domingo, 20 de junio de 2010
UN MOLESTO "PAJARO LOCO"
Woody, el Pájaro Loco, es uno de esos inolvidables personajes de "dibujitos animados".
A mí me resultaba muy simpático, igual que a casi todos los niños de mi generación. Pero mientras nosotros disfrutábamos de sus andanzas, las mejores mentes de la CIA intentaban saber a toda costa qué diablos era el "pájaro loco".
¿Será que los de la CIA se habían vuelto (más) dementes (de lo habitual)?
No, nada de eso.
Resulta que en medio de la Guerra Fría, las comunicaciones de los yanquis y de la OTAN comenzaron a sufrir una extraña interferencia. Y la señal era tan poderosa que no sólo afectaba a las comunicaciones militares, sino que se coló a frecuencias radiales, radioaficionados y hasta simples teléfonos.
Para que tengan idea de cómo era el molesto ruidito (persistente como un pájaro carpintero), aquí tienen un clip donde se aprecia el sonido:
Podría ser incómodo encargar un pedido al almacén con ese ruido de fondo. Y ni hablemos de mover unos tanques o submarinos atómicos de acá para allá. Los jefazos del Pentágono estaban como locos.
En cambio, los simples operadores de radio, tanto civiles como militares, eran gente más filosófica. Se lo tomaron para la broma y bautizaron a la señal como "el Pájaro Loco" ("Woody Woodpecker").
Pero, como suele suceder, algún general de once estrellas (no quiero decir que fuera de Peñarol el hombre) descolgó su teléfono y llamó a la CIA.
Y cuando pudo hablar con el director de turno de la agencia, en medio del ruidaje de la línea telefónica, le debe haber dicho algo como: "Averiguame YA MISMO qué carajo es este ruido de m......".
Entonces deben haber mandado los satélites-espía, los aviones-espía, los tipos-que-espían y vaya uno a saber qué más.
La cuestión es que al final (seguramente por pura casualidad) terminaron por saber qué era lo que generaba "el pájaro loco". Se trataba de ésto:
Esas gigantescas "rejillas" que se ven en la foto son, en realidad, parte de un complejo sistema de "radar sobre el horizonte", que los soviéticos construyeron con el fin de que detectara cualquier lanzamiento de misiles en su extenso rango de alcance.
En la actualidad, los lanzamientos son detectados por un sistema de alerta temprana basado en satélites.
Pero en aquella época, como esa tecnología todavía no estaba disponible, esta monstruosa construcción resultaba una alternativa razonable.
Era el tercero de su clase experimentado en la URSS, si bien fue el mayor de todos. No en vano, la señal que emitía (el famoso "pájaro loco") se escuchaba en medio mundo.
Vean el gigantesco aparato en otras perspectivas fotográficas:
Con más de 100 metros de altura, el sistema estaba ubicado en Ucrania, apenas a unos 30 kilómetros de una localidad que hoy es muy conocida: Chernobyl.
Trasmitiendo en una frecuencia de 10 Hz, su señal molestó a mucha gente por muchos años. Excepto a los técnicos de radiotelefonía, que se forraron fabricando y vendiendo "filtros" para los radioaficionados y los teléfonos y radios de los particulares.
Conforme la tecnología permitió que los satélites se ocuparan del trabajo, este sistema cayó en desuso progresivamente.
Al final, parte de sus equipos fueron desmantelados y el "armatoste" fue abandonado.
Hoy en día no es más que una curiosidad fotográfica, reliquia de otros tiempos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Soy radiaficionado, le llamabamos los caproni
¿Por algo en particular?
Publicar un comentario