martes, 29 de mayo de 2012
LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA
Fabulosa novela de Michael Crichton, escrita en 1969, "La amenaza de Andrómeda" ("The Andromeda strain") daría origen luego a una película en 1971, una miniserie en 2008 y, por supuesto, a un montón de copias más o menos descaradas que usaron la idea original y la manejaron como pudieron (a veces con excelentes resultados, hay que decirlo).
El argumento de la novela se basa en un evento que bien puede imaginarse como posible: un satélite cae a tierra y, antes de que sus partes sean recuperadas por el equipo que debe hacerlo, son encontradas por la gente de un pueblo cercano (Piedmont). Pero el satélite está contaminado por un organismo extraterrestre, un agente patógeno que causará la muerte de muchas personas al ser contaminadas.
Así, la novela va narrando, en forma de thriller, las acciones necesarias para combatir la mortal epidemia que no parece tener fin y que amenaza con extinguir la raza humana.
¿Cosas locas que surgen de la imaginación de un novelista? Tal vez, tal vez. Pero, ¿qué tal si el lío lo armamos nosotros mismos, los seres humanos, sin intervención extraterrestre?
Permítanme que les hable de la sonda Fobos-Grunt.
Si hubo un proyecto espacial que anduvo torcido, fue éste. La idea era lanzar una sonda que llegase hasta Fobos (satélite de Marte), recogiera muestras, analizase la existencia de vida, instalase estaciones meteorológicas y regresase a la Tierra.
El proyecto fue de origen ruso, con participación china y finlandesa. El desarrollo de la sonda se inició en 2001, pero los diseños iniciales recién estuvieron prontos en 2004. Sucesivos retrasos y cambios hicieron que se previera lanzar la misión en 2009, pero más y más problemas causaron que se fuera posponiendo hasta el 2011.
Finalmente, la sonda fue lanzada en noviembre de 2011, con múltiples cambios en relación al proyecto original. No llegó muy lejos.
Un fallo no especificado hizo que el propulsor no funcionase debidamente. El ingenio, que se esperaba llegase a las cercanías marcianas, quedó orbitando penosamente la Tierra y sin comunicación con la base rusa.
Pudo ser un "niño mimado" de la exploración espacial, pero se convirtió en nada más que 200 kilos de chatarra espacial que caería peligrosamente en algún momento. Y ese momento llegó en enero de este año, cuando el armatoste hizo reentrada en la atmósfera.
Los mandos rusos causaron un buen susto cuando anunciaron, en cierto momento, que la caída sería a unos 120 kilómetros al oeste de la ciudad de Rosario (Argentina). Pero finalmente (y por suerte) las probabilidades jugaron a favor de la inmensidad del océano Pacífico. La sonda cayó a unos mil kilómetros al oeste de la ciudad chilena de Coyhaique.
¿Fin del problema? No se sabe, por dos motivos. Para empezar, hay versiones encontradas sobre la toxicidad del combustible usado por la sonda (recuérdese que la misión falló al principio y los impulsores no funcionaron bien, por lo cual la cantidad de combustible no usada debió ser grande).
Y hay otro detallecito: había cultivos de bacterias a bordo de la sonda. ¿Sorprendidos? Me imagino, pero es así: a algún genio científico se le ocurrió que, ya que estaban, podían estudiar el comportamiento de ciertas bacterias ante la gravedad cero.
La lista oficial incluye diez cultivos de diferentes cepas. Pero hay quienes dicen que falta la lista extraoficial. Y que allí estaría el origen de los problemas que vimos en las costas peruanas en el post anterior.
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13 comentarios:
Ya me imaginaba la conclusión cuando recordé tu entrada anterior.
Vaya que para echar a perder el planeta nos pintamos solos.
Y para eludir la responsabilidad por nuestros actos, también.
Qué desastre del 2012 ni qué nada...
Ahja..."lo sospeché desde un principio".Me da que saben muy bien lo que pasó y lo tienen calladito.Somos monos con revólver, no hay caso!
Muy buena la peli (la novela no la leí), de la Amenaza de Andrómeda.
Ah, bueno. No me imaginé que la cosa venía por ahí, pero eso si, sigo confirmando, lamentablemente, como los "genios" científicos tienen los cerebros fritos
mmm seria catastrofico que se haga un viaje tan caro, para traer un virus alienigena! jejejeje
Prefiero la explotacion de minerales! jejeje
Amigos:
Ya ven que no es necesaria la intervención de ningún virus alienígena.
Nosotros solitos y sin ayuda ya somos capaces de liquidarnos con eficiencia!!!!!
Terrible.
Pues yo me tuve que leer la novela, porque no me iba a quedar con la duda (y porque tenía que viajar 10 horas) y bueno, pues creo que sí es posible traer microorganismos mutados, mutantes y mutandis...
En fin, con seguridad es un complot de los illuminatis y los reptilianos para acabar con el mundo mundial, así que me voy a disfrazar de lagarto para que no me maten
Como decímos en México "Qué poca madre de estos cabrones" Saludos ¨Pelado
Héctor:
Lamento comunicarte que los reptilianos identifican a los suyos mediante un carnet de socio.
De modo que ese disfraz no te va a servir de mucho, jajajajjaja.
Va un abrazo.
Ernesto:
Terrible gente, sin duda. Pero creo que ya les va a llegar su momento, con o sin bacterias.
Saludos!!!
Y el título de tu post se volvió una realidad.
Sólo que la amenaza está aún muy lejana, nada más 4 mil millones de añitos, cuando la Vía Láctea choque con Andrómeda.
¿Quién lo hubiera pensado?
La realidad supera a la ficción (incluso supera a la ciencia ficción).
Menos mal que no cayó en Argentina... Ya era lo único que nos falta...
Te tenía medio abandonado, Pelado... Pero acá estoy!
un abrazo.
Radioaficionado:
Siempre son bienvenidos tus comentarios.
Y no temas, que el satélite ya cayó, jajjajajaja.
Va un abrazo.
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