martes, 7 de diciembre de 2010

UN HALLAZGO IMPOSIBLE


El sonriente señor de la foto se llama Maurice Green y su felicidad se basa en un hallazgo inusitado, prácticamente imposible.

Resulta ser que el buen Maurice, que ya tiene sus años, es coleccionista de medallas militares. Y por ese motivo no se pierde ninguna "feria de pulgas" que quede en las cercanías de su localidad.
El mes pasado acudió a una feria en Rotherham (Reino Unido) y comenzó a recorrerla, esperando tener suerte y encontrar alguna medalla interesante.

Mientras miraba los objetos de uno de los puestos, el vendedor le ofreció la corneta que tiene entre sus manos en la foto. No era ni remotamente lo que Maurice buscaba, pero por algún motivo inexplicable decidió comprarla y desembolsó las cinco libras que costaba.


Cuando llegó de vuelta a su casa, contempló el objeto y se sintió un poco arrepentido de haberlo comprado.
¿Para qué lo queria, si él sólo coleccionaba medallas? Cosas de viejo, se dijo a sí mismo.

Pero ya que lo tenía, se puso a limpiarlo como es debido. Y poco a poco, la vetusta corneta fue recuperando algo de su brillo, si bien su apariencia dejaba mucho que desear pues el instrumento estaba muy golpeado.

De pronto, algo llamó la atención de Maurice: al pasar un trapo, se hicieron visibles unos números grabados en la corneta, números que le resultaron extrañamente familiares.
Cuando reparó nuevamente en las cifras, corrió a un cajón a buscar un viejo documento militar. Los números que lucian en el amarillento papel concordaban precisamente con las cifras de la corneta, marcando un hecho que parecía imposible: ese instrumento había pertenecido al abuelo de Maurice, muerto en la Batalla de Somme en 1916.



El abuelo de Maurice se llamaba Daniel Clay y se enroló en el ejército inglés al inicio de la Primera Guerra Mundial. Su número de servicio era el 13202, mismo que lucía en la corneta.

Para el año 1916, el señor Clay tenía apenas 26 años. Participó en la Batalla del Somme, una de las más sangrientas, donde los ingleses tuvieron alrededor de 432.000 bajas.
Si bien la batalla duró varios dias, el joven Daniel fue reportado como muerto en combate en la jornada del 1º de julio, siendo que su cuerpo jamás fue recuperado.

Pasaron 94 años y, por algún motivo que escapa a toda lógica, el nieto encontró en una feria vecinal ese extraño instrumento, cascoteado a más no poder, que sin embargo llamó su atención lo suficiente como para comprarlo.

¿Simple casualidad?

8 comentarios:

WWW.LEYCOSMICA.ORG dijo...

WWW.LEYCOSMICA.ORG

Quiero felicitar al autor de este blog, siempre es bueno saber que existen personas con ganas de difundir estas enseñanzas. Espero que visites nuestra comunidad en LeyCosmica.org y compartas tus conocimientos de viajes astrales, nueva era y OVNI en nuestros foros y blogs, espero que nos veamos en el chat.

Un saludo a todos.

pelado1961 dijo...

Se agradece la buena onda.
Voy a darme una vuelta por allí.

Mariolo dijo...

Como el título del sitio que te felicita más arriba, sin dudas esto es de alguna ley cósmica.

vale dijo...

habra q hacerle caso a las corazonadas e impulsos entonces, nunca se sabe con q te podes encontrar. Aunq de rebajas los parametros se corren un poco y el impulso consumista puede hacer q vuelvas a tu casa diciendo esta mini floreada me la compre yo?? jajajaja

pelado1961 dijo...

Mariolo:

Las probabilidades de que ocurra el suceso son prácticamente CERO.
A veces me parece que los objetos mantienen algo de sus propietarios impregnado: una energía especial o vaya uno a saber qué.
Y el viejito Maurice pasó por ahí y "le pareció" que tenía que hacer esa compra.

Va un abrazo.

pelado1961 dijo...

Vale:

Mirá que no sólo las mujeres compran por impulso, jajjajaja.
Igual, debe ser terrible llevar algo y dudar casi al toque de lo que compraste.

Beso.

Anónimo dijo...

:-O Increible historia, es digna de ser contada, asi que la publicare en facebook XD

pelado1961 dijo...

Lleve y use, con confianza, jajajjajaa