miércoles, 9 de noviembre de 2011

MALDITO CONQUISTADOR


Si nos referimos puramente a sus virtudes como película, "El conquistador de Mongolia" ("The conqueror"), film del año 1956, no ofrece material como para pasar a la historia del cine (piénsese en lo disparatado que es el intentar que John Wayne personifique a Gengis Kan).

Pero la cuestión es que la película se transformaría de por sí en una leyenda urbana: se afirma que la mitad del personal interviniente en ella murió de cáncer a medida que los años fueron pasando.

Vamos a ver qué hay de cierto en esta historia.


Esta película nació como una "superproducción" en la mente de Howard Hughes, entreverado por entonces en el negocio cinematográfico. Hombre que pensaba en grande, Hughes puso la (mala) idea y largó todo el fardo en manos del estudio RKO.

Dinero no era lo que faltaba, de modo que contrataron a John Wayne para hacer de Gengis Kan (más o menos, como que me pongan a mí para hacer de Bruce Lee). Y como había que darle un toque romántico a la historia, se necesitaba una coprotagonista. Otro montón de dinero sobre la mesa y, por arte de magia, consiguieron a Susan Hayward para hacer de "princesa tártara" (otro disparate).


Los maquilladores se encomendaron al cielo y pusieron manos a la obra. John Wayne les quedó más parecido a un integrante de Village People que a un conquistador mongol, pero ya todos estaban jugados, así que no hubo vuelta atrás.
En cuanto a Susan Hayward, se ve que los mandó a todos a freir espárragos. Aparece tal como era y punto. No me vengas con princesas tártaras, pibe.

Y el tercero en discordia (que quería quedarse con el liderazgo de Gengis Kan, la chica de Gengis Kan y hasta el triciclo de Gengis Kan) era un tal Jamuga, papel que fue adjudicado a Pedro Armendáriz.


Definitivamente improbable como mongol, Pedro Armendáriz era un actorazo que (me atrevo a decir) fue el único que no naufragó en el proyecto.
Y los actores de reparto incluyeron a unos cuantos de esos que todo director quería tener para un protagónico: Lee Van Cleef, Agnes Moorehead, William Conrad y varios más.

El director fue Dick Powell, que tuvo carrera más extensa como actor y productor (en cine y TV) que como director. Y con razón, porque después de este trabajo, mejor se dedicaba a otra cosa.

Como sea, allá marcharon todos a una locación en St. George y dieron comienzo a la filmación. Pero quiso el destino que el sitio estuviera a unos 200 kilómetros de un campo de pruebas donde, hasta un año atrás, se habían llevado a cabo testeos de armas atómicas.

El equipo de filmación y los actores pasaron bastante tiempo en el sitio y todos los datos permiten suponer que se vieron afectados de alguna manera por la radioactividad residual.
En apariencia, de las 220 personas que integraban el grupo humano que participó de la filmación, sucedió que 91 contrajeron algún tipo de cáncer a posteriori.

A esto pueden sumarse también algunas personas que simplemente estaban allí para acompañar a otros. Tal sería el caso de un hijo y un hermano de John Wayne, asi como de un hijo de Susan Hayward. Y tanto los protagonistas como el director vendrían a acrecentar esa desgraciada lista.


Presumo que la verdad concreta no va a saberse nunca. Para peor, como los tiempos apremiaban, Howard Hughes mandó traer 60 toneladas de tierra del sitio contaminado a los estudios de RKO, a fin de preparar el set para escenas especiales.

Algunos médicos han calculado que el número máximo de afectados por esa enfermedad en un grupo humano de ese tamaño, sería normalmente de unas treinta personas. Por lo cual hay que suponer la existencia de factores externos. Y la contaminación del sitio es la causa más probable.

En su momento, la película fue un desastre de taquilla y recibió una lluvia de palos de la crítica.
Poco después, Hughes abandonó el negocio cinematográfico, no sin antes comprar este filme con la finalidad de impedir que continuara a futuro su exhibición en cine o TV.

O sea, era una película maldita por donde se mire.

6 comentarios:

El radioaficionado dijo...

No conocía el asunto... Pero en aquellos años llegaron a hacer las pruebas nucleares cerca de las ciudades... Hay fotos de hongos nucleares vistos desde las calles de Las Vegas.
Pedro Armendariz murió de los mismo mientras filmaba "From Russia With Love", la segunda peícula de James Bond...

pelado1961 dijo...

Tal cual, Radioaficionado.
Armendáriz fue uno de los que pagó los platos rotos de la filmación de esta película.
No podían saber a qué se exponían.

Bruno Azrael dijo...

"John Wayne les quedó más parecido a un integrante de Village People que a un conquistador mongol"

jajajajajaja como me rei con eso.

Mas que maldita llena de malas desiciones, desde que decidieron hacerla , como, cuando y donde, todo mal.
Y encima les dieron palos hasta cansarse.
Fail total.

Un abrazo.
Azra

Mariolo dijo...

Por la plata baila el mono, decía mi abuela. Y si, tal cual es este ejemplo.
Claro, acá, por la plata, no sólo bailaron, sino que murieron, caro precio

pelado1961 dijo...

Azra:

Fue lo primero que se me ocurrió cuando vi a John Wayne con esos "mostachitos" que le pusieron los maquilladores.
Es como verlo en la portada de "Grandes éxitos de Village People", jjajajjaajjaja.

Va un abrazo.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

A mí me cuesta creer que no haya responsables directos de esto.
Porque si a un actor le pagan para una filmación, va donde le toca. Pero hay gente que elige las locaciones y debería tener alguna idea de lo que hace.
Debería.

Saludos, amigo.