sábado, 10 de abril de 2010
JUEGOS DE GUERRA
Otra película que quizás recuerden (si son del Precámbrico como yo) es "Juegos de Guerra" ("War games"), muy buen filme de ciencia ficción.
Data de 1983 y está protagonizada por Matthew Broderick, que cumple el rol de David, un joven hacker que usa sus habilidades para pequeñas "avivadas": mejorar sus calificaciones, obtener pasajes de avión y cosas así.
Hasta que un día se mete en un sistema que no conoce y, de puro aburrimiento, se pone a jugar un jueguito que le ofrece la computadora huésped: guerra termonuclear global.
El "pequeño problemita" es que el sistema tiene por finalidad controlar el mando de defensa aeroespacial de USA, por lo cual la intervención del joven hacker desencadenará un holocausto nuclear, cosa que tan sólo lograría quizás detener el inventor del sistema, el profesor Falken (interpretado por John Wood).
Y las cosas empeoran cuando David averigua que el profesor Falken murió tiempo atrás.
El argumento puede parecer fantasioso, aún dentro de los estándares de la ciencia ficción.
Pero todo cambia si les cuento que la realidad, en este tema, superó a la fantasía.
El 22 de junio de 1980, el "Sunday Times" (periódico de USA) publicó una noticia bomba: el mundo había estado en camino de una guerra nuclear sin saberlo siquiera.
Resulta ser que los militares yanquis tenían una compleja red informática, de nombre clave WIMEX, que controlaba 27 centros de comando de la defensa aeroespacial.
El sistema, al igual que el que luego se mostraría en la película, realizaba una gran cantidad de funciones en forma automática y sin ningún tipo de intervención humana.
La cuestión es que el 3 de junio de 1980 el sistema "determinó" que los Estados Unidos estaban siendo atacados por la Unión Soviética, por lo cual puso en alerta a todos los centros de comando diseminados por el mundo entero y comenzó a efectuar las acciones necesarias para realizar un masivo ataque de represalia contra la URSS.
Los "ineficientes" humanos lograron, por suerte para el mundo, establecer que todo se trataba de una falsa alarma y detuvieron la cuenta regresiva del Armagedón en un tiempo récord: 3 minutos y 14 segundos.
Por supuesto, nunca se dijo cuánto faltó para el desastre.
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2 comentarios:
Vivimos regalados Pelado.
Cien por ciento regalados, Ferchu.
Cualquier día empiezan a caer las bombas y no sabemos qué pasó.
Un abrazo.
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