viernes, 16 de abril de 2010
CUIDADO CON EL YAGUARON
Para los montevideanos, "Yaguarón" es en principio el nombre de una calle.
Pero también sabemos que existe un río así llamado, que oficia de límite entre Uruguay y Brasil.
Y además podemos referirnos con ese nombre a una ciudad de Brasil: a la altura de la ciudad uruguaya de Río Branco, cruzando el río Yaguarón por el puente internacional Barón de Mauá, se llega a la ciudad de Yaguarón (Jaguarao):
Sucede que, también, Yaguarón es el nombre de una ciudad paraguaya, situada a escasos 48 kilómetros de Asunción:
Más aún: por si fuera poco, Yaguarón se llama también un cerro que se encuentra a las afueras de la ciudad paraguaya que lleva ese nombre:
Ya de por sí, este cerro es centro de muchas leyendas interesantes. Entre ellas, merece destaque la que afirma que en él vivió un hombre blanco y rubio que llegó a la zona mucho antes que los españoles lo hicieran y le enseñó el cultivo del maíz a los guaraníes, un ser muy especial que no sería otro que Santo Tomás.
Pero eso será tema para otro día.
Hoy quiero referirme a algo más antiguo que las ciudades que mencioné y aún más antiguo que la conquista española, pero que lleva también el nombre de Yaguarón: un ser sobrenatural.
Efectivamente, a lo largo de todo el sur del Paraguay y del litoral argentino, persiste en la tradición oral la presencia de muchos seres ajenos a lo humano y a lo animal, si bien pueden presentar características comunes al hombre o a diversos animales.
El Yaguarón, dentro de las creencias que vienen de los aborígenes desde tiempos inmemoriales, es un monstruo que habita en los ríos y arroyos, causante del desmoronamiento de barrancas a fuerza de socavarlas.
Esos desmoronamientos provocaban muchas veces la pérdida de vidas humanas y animales, sea por el desastre en sí o porque el Yaguarón los atrapaba, despedazando a sus víctimas para devorarles los pulmones y desechar el resto.
A diferencia de otros seres sobrenaturales de la cosmovisión aborigen, no se le describe con precisión.
Sería grande, verdoso y de lomo chato, asomando solamente una parte de su cuerpo fuera de las aguas.
Algunos autores han ensayado una interpretación de su apariencia, a partir de la etimología que asocian al nombre "Yaguarón": algo así como una mezcla entre reptil y perro.
Al menos, esa es la morfología que le ha asignado un artista popular argentino en San Nicolás:
La leyenda del Yaguarón persistió a través de la ya escasa tradición oral, de las historias que lograron rescatar aún algunos antropólogos y también por causa de fuentes insospechadas, como puede ser un poeta.
El poeta argentino Rafael Obligado (1851-1920) se ocupó de varias leyendas de tierra adentro en sus obras, entre ellas la del propio Yaguarón:
"Ancho el río cabrillea
conturbado por la brisa,
y en él la forma indecisa
de un monsuuo se balancea.
Verdoso, enorme, voltea
el cuerpo se hunde, se oculta,
resurge, el líquido abulta,
borbollando por sí mismo,
y de nuevo en el abismo
el chato lomo sepulta."
(el poema completo está en este link)
Por tanto, ya ven ustedes que "Yaguarón" puede hacer referencia a muchas cosas, sean conocidas, desconocidas o totalmente insospechadas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
O sea que vivo a dos cuadras de un bicho verde asqueroso ... tomá pa' bo
La verdad que son más que entretenidas las leyendas aborígenes de toda américa, muy ricas.
Tal cual, Mariolo.
Y a veces son realmente sorprendentes, como en este caso.
Saludos!!
yo vivo en yaguaron cerca del cerro
Entonces seguramente tendrás alguna historia para contar.
Bienvenido al blog!!
Publicar un comentario