lunes, 6 de abril de 2009

UN SEÑOR MUY AMABLE


Bueno, ya sé que la imagen parece contradecir el título del post, pero...

Boris Karloff, cuyo nombre real era William Pratt, siempre fue destacado por sus colegas como un hombre muy amable con el cual daba gusto trabajar.

Nació en Inglaterra en 1887, en el seno de una familia numerosa: fue el más joven de ocho hermanos. Se interesó prontamente por la actuación teatral en su adolescencia. Y ese interés le llevaría a abandonar la carrera de diplomático para la cual se estaba preparando.


A los 21 años decidió probar fortuna yéndose a Canadá, a integrar una compañía teatral. En ese momento fue que comenzó a usar su nombre artístico.

Al comienzo, alternó los papeles secundarios sobre las tablas con diversos trabajos de toda índole para parar la olla. La actuación teatral le permitió recorrer USA en las funciones que brindaba su grupo, así como establecer algunos contactos.

Para 1916 lograba un ínfimo papel en el cine, en la película "The dumb girl of Portici", a lo cual siguieron otras actuaciones siempre menores en filmes de la Universal (incluyendo una versión de "El último de los mohicanos").



Parecía que la suerte era esquiva con el buen Boris, pero en eso llegó el cine sonoro y allí fue donde el actor tuvo su chance y destacó. El filme que le dio el espaldarazo fue "El código penal", de 1931, donde una excelente actuación le dio notoriedad.

De todas formas, aún faltaba un ingrediente para la fórmula: el cine de terror. Y apareció casi de la nada, cuando al principio de los años '30, la Universal comenzó a retomar en sus guiones diversos mitos literarios y populares del género, dado el éxito logrado por Bela Lugosi en su caracterización de Drácula.

Pero Lugosi rechazó el papel de Frankenstein que le ofrecían los estudios para continuar el gancho, por lo cual llegó la gran oportunidad para Karloff.




Sus propios méritos de composición del personaje, unidos a un maquillaje excelente, fueron la base para un éxito sin precedentes: el filme de 1931 sobre la inquietante novella de Mary Shelley.

Era el principio de una década ininterrumpida de gloria para Boris Karloff, con interpretaciones memorables, no sólo de Frankenstein y La Momia (con los cuales obtuvo su mayor notoriedad), sino de todo tipo de villanos, malvados y personajes de sicología tortuosa.

Compartiría cartel con Bela Lugosi, componiendo una dupla "de miedo". Y seguiría trabajando a destajo en los años '40, '50 y '60 tanto en cine como en teatro.
No temía parodiarse a sí mismo: supo actuar incluso con Abott y Costello en pleno plan de comedia.

En el interín, logró dar vida a monstruos, zombies, científicos locos y hasta siniestros alienígenas.
Moriría en 1969.



Irónicamente, esos personajes toscos y temibles que componía con extrema facilidad y a la perfección, daban paso a un hombre amable, culto y simpático en la vida real.

Además (o quizás por eso), fue un Casanova que anotó cuatro matrimonios y un sinfín de aventuras.

Por eso dejé para el final esta imagen, donde pareciera que el siniestro personaje de "La Momia" estuviese teniendo alguna idea pillina (¿en qué estarías pensando, Boris?)


6 comentarios:

Mariolo dijo...

Muy buena entrada, Sr pelado.
Que personaje el Boris, la verdad que daba miedo.

Adolfo Calatayu dijo...

Que recuerdos Pelado !!! Karloff era realmente increíble,a la salida del cole pasaba por mi casa a buscar unos sanguchitos y me escapaba a un cine continuado donde daban 3 pelis (2 de terror,siempre),el hombre a mi me daba pavor...aunque te digo la verdad,mi favorito siempre fue el maestro Price,ídolo total !!!
Un gran abrazo,hermano,y buen finde.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

Creo que el buen Boris se tomaba muy en serio su trabajo: daba miedo, mismo.
Flor de actor.

Un abrazo!!!


Adolfo:

"Cine continuado", eso me suena muuuuy familiar. Forma parte de mis mejores experiencias de la niñez, claro que sí.
¿Te gustaba Vincent Price? Es que componía unos villanos más sutiles, personajes más torturados sicológicamente.
(Boris era más directo: "mostros" y más "mostros", jajajajjaa)

Va un abrazo!!!

Mary Lovecraft dijo...

A mí este señor siempre me cayó estupendamente, supongo que por los ratitos tan buenos-malos (adoro el Terror clásico ya sabes!) que me hizo pasar siempre desde niña con su interpretaciones.

me encantó saber cómo era en realidad y que fuera tan encantador en todos los sentidos.

un besazo mi Pelaíto!!

pelado1961 dijo...

Así es, Mary: parece que el buen Boris era un verdadero gentleman de excelente carácter.
Y obviamente un gran actor!!

Besote!!!

pelado1961 dijo...

Fonzi:

Acuso recibo de tu comentario.
Rescato la buena idea de mencionar a Peter Lorre, un actor que no siempre ha tenido el reconocimiento que mereció.

Un abrazo.