jueves, 19 de mayo de 2011

Y QUE NOS AGARRE CONFESADOS


Como quien dice, ya estamos casi sobre la fecha tan publicitada: 21 de mayo, que se supone termina el mundo.
Ya saben ustedes que la validez que le asigno a las predicciones de estos agoreros es nula.
A lo largo de la Historia, los seres humanos hemos exhibido una gran tendencia a anunciar el fin del mundo y, sobre todo, a intentar provocarlo por todos los medios. Pero ni siquiera somos tan listos.

Sin entrar en demasiados detalles, les cuento que ha habido más de una docena de ocasiones en las cuales se ha postulado que el fin del mundo era inminente. Y aquí estamos. Por eso es que estoy armando un post sobre ese afán apocalíptico, que compartiré seguramente con ustedes después del día 22.

Puede que alguno de ustedes se pregunte: ¿Qué pasa si justo embocamos tan mal que, esta vez, los agoreros aciertan? 
En ese caso, permítanme mandarles un abrazo a todos los amables visitantes de este blog y decirles que ha sido un placer el haberlos conocido.

Y que el fin del mundo nos encuentre rockeando de lo lindo, con la música a todo lo que da:










(Post gemelo con El Area 51)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja yo también pensé en eso, "por si las moscas" como decímos acá, un abrazo jajajaja

Mariolo dijo...

Ta, pero al final terminaste abriendo el paraguas, jajajaj

Una abrazo, amigo.

Ah, y no dijiste dónde encontramos a esta monja para confesarme :)

Mariolo dijo...

Me olvidé de una reflexión.

La propaganda (porque en este caso no es publicidad, sino propaganda, así me lo enseñó la profe recuerdo) dice que el 21 es el día del Juicio Final.

Y si tenemos en cuenta lo que demoran los juicios y la millonada que somos a ser juzgados, tenemos para un buen rayo amigos.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

No te puedo prestar a la monjita, porque aún está escuchando mis pecados y luego me pondrá una penitencia, como es debido.

O algo así, jajjajajaja

Va un abrazo.

pelado1961 dijo...

Ernesto:

Veo que me interpretaste bien.
Uno tiene que estar a cubierto de todo, ¿no?

Un abrazo.