jueves, 30 de septiembre de 2010

UNO EN MIL


La Feria de Tristán Narvaja es un paseo dominical que atrae a muchos montevideanos y no pocos visitantes de otras partes. Allí, prácticamente, se puede encontrar cualquier cosa a la venta.

Son muchos los cuentos y leyendas urbanas sobre las transacciones que se realizaron en ese lugar.
En particular, yo mismo asistí a uno de esos sucesos extraños, como ya conté por aquí en El Area 51.
Pero lo que voy a contarles hoy es bastante más raro que esa anécdota juvenil.

Según parece, corría el año 1987 cuando un pequeño empresario de nombre Roberto, descubrió que su socio de negocios lo había estafado, al punto de dejarlo prácticamente en la ruina. Para cuando se avivó, su modesto local y su casa (que eran lo único que tenía) estaban por ser rematados en cualquier momento.

Después de golpear muchas puertas, cayó en cuenta de que ya no tenía a quien acudir. Se sintió profundamente avergonzado, porque su padre había manejado ese mismo negocio por espacio de cuarenta años y ahora él estaba por perderlo y perderse a sí mismo.
Pensó qué hubiera hecho el viejo en esa situación, pero no dio con la respuesta. Ni podía formularle la pregunta, porque su padre había fallecido años atrás.

Al fin, después de muchas cavilaciones, cayó en un sueño profundo. Y en sueños fue que se le apareció su viejo, contestando en forma extraña a su pregunta.

"Lo que yo haría, hijo, es no darme por vencido. Sos una buena persona, sos uno en mil. Y esa va a ser la respuesta a tus problemas: uno en mil, uno en mil."

Roberto despertó sobresaltado, pensando en los juegos extraños que nos hace la mente cuando estamos estresados y fatigados. "No me va a servir de mucho eso de ser uno en mil", se dijo a sí mismo.
De todas formas, estaba decidido a no prolongar la agonía de sus problemas financieros: vendería sus muebles y pertenencias personales, compraría un pasaje a Australia y recomenzaría de alguna forma allí (donde una vez había vivido y tenía algunos contactos y conocidos).

Ya era media mañana del domingo. Roberto puso en un bolso un reloj de mesa y un tintero de escritorio que estaban en su casa desde que era un niño. Conocía a un anticuario que le daría una genuina idea del valor de esas pertenencias, fuesen chucherías o antiguedades.
¿Dónde? En la Feria de Tristán Narvaja.


Ya en la feria, Roberto la fue recorriendo a paso lento, encaminándose al local del anticuario.
De tanto en tanto, atraído por algún puesto al azar, se detenía a observar lo que allí se ofrecía en venta, repitiendo sin saberlo una costumbre propia de los mercados persas.

De pronto, un objeto en especial llamó su atención: un arma.
Roberto nunca había tenido armas y, no sólo no le interesaban, sino que las detestaba por considerarlas peligrosas en un hogar.
Pero hubo algo más fuerte que él, una sensación extraña que le obligó a detenerse y contemplar con cierta admiración un rifle añejo que parecía haber conocido épocas mejores.


El vendedor, viejo zorro, al notar el interés de Roberto, tomó la pieza y se la acercó. Si un objeto nos gusta, el tenerlo en las manos fomenta su compra.
Pero Roberto venía a vender lo poco que tenía, no a comprar. Así que, ya estaba por murmurar una excusa y alejarse, cuando notó una inscripción extraña en el arma:


"1 of 1000", "uno en mil".....¿podía ser que dijera eso la inscripción?
Para mayor claridad, ya con el rifle en sus manos, Roberto lo giró y vio algo que lo dejó mudo:



"One of One Thousand", "Uno en mil", ya no quedaba duda de que el mensaje del sueño se repetía en la realidad.
Y probablemente el vendedor interpretó como disgusto lo que en verdad era asombro, porque tiró un precio y luego otro más bajo y otro más, buscando que su posible cliente comprase el arma. Pero Roberto había quedado callado, no por ánimo de regatear sino por tratar de entender el significado de aquella inmensa "casualidad".

Al fin hizo algo que la lógica de su situación desaconsejaba por completo: sacó el poco dinero que tenía en su bolsillo y compró el arma, un arma que no le gustaba, sólo por la inscripción que tenía.
El vendedor, más que contento, acondicionó el cacharro con hojas de diario y una bolsa.

Roberto apuró el paso y llegó al fin al local del anticuario. Su mala racha parecía continuar, porque su conocido no necesitó examinar demasiado el reloj y el tintero para concluir que no tenían valor alguno.

"¿Y qué más trajiste?", preguntó el anticuario señalando el paquete de la "compra impulsiva".

Ahí fue donde Roberto, disgustado consigo mismo, le relató todo el episodio y acabó por mostrarle el dichoso rifle, pensando que su conocido se reiría a más no poder.

Pero no fue así. El anticuario abrió los ojos como platos y pidió que le repitiera cuánto había pagado por el arma. Acto seguido, le ofreció sus servicios y le aclaró el panorama:

Los rifles Winchester del tipo "uno en mil" datan de 1873 y de 1876, siendo armas extraordinariamente raras y extensamente valoradas por los coleccionistas.
En particular, del modelo de 1873 apenas se fabricaron unos 133 y valen su peso en oro.
Para el protagonista de esta historia, eso significó hacerse de unos ciento treinta mil dólares, ya descontada la comisión del anticuario y tomando en cuenta los cincuenta dólares aproximados que pagó por el rifle.

Eso le permitió salvar su casa y su negocio, trabajar una década más y luego retirarse en la lejana Australia.

Así como me lo contaron a mí, se los cuento a ustedes. ¿Será una leyenda urbana más? Puede ser, puede ser...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pelado.
Bueno sin duda los sueños son un campo muy inexplorado.Yo si creo que pueda suceder , de hecho en otros comentarios te he expresado que tengo una relacion muy rara con mis sueños desde muy chico.
Me han pasado algunas cosas pero mas bien en lo cotidiano, por ahora al menos, nada de trascendencia , exepto una fecha de la que falta menos de un mes para que se cumpla, y fue un presentimiento estando despierto.

He leido que incluso si uno quiere puede tener sueños lucidos e inclusive programar los sueños para que nos den respuestas a nuestroas preguntas. Sinceramente una vez lo intente (lo de tener sueños lucidos) y a la semana pude tener sueños en los que era conciente de que estaba soñando, pero despues pasaron ciertas cosas en mi vida que me distrajeron y no segui el entrenamiento, y lo segundo , lo de programar sueños, nunca lo hize conciente, pero algunas veces me he dormido con un problema y he soñado la respuesta o como se desencadenaria la cosa, esa misma noche, pero han sido sin querer( aunque estaria buenisimo dominarlo y preguntar que numeros va a salir al 5 de oro jejeje)
Pero bue si creo que pueda ser verdad esto que contas.
Un abrazo
Azra

pelado1961 dijo...

Azra:

Es muy interesante tu comentario.
Yo he tenido sueños conscientes un par de veces, pero no porque hubiera deseado tenerlos (fue una cosa espontánea).

Honestamente, creo que la historia que me contaron sobre el "uno en mil", sucedió de veras.
Personas diferentes, sin contacto alguno, me comentaron que un domingo determinado se había encontrado ese rifle a la venta, sin que el vendedor tuviera idea de su verdadero valor.

Quisiera corroborarlo, pero te estoy hablando de algo que pasó hace muuuuuuchos años.

Va un abrazo.

Anónimo dijo...

Igual el vendedor de la feria se abra querido morir cuando se entero del valor real de la escopeta jejejeje.
Aunque vaya a saber como la consiguio tambien, no?.
Todo pasa por algo siempre.
Igual cuando lo de los sueños lucidos, antes de esa experiencia que te conte yo tambien alguna vez me paso pero sin querer(como a casi todo el mundo), pero un dia lei un articulo y quise probar, y despues de una semana me daba cuenta que estaba en un sueño, pero a los 10 segundos me despertaba,segun lei hay que ser constante con los ejercicios , y si los dejas un dia tenes que empezar todo de vuelta( y sinceramente se me caia un huevo intetarlo otra vez, y esperar casi otra semana mas)Pero funciona , y cuanto mas tiempo se practique mas control hay supuestamente.El ejercico es facil ademas, es focalizarte cuando te estas por dormir , en que vos controlas tu inconciente, y controlas tus sueños, asi todas las noches hasta que ocurra(sin olvidarte ninguna noche), yo tarde 6 dias, pero al 7 me paso una situacion personal con otra persona , y sinceramente me olvide de hacerlo como por tres dias.Y al final nuca mas lo hize.
Un Abrazo
Azra.

Don Ferchu del Bolso y Aguada dijo...

Que leyenda Pelado, los sueños que tema, creo que en verdad a veces se abre una puerta a otra dimension y se nos revela respuestas. Me ha pasado algunas veces y valoro esos sueños.
Uno de un amigo que lo considero aun un hermano del alma, fallecido, en el sueño se despedia de mi, en un lugar donde despues la compañera me dijo que le gustaba ir a meditar.
El otro sueño, fue con el mismisimo Jesus de Nazareth, en el me imponia las manos dandome su bendicion. Fueron sueños vividos realmente.

pelado1961 dijo...

Creo que en los sueños uno "se suelta" de muchas cosas.
Entonces, no me extraña que se tengan vivencias tan inusuales.
A mí también me parece que pueden ser puertas a otra realidad.

Gracias por compartir esas experiencias, Ferchu

Mariolo dijo...

Creo que hay sueños y sueños. Unos en los que nosotros, inconscientemente, forzamos ese sueño.

Pero hay otros sin explicación alguna, que son, tal como dice Ferchu, puertas a otras dimensiones, o lo que sean.

Que nos soltamos, como decís vos Pelado, que vivimos sin ataduras ese sueño, donde la física no cabe.

pelado1961 dijo...

Cierto, Mariolo.
No hay ataduras ni "lógica" alguna en los sueños. Por eso creo que algunos son tan especiales: porque nos sacamos ese "traje" racional de todos los días.