La historia del "Titanic" es trágica por donde se la mire.
Por un lado, su hundimiento constituyó uno de los mayores desastres marítimos del siglo XX.
(Y encima de eso, dio pie a 195 minutos de bodrio con Leonardo Di Caprio incluído: terrible).
Pero lo que aquí nos importa es otro aspecto del asunto: las premoniciones que algunas personas tuvieron acerca de lo que iba a suceder.
En principio, hay que aclarar que el "Titanic" se presentaba como una maravilla de la época: su diseño contaba con mamparos herméticos que dividían el buque en 17 secciones independientes, por lo cual se le consideraba virtualmente insumergible.
Además iba dotado de telegrafía, un elemento no menor en consideraciones de seguridad.
Por si fuera poco, en su viaje inaugural de 1912, formarían parte del pasaje tanto el diseñador del buque como el presidente de la línea naviera. O sea, todo el mundo confiaba a ciegas en la fortaleza y capacidades de la nave.
Pese a ello, hubo quienes recibieron un "aviso" del desastre que se avecinaba.
Uno de los casos conocidos es el de J. Connor Middleton, un industrial que estaba verdaderamente entusiasmado con el viaje del transatlántico. Tenía su pasaje desde el 23 de marzo y estaba ansioso por realizar la travesía.
Sin embargo, en la noche del 30 de marzo tuvo un sueño aterrador: vio con claridad la imagen del "Titanic" con la quilla al aire, hundiéndose en un gélido mar. Estaba rodeado de una muchedumbre de náufragos que intentaban nadar en esas aguas.
Hombre práctico, por mucho que se sintiera agitado al despertar, luego fue recuperando la compostura. Y hasta se hubiera olvidado del asunto, si no fuese porque el mismo sueño se repitió durante las cinco noches sucesivas. Como calcado.
La reacción de Middleton fue de cautela. Mandó averiguar si podía posponer el viaje y, según manifestó después, se sintió verdaderamente aliviado cuando un telegrama le confirmó que el negocio que deseaba realizar admitía una prórroga.
Distinto fue el caso de William Thomas Stead, un afamado periodista inglés de la época.
A diferencia de Middleton, Stead era un hombre muy interesado en lo que hoy llamaríamos "investigación paranormal". Recopilando datos para un artículo sobre estos temas, Stead tomó contacto con médiums y espiritistas, quedando fascinado por las cosas que vio y experimentó.
Pasó a frecuentar esos círculos, donde hizo amigos a medida que avanzaba en sus investigaciones. Entre los "videntes" que conoció, destacaban dos personalidades que ganaron su aprecio: Wilhem de Kerlor y un tal Mr. Harmon, con los cuales mantuvo asidua correspondencia por separado (de Kerlor y Harmon no se conocían entre sí).
Aquí vemos a Stead en su casa:
Lo interesante del asunto es que, en una carta que Harmon le envió el 21 de junio de 1911, le explicó que creia su deber advertirle sobre "abstenerse de todo viaje durante abril del año siguiente", en particular si se trataba de una travesía marítima, pues presagiaba "un gran peligro vinculado con el mar".
Como si fuera poco, su otro amigo de Kerlor le había escrito con anterioridad una misiva donde le explicaba que había soñado con "un desastre marítimo donde más de mil personas luchaban por salvarse", tragedia que podía arrastrar a Stead si no tenía cuidado, pues de Kerlor le "veía" abordando un buque hacia América, "una terrible nave que en vez de nombre, debía llevar una corona fúnebre a popa."
Jamás se sabrá qué pensó William Stead respecto a estas cartas. Por llamativo que parezca, aún siendo una persona que creía en las premoniciones, los videntes y los fenómenos paranormales, se embarcó en el viaje inaugural del "Titanic".
Y fue una de las víctimas.
9 comentarios:
Hola,hace poco que paso por aca,pero me gusto mucho tu blog,reconozco que todo este tipo de cosas me encantan,me vi todos Los Expedientes X cuado salieron y en todas sus repeticiones,"la verdad esta ahi afuera,no??",te voy a seguir leyendo,un saludo.-
Me alegro que te haya gustado el blog.
Yo también me vi toda la serie (y las dos pelis!!!)
Saludos.
Muy interesante el post de hoy. Me gustó mucho. No sabía nada acerca de premoniciones sobre lo que sería el accidente del Titanic.
William Thomas Stead, creo que no ha sido muy cauteloso al respecto aún sabiendo y teniendo conocimiento de ellas !
Por lo que nos contás, él creía en sucesos de índole paranormal. Y aunque fue advertido del peligro que podía llegar a correr, se embarcó igual.
Resulta ser contradictoria tal decisión !
Sea como sea .. creo que a veces ciertas predicciones pueden llegar a no cumplirse.
Extrañamente será que somos artífices de "alguna parte" de lo que es el destino, nuestro destino ?? ... Mientras que otras cosas escapan a nuestras decisiones, elecciones, y sucederán irremediablemente ?? Esto me causa gran intriga desde siempre.
Besos y buena semana !
Laura.
Laura:
En este caso del Titanic, es bastante curioso que hubiera premoniciones al respecto, porque el buque era considerado lo mejor de la tecnología de la época.
O sea, no parecía lógico suponer que fuera a hundirse.
Pero además de eso, fue raro ver cómo el "escéptico" hizo caso de la advertencia y el "creyente" no.
Todo un tema el de las premoniciones y profecías (que por supuesto seguiré repasando).
Besote y muy buena semana!!!
Hola Pelado. No sabía nada acerca de esas premoniciones.
¿Será que el tiempo es una ilusión y hay quienes simplemente ven parte de un presente continuo y eterno?
Vivimos en un universo fascinante y misterioso.
Un abrazo y gracias por tu visita a Quantum.
Gabriel
Es todo un tema, como vos decis!!
Pero de seguro lo tuvo muy presente Stead en sus ultimos momentos!
Saludos
Gabriel:
Muy buena observación.
Si el tiempo es un presente continuo, cabe que algunas personas puedan ver "toda la cinta" mientras que nosotros vamos viviendo "fotograma por fotograma".
Un placer visitarte.
Un abrazo.
Natu:
No había pensado en eso: debe ser terrible saber que pudiste evitarte el desastre y que dejaste pasar la premonición.
Besote.
Uff me heló la sangre este relato! excelente Pela!
Luxie:
La conclusión que yo saco es que hay que estar más atento a los sueños y premoniciones.
Por las dudas!!
Besote.
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