sábado, 20 de junio de 2009
Y TODO GRACIAS A LA CAMA
Habrán visto que anda circulando la noticia de un colchón perdido que contenía un millón de dólares. Pero no me propongo hablar de eso, sino de una leyenda urbana sobre gente que se ha hecho millonaria gracias a una cama.
Ante todo, una aclaración: no me refiero a personas que mejoraron su situación económica gracias a "asuntos de cama". Conozco algunos casos de ese tipo, pero serían demasiado escabrosos para este blog.
La leyenda urbana dice más o menos así:
Supongamos una persona que acude a un remate. Es la primera vez que lo hace y, más que nada, lo motiva la curiosidad: no es que piense comprar nada.
Pero una vez que está allí, se deja ganar por el entorno. Observa que algunas personas logran adquirir artículos interesantes por muy poco dinero.
En particular, son muebles los que se están subastando en ese momento. Y nuestro protagonista se fija en una antigua cama de bronce:
Por algún motivo, siempre quiso tener una. Y en particular, ésta parece estar bastante bien pese a sus años.
Con timidez, el hombre hace una oferta. Tras una breve puja, adquiere la dichosa cama.
Una vez que la recibe en su domicilio, con buen criterio decide limpiarla a fondo y dejarla a nuevo. Para ello, comienza a desarmarla. Al retirar la primera pieza, algo cae al suelo: es un rollo de billetes.
Nuestro protagonista no sale de su asombro: son dólares en billetes de alta denominación. Pero eso no es todo: aún con el caño en la mano, se da cuenta que algo impide ver de un lado a otro del mismo. Consigue algo para empujar y...caen más rollos de billetes.
En total, tras desarmar por completo la cama y escudriñar las piezas una por una, el hombre verifica que se ha convertido en millonario gracias a los diversos hallazgos realizados. Fin de la historia.
Escuché esto por primera vez siendo niño: mi abuelo se refería a un conocido de un socio (si mal no recuerdo), como beneficiario inesperado de la historia.
Luego la leyenda volvería a mí bajo formas apenas diferentes, con leves variaciones a través de los años. A veces, no son billetes sino libras esterlinas u otros valores los que encuentra el protagonista. Pero siempre termina millonario.
Gente con suerte. O será pura imaginación instalada en el inconciente colectivo.
Así son las leyendas urbanas.
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7 comentarios:
Suerte o no, yo probaría! Este domingo me instalo en el remate jaja
besos
Hola Pelado,pasando a visitarte,ojala me pasara a mi algo de esto mas que nada porque me encantan las antiguedades,de vez en cuando me aparezco con algunas de ellas,siempre mas chiquitas que una cama ehhh,me gusta mucho tu blog,besitos.-
Natu:
Ya te veo revisando las camas una por una, jajajajaja.
Con probar, nada se pierde.
Besos.
Pinchita:
A mí también me copan las antiguedades. Y creo que esta historia debe tener algo de cierto, no tengas dudas.
Besote.
Ta, listo. El mejor lugar para asaltar no es un banco, es la feria de Tristan Narvaja.
jaja. La verdad Pelado que tenés razón. Se inventan, vaya a saber donde, ciertas fábulas que luego toman vuelo y pasan de generaciones en generaciones.
Como la de la boda interrumpidaen pleno altar, mas o menos.
Uy, Mariolo, me hiciste acordar de una buena: la boda interrumpida en pleno altar!!!
Esa la voy a subir, entonces.
Que linda cama la de metal, hermosa.
Dormir es una de las cosas mas lindas mas si tenes con quien compartir la cama jejejejejeje
Coincido plenamente con tu comentario,jejejejejeje.
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