Corría el año 1985 cuando Peter Hall, bombero de la ciudad de Yorkshire (Reino Unido) comenzó a notar algunas inquietantes coincidencias en el transcurso de su trabajo.
En los últimos tiempos, su brigada había tenido que acudir a sofocar diversos incendios en viviendas donde todo había sido consumido por las llamas, a excepción de una cosa: un cuadro.
Lo curioso del asunto es que la temática de los cuadros se repetía una y otra vez: se trataba de niños llorando, siempre niños llorando.
El hecho se repitió tantas veces, que Hall decidió aventurarse a filtrarlo a la prensa.
Fue así como un par de periodistas bastante incrédulos del "Sun" terminaron con el asunto en sus manos.
Y por mucho que el "Sun" suela publicar noticias y chismes sobre famosos y celebridades continuamente, ya los temas paranormales son harina de otro costal.
Los reporteros se limitaron a hacer una pequeña nota y un reportaje poco enfático. Pero fue suficiente para echar a rodar una bola de nieve en materia de nuevos testimonios a lo largo de todo el país.
Docenas de personas se comunicaron con la redacción del "Sun", todas con una historia de una tragedia personal: un incendio donde estaba involucrada una pintura de un niño llorando. Los testimonios se iban apilando y los reporteros tuvieron que investigar con mayor prolijidad y detenimiento.
Por de pronto, descubrieron que varias pinturas se repetían. Es decir, se trataba de reproducciones de apenas cinco o seis cuadros diferentes, que por algún motivo se hicieron populares en la época.
Les muestro algunos de ellos:
Por mucho que me guste el arte, no es el tipo de pintura que me gustaría colgar en mi casa. Sin embargo, muchas personas parecen haber pensado diferente a fines de los '80, porque estas reproducciones se vendían bien. Y se cobraron otro precio también.
La primer persona en llamar a la redacción del "Sun" fue Dora Mann, de Mitcham (Londres), que sufrió un incendio a los seis meses de comprar la pintura. Un incendio en el cual sólo el cuadro se salvó.
La historia se repitió por triplicado en Kilburn, barriada de Londres donde dos concuñadas y una amiga compraron la misma reproducción y sufrieron incendios en sus casas.
Y los testimonios seguían llegando de todo el país. El primer negocio en sufrir la maldición fue una enorme pizzería de Great Yarmouth (Norfolk), que ardió hasta consumirse, a excepción por supuesto de la infaltable pintura del niño llorando.
Pero el caso más insólito fue el de la familia Amos en Merseyside, que vio su casa destruída por una explosión seguida de incendio, de la cual sólo se salvaron dos cuadros, dos pinturas de niños llorando, que ni siquiera estaban en la misma habitación.
Sea como sea, el señor Amos dio el puntapié inicial a una gran idea: destruyó por su cuenta las dos reproducciones que el incendio no había tocado. Luego, otros damnificados hicieron lo propio. Hasta que finalmente, la gente del "Sun" organizó una gran quema de cuadros de niños llorando.
Se recibieron miles, desde simples láminas impresas de baja calidad hasta óleos que reproducían fielmente a los originales.
Bajo supervisión del cuerpo de Bomberos, la quema en masa se llevó a cabo con total seguridad.
Por lo que se sabe, fue el fin de la maldición.
El Pelado también hizo los deberes y anduvo investigando un poco más. Fue entonces cuando surgió un nombre: Bruno Amadio.
Según parece, ese es el nombre del artista que realizó los originales de los "niños llorones": una serie de veintisiete retratos donde se repite invariablemente la temática.
Las malas lenguas dicen que Bruno Amadio, conocido también bajo el seudónimo de Giovanni Bragolin (o simplemente Bragolin), era un pintor italiano afín al régimen fascista, para el cual habría realizado diversas obras ya entrados los años '30 del siglo pasado.
Cuando la guerra terminó, tal parece que Bruno se trasladó a Sevilla y se reinventó a sí mismo como un hombre sin pasado, retomando los pinceles bajo seudónimo.
En esos menesteres estaba, cuando ideó la serie de los "niños llorones". Y aquí es donde la leyenda se abre en dos.
Hete allí al tal Bragolin (a la derecha, por más datos)
Hay quienes dicen que Bragolin solicitó varios niños gitanos para usar como modelos, maltratando a algunos para obtener la expresión deseada.
Como resultado, su obra fue maldecida por los gitanos cuando se enteraron del hecho.
Según otros, Bragolin usó como modelo a un niño de un orfanato, cuyo fiel retrato sería el primero de los cuadros que acompañan este post.
Posteriormente, el orfanato ardería en un incendio, pereciendo el pobre niño, a partir de lo cual las pinturas quedaron malditas.
Sea como sea, hubo sobrados ejemplos de que no es aconsejable tener una reproducción de los cuadros que componen esta serie.
Por mi parte, los estoy borrando de mi equipo en este preciso momento. Quedarán en el ciberespacio, que no se prende fuego.
9 comentarios:
Comento y cierro esta página, YA.
Muy buen post, Pelado, como siempre.
La verdad que llama la atención que nunca se incendiaran los cuadros estos.
Ta, rapidito y cierro al pagina.
Suerte empila
Por mi parte, borré del PC las imágenes que usé para el post.
Sálvese quien pueda!!!
Pelado, como andás tanto tiempo.
Yo un tanto alejado del mundo blogeril por mis múltiples ocupaciones y viajes relámpago..jajaja.
El tema de estos cuadros no es broma.
En la época en que investigaba casos para Voces Anónimas me topé con esta historia, y con una señora del barrio de Piedras Blancas que supo tener el cuadro del niño triste.
La historia era tan terrorífica y por momentos inverósimil dadas las características diabólicas de la misma que fue descartada porque se pensó que nadie la iba a creer.
Hace unos meses me enteré que la señora había perecido en un incendio .
Supuestamente se había producido por problemas en su estufa.
Que coincidencia, no?
Un abrazo.
borren el cache de su navegador
Fonzi:
La historia es posta, no hay dudas.
En Inglaterra hubo por lo menos cincuenta incidentes en ese año fatídico donde los diarios se ocuparon del tema.
El dato que aportaste confirma la validez de todo. Gracias por compartirlo!!!!
Querosen:
Hombre prevenido vale por dos.
Borremos!!!
Pelado me hiciste acordar a una pelicula de terror que justamente se escuchaba un niño llorando, como me asuste con esta peli...
Muy buen post
Ferchu:
Creo que esta historia de los cuadros es bien tétrica.
Me alegro que te haya gustado el post.
Va un abrazo.
Tengo exactamente ese mismo cuadro. El de la niña! 😱
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