sábado, 6 de junio de 2009

EL OVNI DEL PANTANO


El 12 de marzo de 1965 se presentaba como una jornada cualquiera para James Flynn, un hombre que gustaba sobremanera de la vida rural.
Ranchero en el área de Fort Myers (Florida, USA), Flynn amaba las actividades al aire libre, principalmente el camping, la pesca y la caza de ciervos.

El tiempo se presentaba bastante bueno ese día y Flynn decidió aprovechar la ocasión: muy temprano cargó su camioneta con provisiones, utensilios y armas, para salir de camping. Además, llevó cuatro perros a los cuales estaba entrenando para la caza.

Llegado a los Everglades, se adentró en una zona boscosa cercana a los pantanos. Le gustaba ir solo y no tenía miedo de los contratiempos. Pero si hubiera sabido lo que le iba a suceder, probablemente no hubiera salido de su casa.



Luego de un par de días en la zona, Flynn estaba explorando con sus perros cuando éstos rastrearon un ciervo y salieron disparados tras la presa.
El hombre corrió en pos de ellos, pero llegó un momento en que los perdió de vista. Tras recorrer otro tramo en la misma dirección, decidió hacer un alto para escuchar alguna señal y orientarse correctamente.

Le llamó la atención oir, en la lejanía, los gemidos lastimeros de uno de los perros. Se apresuró a ir en ese rumbo, pensando que el animal pudiera estar herido.

Cuanto más se acercaba, parecía haber mayor claridad en la zona, pese a que ya eran la una de la madrugada. Finalmente, la vegetación tupida dio paso a un claro cercano a un pantano.

Allí estaba el perro, gimiendo visiblemente alterado. Miraba fijamente algo que también Flynn observó, aunque no daba crédito a sus ojos:



Un enorme OVNI forma circular se hallaba suspendido varios metros sobre la superficie del pantano. La claridad que iluminaba la zona provenía del aparato: una luz tenue, de tonalidad amarillo-verdosa, que permitía ver una serie de hileras de ventanillas.

El objeto se movió sobre el agua en un par de ocasiones, para luego descender y mantenerse a escasa altura, pero sin posarse.
Flynn tomó del collar al perro, que pareció tranquilizarse al verlo, y buscó refugio en unos matorrales. Desde allí, usó sus binoculares para observar con detenimiento la nave.

Estuvo unos cuarenta y cinco minutos en esa situación, lo cual le permitió advertir detalles que, de otra manera, no sería posible determinar.

Ante todo, en ningún momento observó la presencia de seres tras las ventanillas. En cuanto al aparato, no cabía duda de que era metálico. Aparentemente, estaba formado por paneles que encastraban a la perfección, sin que Flynn pudiera advertir remaches o soldaduras de ninguna especie.

No se veían puertas ni un tren de aterrizaje, ni trípodes ni soportes ni escapes o toberas. La nave emitía un ruido, que Flynn luego compararía con el de un compresor o un viento fuerte.

Puesto que Flynn no creía en la procedencia extraterrestre de los OVNIs, supuso que se trataba de una nave aérea secreta, quizás un prototipo que la fuerza aérea estaría probando.
De modo que, sin pensarlo dos veces, salió de su escondite y se encaminó hacia la zona iluminada por la máquina.

Mientras avanzaba, levantó sus manos en señal de saludo, sin obtener respuesta alguna. Se quedó parado casi un minuto y, finalmente, continuó caminando hacia la nave, siempre saludando.

De pronto, advirtió una luz creciente tras una ventanilla. Ante su asombro, un haz luminoso le golpeó la frente y ya no supo más nada.
Se despertó 24 horas después, con un terrible dolor de cabeza. El aparato había desaparecido.

Y cuando Flynn logró levantarse y despabilarse un poco, comprobó con horror que su ojo derecho estaba ciego y que la visión del izquierdo estaba notablemente disminuída.


Como pudo, regresó a su campamento. Acudió a una reserva indígena cercana en busca de ayuda.
Desde allí fue trasladado a la ciudad y hospitalizado. El oftalmólogo notó extrañas hemorragias que no podía explicar. Y se descubrió que, además, había perdido los reflejos normales en varias zonas del cuerpo, por causas que no pudieron ser establecidas.

Le llevó más de un mes reponerse. Y nunca recuperó la visión normal del ojo derecho, que pasó a quedar disminuída por siempre.

Acompañado de investigadores, Flynn regresó al sitio y ubicó el lugar preciso del evento. No parecía posible encontrar evidencia alguna, hasta que un policía con binoculares señaló quemaduras en las copas de cipreses.

El caso nunca fue explicado.
(Pero Flynn desechó la idea del "prototipo de la fuerza aérea")

5 comentarios:

Fonzi dijo...

El diseño de ese OVNI es muy parecido al que vi yo en Punta Gorda hace años..
Incluso la tonalidad de los colores.
Lo que no pude detectar en ningun momento las ventanillas que menciona este tipo.
No puedo evitar erizarme al recordar esa noche..
Salú

pelado1961 dijo...

Fonzi:

Es interesante lo que decís, porque hay diseños que se repiten a lo largo de la historia de la ufología.
Está en camino un "megapost" sobre OVNIS.
Reserve su número con anticipación, jajajaja.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No entiendo porqué le causaron un daño. Podrían haber partido sin la necesidad que el hombre saliera lastimado, verdad?

Yo tenía entendido, y desde mi humilde opinión y evidente desconocimiento sobre este tema, que son seres más evolucionados que nosotros, en varios aspectos, y que no eran agresivos.

Quizás puedas aclararme sobre este supuesto.

Un besote.

pelado1961 dijo...

Laura:

Hay casos que contradicen la supuesta "falta de agresividad" de los alienígenas.
Por supuesto que voy a subir algún post al respecto.

Besote para ti.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu respuesta a mi pregunta.

Estaré esperando ese post entonces para entender un poco del tema, e interiorizarme más en él.

Hasta pronto.
Besos !!
Lau.