sábado, 12 de noviembre de 2011

EL EJERCITO FANTASMAL


Amigo/a lector/a de este blog, voy a hacerle una pregunta sencilla: ¿qué le parecería a usted si alguien autorizara a hurgar tumbas para que la gente se entretenga?

Grotesco, lamentable, sin justificación alguna, ¿verdad? Pero resulta ser que, en ciertos casos, la respuesta no es tan clara. Por lo menos, eso es lo que viene aconteciendo desde décadas en la laguna de Truk, donde se bucea entre lo que serían, propiamente, tumbas.


Las islas Truk son un pequeño archipiélago (o más propiamente un atolón, en este caso), donde los japoneses tenían una importante base en la Segunda Guerra Mundial.
En febrero de 1944 los estadounidenses atacaron la zona y acabaron con todo. Un par de cruceros, varios destructores y un enorme número de barcos de transporte fueron hundidos. Las bajas humanas fueron cuantiosas.

Los años pasaron y los muertos no pudieron descansar. La zona atrajo buceadores en plan turístico.
Cualquiera puede acudir y pasearse por los restos de los barcos, el material bélico hundido, los aviones derribados y demás restos.

Veamos unas fotos:








Como siempre, el problema con este tipo de lugares es que no se puede esperar una conducta uniforme de parte de sus visitantes ocasionales. Habrá quienes respetan y habrá, inevitablemente, quienes creerán que están en una especie de parque temático o cosa parecida.

El resultado fue que, más pronto que tarde, hubo personas que empezaron a tocar y cambiar de sitio los restos humanos que allí se encuentran. ¿En busca de qué? Pues tratando de sacarse una "fabulosa" foto para mostrar a los amigos o colgar en la web...



....o también en un intento de lograr esa imagen "de miedo" para plasmar en una foto:


El asunto es que parece ser que este "ejército fantasmal" decidió contraatacar. Se han recogido informes acerca de buceadores "jocosos", que se jactaban de haber revuelto huesos durante su inmersión y han desaparecido sin dejar rastro alguno.

Lo que comenzó como "cuentos de marineros" fue ganando terreno hasta el punto de desembocar en investigaciones periodísticas. Como resultado, se sabe que algunos buzos irrespetuosos desaparecieron en el curso de sus expediciones.
Más aún, según parece hay un "conteo fantasmal" de cada intruso eliminado: se afirma que cada vez que desaparece un buceador, aparece algo extraño entre los restos hundidos: una máscara que no estaba antes allí.

Se trata de máscaras de gas de tipo militar. Diversos buzos han afirmado que aparecen en sitios donde antes no había nada y que su aparición concuerda con la desaparición de algún gracioso. En la siguiente imagen se pueden ver dos de ellas:



Y en la próxima foto se aprecia una a la derecha y abajo de la imagen:


Los viejos habitantes de las islas no tienen problemas para creer que la mala acción de algunos buceadores ha generado una respuesta de índole fantasmal.
Entretanto, las autoridades no quieren por nada del mundo cortar el flujo de turistas. No han declarado casi nada sobre este tema. ¿Cuál es su explicación para las desapariciones?

Ésta:


El sitio es muy apropiado para el buceo, pero está poblado por buen número y variedad de tiburones que, naturalmente, pueden representar un serio problema.
Quizás sea esa la causa de las desapariciones y, en cuanto a las máscaras de gas, puede que las corrientes las muevan y cambien de sitio.

O puede ser que el ejército fantasmal haya reclamado estar en paz.

6 comentarios:

Bruno Azrael dijo...

De todos los lugares para buzear seria el ultimo que iria.
Con los arrecifes preciosos que hay en el mundo llenos de vida, lo menos que iria seria a un cementerio lleno de tragedia.

Puede ser un psicopata que usa las mascaras como firma de sus crimenes tambien.
No se, lo peor es la actitud de los empresarios que no advierten a la gente por no afectar el negocio turistico.
Si son fantasmas no los molesten y listo
Un abrazo
Azra.

Mariolo dijo...

Yo me aferro a la idea de los fantasmas.
A menos que haya tiburones juguetones que cambian las cosas de lugar

pelado1961 dijo...

Azra:

Tenés razón: debe haber tantos lugares hermosos y llenos de vida para bucear que ¿para qué ir a embromar ahí?
Pero el morbo es fundamental en la sociedad actual, ¿no?

Va un abrazo.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

Diste en el clavo. A mí me parecía que las desapariciones eran producto de algún "almuerzo" de los tiburones, porque parece que abundan en el sitio.
Pero el asunto de las máscaras me hace dudar, no puede ser culpa de los "bichitos".

Un abrazo!!

El radioaficionado dijo...

Puede ser una conjunciòn de tiburones y algún lugareño que planta las máscaras... Lo único que no cierra de los tiburones es que no hay ningún rastro... Siempre los tiburnes dejan algún residuo...

Un abrazo.

pelado1961 dijo...

Muy cierto lo que comentás, Radioaficionado.
Los tiburones dejan restos y, además, cuando son pescados y abiertos, se encontrarían en el estómago algunos efectos de buceadores.
Pero aquí no fue el caso.
Puede haber algún humano que le echa la culpa a los escualos!!!

Va un abrazo.