Son tantas las leyendas que han circulado sobre la tripulación del Enola Gay, que resulta bastante difícil reunirlas. Si alguna falta en este post, siéntanse en libertad de comentar y hacérmelo saber.
Comencemos diciendo que el Enola Gay fue un bombardero B 29, uno de los quince que fueron modificados para que pudieran lanzar bombas atómicas.
Los B 29 eran aviones de largo alcance, cuatrimotores que fabricó la Boeing por encargo del gobierno de EE.UU, pensados para bombardear extensivamente blancos a larga distancia.
Para 1945, ya llevaban el peso de la ofensiva contra las ciudades japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Su apodo de "superfortalezas" no era un invento casual: estaban armados de forma tal de repeler los ataques de los cazas, además de poder transportar 9 toneladas de bombas sin ningún problema.
Sin embargo, el Enola Gay pasaría a la historia por transportar y lanzar una sola bomba: la primer bomba atómica arrojada sobre una ciudad.
El 6 de agosto de 1945, después de entrenar durante un año para su misión, 12 hombres subieron a ese avión para dirigirse hacia un blanco que apenas minutos antes les fue señalado: la ciudad de Hiroshima.
Y una vez que cumplieron su tarea, dejaron atrás un horrendo tendal: las cifras hablan de unos cien mil muertos y otro tanto de heridos (la mayoría de los cuales fallecería en los días subsiguientes). Además, por las caracteristicas del arma empleada, las secuelas de enfermedad y muertes continuaron durante muchos años.
Unos días después de esta misión, otro avión y otra tripulación realizarían una similar sobre la ciudad de Nagasaki. Pero la historia se ocupó muy poco de ese asunto, siendo en cambio que se tejieron un montón de leyendas más o menos populares sobre la tripulación del Enola Gay.
La primera de ellas se ubica inmediatamente después del estallido de la bomba: supuestamente, al ver la devastación causada, el copiloto Robert Lewis habría exclamado acongojado:
"Dios mío, ¿qué hemos hecho?"
En realidad, de acuerdo al testimonio del piloto Paul Tibbets (que ocupaba la cabina de mando a su lado), parece ser que la expresión de Lewis fue bastante menos piadosa de lo que dice la leyenda. Según Tibbets, el copiloto se limitó a exclamar:
"Wow, tremendo XX les dimos !!"
(donde XX reemplaza a una forma no muy elegante de referirse a la penetración durante el coito).
La segunda leyenda alude precisamente al piloto y al copiloto del avión. Tiene diferentes versiones, según las cuales uno u otro (e incluso ambos), atormentados por participar del bombardeo atómico, se habrían convertido posteriormente en monjes y se habrían apartado por completo del mundo exterior.
Vayamos por partes.
Si vamos a referirnos primero al piloto, digamos que el coronel Paul Tibbets continuó en la Fuerza Aérea después de la guerra, alcanzó un rango muy alto en su carrera y se retiró sin ningún problema. En innumerables entrevistas recalcó que no sentía remordimientos por lo hecho. Falleció en el año 2007.
En cuando al copiloto, capitán Robert Lewis, se retiró de la milicia y llevó una vida del todo normal después de la guerra. Falleció en 1983.
Por lo tanto, esta segunda leyenda también es falsa.
La tercer leyenda es bastante macabra. Afirma que el jefe de la misión (Tibbets, el piloto) una vez concluída la misma y después de volver a la base, suministró unas cápsulas al resto de los tripulantes, aduciendo que se trataba de un medicamento para prevenir efectos de la radiación. Pero en realidad era veneno. El supuesto móvil de semejante acción eran las órdenes del alto mando para preservar el secreto de la bomba atómica.
Por loco que parezca, ésta es la única leyenda que tiene algo de cierto.
Efectivamente, poco antes de la hora del despegue del Enola Gay, el coronel Tibbets fue llamado a presencia de altos jefes militares.
Estos le explicaron que el secreto de la bomba atómica debía mantenerse a toda costa. Por ello, si su avión era derribado o sufría cualquier percance que le hiciera aterrizar en territorio enemigo, Tibbets debía repartir entre la tripulación unas cápsulas de cianuro para que ingirieran.
Y al que no quisiera hacerlo, Tibbets debía ejecutarlo mediante un disparo.
Se sabe que esto es cierto porque Tibbets pensó que, en caso de semejante incidente, necesitaría ayuda para hacer cumplir la orden. Y pese a que le habían prohibido hacerlo, comentó el episodio con el copiloto Lewis en busca de apoyo.
Pero eligió a la persona equivocada: Lewis se limitó a tratarlo de "demente" y se mofó de su caja de veneno mostrándole una caja de condones.
¿Por qué surgieron las leyendas sobre el Enola Gay?
En primer lugar, se sabe casi con certeza cuándo comenzó la de la "frase acongojada" del copiloto.
Allá por 1955 existía un programa de TV en USA que se llamaba "This is your life". Entre documental y testimonial, el programa giraba alrededor de la vida de un invitado especial, diferente en cada ocasión.
En una de sus emisiones, el invitado fue Kiyoshi Tanimoto, un pastor metodista que vivía en Hiroshima al momento del bombardeo nuclear.
Casi al final del programa, llegó el "golpe de efecto" pensado por la producción: trajeron al capitán Lewis (ya retirado por entonces) al estudio de televisión.
Se le pidió que describiera lo que pensó y dijo al ver el hongo atómico elevarse sobre la ciudad. Y seguramente por quedar bien, Lewis declaró eso de "Dios mío, ¿qué hemos hecho?" (sinceramente, no podía decir la verdad, porque lo iban a linchar).
Para el final, les cuento un par de cosas más:
- El nombre del avión lo puso el coronel Tibbets, pues era el nombre de su madre. Y esto marcó el primer choque que tuvo con el capitán Lewis (pues quien solía volar ese bombardero era Lewis y no queria bautizarlo asi).
- La mayor parte del trayecto hacia Hiroshima, piloto y copiloto ni se hablaron (para entonces ya se detestaban abiertamente). Para entretenerse, Lewis fue haciendo anotaciones en un cuadernillo que usó como bitácora, el cual vendería en 1971 por 37 mil dólares. No se conoce su poseedor actual ni su contenido, pero se sospecha que se trata de una versión "políticamente correcta" del verdadero cuaderno (que nunca fue ubicado, constituye por sí mismo otra "leyenda" y podria valer cerca de un millón de dólares).
9 comentarios:
La madre del piloto se llamaba Enola Gay??? jejejeje pobrecita lo que debe haber sufrido cuando era niña esa mujer por las gastadas.
La verdad que la mayoria de las cosas que pusiste no las sabia pelado.
En cuanto a el ataque , es la prueba de lo inconciente que puede llegar a ser el ser humano,y lo poco preparado que esta para manejar el poder.
El " oh, dios mio que hemos hecho?" no se lo cree nadie.
Estas son las cosas que leo(entre otras) y me hacen preguntar si no son los estadounidenses los peores terroristas del mundo, y no los autodenominados por ellos mismos "protectores" contra el terrorismo.
Pero bue Hiroshima y Nagasaki seguramente deben ser una de las incontables atrocidades que han hecho a lo largo de la historia, la direfencia es que las otras atrocidades permanecen en secreto.
Que suerte vivir en uruguay y no tener petroleo bajo nuestros pies, aunque como va la mano con el medio ambiente a este ritmo puede que nos invadan como a irak pero por el agua dulce.Ahora yo me pregunto que pasara primero, que volemos todos en pedacitos o que cambie la manera en la que se maneja al planeta politicamente(esperemos para bien de todos), porque como lo veo a medida que avnzamos cada vez nos acercamos mas a una de las dos opciones.
Un abrazo
Azra
"oh, dios mio q hemos hecho" pero deja....... muy buen posy no sabia nada del enola gay concluyendo la realidad es q piloto y copiloto no manejan a los titeres. y si ya se saben los nombres, lo q diga el cuaderno no creo q sea TAN tracendental o si?? en todo caso sale otra pasti
Azra:
Me parece que entre las dos opciones que postulás....jejejeje...volamos primero!!!!!
Está difícil que haya cambios desde el poder, ¿no?
Un abrazo.
Vale:
El cuaderno debe ser la versión "políticamente incorrecta" de lo que hicieron.
Creo que a los tipos les importaba un pito si los mandaban a volar una ciudad entera o un país entero.
Y del otro lado debió ser igual.
Beso.
Azra, por aquellas épocas la palabra Gay no significaba lo que hoy, asi que no pasaba nada.
Sobre las leyendas, escuché varias de las que describís, pero no sabía mucho de lo real acontecido.
Y si, que carajo van a acongojarse los militares yankis, si antes de participar en algo pasan por la lavadora y quedan con sus mentes bien "prolijitas".
No dijo recién el amigo George que está genial torturar?, y bueh
Mariolo:
Es cierto nomás, el salame de Bush dijo que "la tortura es buena".
Y lo dijo como quien dice que le gusta el dulce de leche.
Demasiado fuerte.
Vale:
Acuso recibo de lo que me contaste, que me dejó perplejo.
Voy a buscar algo en la red (creo que el mundo está más loco de lo que pensé).
Beso.
Terrible manera de terminar con una guerra. Cada vez que pienso en ello me da pena por las victimas
Fue algo demasiado disparatado.
Y encima disparó una carrera por ver quién tenía la bomba más grande!!!!
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