martes, 1 de marzo de 2011

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO



Susan Walsh es un nombre que, probablemente, no les dirá nada. Y con razón, porque Susan era uno de los tantos seres anónimos que van por el mundo lidiando con desventajas económicas y sociales desde muy temprano en sus vidas.
Sin embargo, por más que la joven no hubiera tenido un comienzo afortunado, tuvo la suficiente presencia de ánimo como para buscar una salida y mejorar.

Pensó que los estudios eran la respuesta a su intención de superarse económicamente. Pero no estuvo muy feliz a la hora de elegir cómo financiarlos: se convirtió en bailarina exótica de clubes nocturnos, un ambiente bastante pesado.
El resultado fue que a sus veinte años, Susan estaba embarcada en un viaje de drogas y alcohol permanente.

Reaccionó y buscó la salida a tiempo. Para 1984, con veinticuatro años, había terminado sus estudios y poco después consiguió un trabajo regular como periodista. Posteriormente se casó y tuvo familia.



Las cosas comenzaron a marchar muy bien para Susan. Deseaba fervientemente destacarse como periodista y, para ello, se lanzaba a crudas y difíciles investigaciones.
Recordando sus propios malos tiempos, siguió la pista de mafias rusas que trafican con mujeres de ese origen, trayéndolas a EE.UU. bajo falsas promesas de trabajo y radicación. Esa pesquisa fue exitosa y produjo una cadena de arrestos.

A esa investigación siguieron otras y Susan logró varias primicias, pero luego tomó una decisión fatal: se apasionó con un tema tabú: los vampiros.
A tal punto se adentró en esa temática, que quiso hacer lo que ningún periodista logró nunca antes: entrevistar a un verdadero vampiro.

En ese proyecto se embarcó, recorriendo clubes y lugares donde se reunían las diversas subculturas vampíricas neoyorkinas, para ubicar una aguja en un pajar: un vampiro entre imitadores.
Luego de muchas decepciones, en 1996 Susan consideró que estaba cerca de su objetivo: conoció a una persona que afirmaba trabajar como "asistente" de un verdadero vampiro.

El 16 de julio de 1996, Susan Walsh dejó a su hijo en casa de su ex-esposo y se dirigió a una cabina telefónica para hacer una llamada. Esa era la forma en que se comunicaba con sus contactos "delicados": a través de teléfonos públicos.
Luego, munida de un bolso donde llevaba un grabador y un cuaderno de notas, se dirigió hacia un destino desconocido, para realizar la nota de su vida: la entrevista con el vampiro.

Nunca se la volvió a ver.

La Policía registró su casa, donde encontró sus documentos, dinero y pertenencias intactas. Descartando el robo, manejaron diversas hipótesis que no les condujeron a nada. Por supuesto, nunca se supo la identidad del personaje que Susan iba a entrevistar.

4 comentarios:

Mariolo dijo...

Pah, que historia riquísima la de esta muchacha.
Rica por el contenido, pero nada dulce por supuesto.

Mi mujer es apasionada por el tema vampiros, por suerte no es periodista

Anónimo dijo...

No hay manera de saber que paso.
Solo se puede especular en este tipo de casos.
Pudo haber caido victima de sus enemigos previos,y lo del contacto fue una trampa.
Vaya uno a saber.
Pero bue digamos que el mito de los vampiros se mantiene al pasar de los siglos,tal vez existe una base en la realidad para ese mito.
Antiguamente se hablaba de monstruos marinos parecidos a calamares que atacaban los barcos antiguos, todo el mundo se rio, hasta que no hace mucho se descubrio que los calamares gigantes existen, al final el mito tenia una base en la realidad.
Sera el caso de los vampiros igual?
....el futuro dira, porque es claro que a Susan no se lo vamos a poder preguntar aparentemente.
Un abrazo
AZra

pelado1961 dijo...

Mariolo:

Voy a ver si subo algo sobre el tema para Sammy.

Un abrazo.

pelado1961 dijo...

Azra:

Creo que la curiosidad científica es sana, hasta que se superan ciertos límites que no se deben atravesar.
En caso de que los vampiros existan, deben estar interesados en que se los tome por un mito y nada más.

Va un abrazo.