Los casamientos suelen ser uno de los eventos más planeados en la vida de la gente. Aún así, pueden suceder hechos inesperados en el transcurso de la ceremonia o la fiesta.
Desde un cambio indeseable en el clima, hasta algún invitado que pasa de "ponerse alegre" a estar borracho, hay toda una gama de pequeños grandes sucesos que no pueden ser anticipados.
Pero, ¿qué pasa cuando la propia ceremonia de boda peligra en su realización?
A eso vamos a referirnos, gracias a un oportuno comentario de Mariolo en otro post: veamos la leyenda urbana de la boda interrumpida.
Las bodas interrumpidas suelen ser un clisé en muchas telenovelas y películas (supongo que "Novia fugitiva" batió todos los récords al respecto).
Y no es que sea algo novedoso ni tampoco (oh, sorpresa) un tema creado por los libretistas de Hollywood: por ejemplo, el tema de la boda interrumpida por un pretendiente o esposo al cual se creía muerto, ya está presente en diversas obras populares de la literatura española del siglo XVI en adelante.
A su vez, esas obras tienen su génesis en relatos y tradiciones orales bastante más antiguas: pueden rastrearse en ellas algunos elementos de la "Odisea" (el regreso del esposo al cual se creía muerto en la guerra).
Pero la leyenda urbana, en este caso, va por otro lado: una novia un tanto "pillina".
Escuché este relato casi treinta años atrás, siendo que la persona que me lo contó decía que había sucedido "hace un par de semanas". O sea, se daba como un hecho. Y fue un rumor que se desparramó por todo Montevideo.
Todo empieza con un casamiento de alta sociedad, que se desarrolla en dos días sucesivos: primero la ceremonia civil y al día siguiente la boda por iglesia (en la Iglesia de Stella Maris, para ser más exactos).
Luego del casamiento civil, la novia está un tanto extraña, como "en otra parte". Todo el mundo lo atribuye a los nervios naturales, pero el novio sospecha algo.
Entonces, esa noche decide "montar guardia" ante la casa de la chica y, más temprano que tarde, se encuentra con algo realmente inesperado: un hombre pasa a buscarla y ella sale radiante y amorosa a recibirlo.
El trato que ambos se dan al verse, no deja mucho para la imaginación: es evidente que son amantes. Y por si hubiera dudas, se dirigen en el auto del hombre (seguidos por el novio) a un hotel de alta rotatividad.
Al día siguiente, ya en medio de la ceremonia religiosa, el sacerdote realiza al novio la pregunta de rigor: "¿Tomas por esposa a ....?", ante lo cual el novio responde un NO decidido y, acto seguido, describe a viva voz lo que vio la noche anterior y señala al amante allí presente (algunas versiones quieren que sea, incluso, un amigo del novio que oficiaba de padrino).
Imaginen el alboroto general, las viejitas desmayándose, el cura con los ojos como platos y la novia "prendida fuego" delante de todos...
Es muy difícil saber si esto realmente sucedió o no. Una vez más, siempre hay alguien dispuesto a decir que "un conocido de un amigo de un vecino" asistió a la terrible ceremonia. Pero no se puede rastrear nada concreto.
Si de algo sirve el dato, digamos que en otros países circulan versiones similares. Incluso parece que la relación suele ser "novia + padrino de boda" en todos los casos. Y hay por ahí algún supuesto "video probatorio" como el que vemos aquí:
Con amigos así....