantes, no era nada que hubieran visto antes.
La esposa de Wamsley, que había bajado del auto con su hijita en brazos, intentó sostener la mirada de la rara criatura, pero sufrió un desvanecimiento.

Al final, los dueños de casa salieron al oir gritos. Visitantes y visitados entraron a la finca apresuradamente y fue llamada la Policía. Pero al llegar los uniformados, ya no había rastro del ser acechador.


Como dije, con el tiempo sumaron cientos los testigos. Y para sumar mayor misterio al asunto, pronto se conectaron los avistamientos del ser con observaciones de OVNIs.
En marzo de 1967, Harold Harmon (agente policial) patrullaba las afueras del pueblo cuando se topó, en un claro de un bosque, con la visión de un aparato volador de forma ovoide. Silencioso, sobrevolaba un estanque. Y minutos después, un asustado y escondido Harmon observó dos de los seres voladores dirigirse al OVNI.

Tras los OVNIs llegaron los investigadores. Entre ellos, John Keel, uno de los tantos ufólogos que, cuanto más investigaba, más se alejaba de identificar a los extraños visitantes con "seres del espacio".



Al principio de su carrera, como tantos otros, Keel se apegó a la teoría clásica: los OVNIs serían aparatos de una raza extraterrestre que nos observaba.
Pero sus estudios le llevaron a concluir que esa teoría ya no se sustentaba: las particularidades de algunos de los seres se parecían sospechosamente a las de demonios y seres sobrenaturales de diversas mitologías.

Es probable que la visita de Keel a Point Pleasant haya impactado profundamente en su trabajo y sus ideas. Realizó trabajo de campo, entrevistó testigos, hizo todo lo posible por esclarecer el misterio. Fue entonces cuando encontró que había "contactados", gente que había recibido mensajes más que extraños de los raros seres.
Y cuando quiso adentrarse más, comenzó a recibir llamadas telefónicas que supuestamente procedían de los entes. Tomó las primeras con escepticismo, para luego constatar que algunas de ellas eran imposibles: las voces, analizadas por expertos, no se correspondían con el rango de sonido de los seres humanos.
No provenían de seres humanos.



De acuerdo a los contactados, los seres querían prevenir una gran catástrofe. Pero no daban demasiadas pistas de cuál era esa desgracia.
Nadie pudo saberlo y Keel tampoco. Hasta que pasó.

El 15 de diciembre de 1967 se vino abajo el Silver Bridge, puente que unía Point Pleasant con Ohio.
Murieron 46 personas.
El mismo día, se produjo el último avistamiento OVNI de la zona. Cesó por completo toda observación o encuentro con el Mothman. Todo terminó, después de trece meses exactos.

Los hechos permanecieron inexplicados. La historia se hizo un poco más conocida cuando fue llevada a la pantalla grande en el año 2002, con Richard Gere en el protagónico de "The Mothman Prophecies".


La película relata a su manera los hechos, dejando al espectador tal y como se quedó John Keel: sin solución a la vista.
Aún así, cumple su cometido de entretener y no intenta forzar una explicacíón de lo acontecido.

De todas formas, la "explicación oficial", que dieron en su momento los científicos, fue bastante pobre: la gente (cientos de personas) había confundido un ave de la zona con un monstruo extraño. Eso dijeron.
No es muy creíble, ¿no?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca dejes de subir cosas! Fenomenal Blog!! Excelente!!

Felicitaciones!

pelado1961 dijo...

Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

hola pelado!! muy buena historia! deberias relatar en voces anonimas!! jaja
vi esa pelicula en el cine! me gusto mucho! esta buena!
besos
FloR!

pelado1961 dijo...

Gracias, Flor!!!
A mí también me gustó la peli, que fue la que hizo conocer el tema a nivel mundial.

Mariolo dijo...

Pero acá, en verano, se están viendo insectos parecidos, eh ...

pelado1961 dijo...

El último mosquito que recuerdo era bastante aterrador,es verdad, jajajjajaja

Ferchu dijo...

Fenomenal este post, creo que es el informe mas completo que lei de este caso Pelado.

Yo temeria encontrarme con un bicho asi, lo primero que esconderia seria mi ropero jejeje

pelado1961 dijo...

Yo creo que salgo volando y ni el Mothman me logra alcanzar!!!