miércoles, 31 de agosto de 2011

DOS MÚSICOS DIABÓLICOS


Les invito a imaginar un músico exitoso, pelilargo, adicto, de aspecto desaliñado, ludópata, con fama de mujeriego y -para colmo-  centro de una leyenda urbana que le señala como pactando con el Demonio.

No, no les estoy hablando de Marilyn Manson, Alice Cooper o la gente de Iron Maiden o Black Sabbath. Se trata de Niccolo Paganini, un músico y compositor italiano que se hizo famoso como intérprete de violín.

Nacido en 1782 en Génova, cuenta la leyenda que, cuando Niccolo tenía cinco años, su madre tuvo un sueño en el cual se le apareció el Diablo para asegurarle que el pequeño sería un músico afamado.
Y parece que la madre se tomó muy en serio el asunto, pues tras una conversación con su esposo el resultado fue que pusieron a Niccolo a practicar el violín diez horas por día.

El niño fue creciendo y perfeccionando su arte, al punto que ya a sus dieciséis años era famoso. Y al igual que sucede hoy en día con precoces estrellas del rock y del pop, Niccolo bebía profusamente y no controlaba su adicción.

Pudo entonces desaparecer del gusto popular y ser tan fugaz como lo son muchos artistas actuales, pero tuvo su primer golpe de suerte: encontró un mecenas, una dama de alta sociedad que le llevó a vivir con ella y lo recuperó de su adicción, al tiempo que le facilitó las cosas para que aprendiera otros instrumentos y mejorase aún más su técnica en el violín.


La cuestión es que Niccolo se puso en carrera nuevamente, más fuerte y más hábil que nunca. El resultado fue que, si antes había tenido fama, ahora tenía celebridad absoluta. Pronto volverían los excesos, claro está. Y con ellos, la leyenda negra de un pacto con el Demonio.

Paganini no se molestó en desmentir esos rumores. Por el contrario, parece ser que ayudaba a cimentarlos. ¿Cómo? Componiendo e interpretando piezas de intrincada dificultad, tocando por diversión con una sola cuerda en el violín, haciendo sonar su instrumento como si de varios violines se tratase...en fin...era un verdadero "rockstar" pero del siglo XIX.

Si hubieran existido las revistas de chimentos en esa época, el tipo era nota de tapa con seguridad. Sus borracheras y algunas "peculiaridades" (como ser amante de las dos hermanas de Napoleón al mismo tiempo), sumadas a su innegable virtuosismo, le aseguraban estar en boca de todos.

Cuando murió, se le negó la sepultura en tierra consagrada (lo cual significaba, en esos tiempos, que quedabas afuera del cementerio). Sucede que, ni aún agonizando, Paganini aceptó que le suministraran la extremaunción, a pesar de que se hicieron varios intentos. O sea, siguió haciendo crecer la leyenda negra hasta en esos momentos.

Finalmente, hubo que embalsamar el cuerpo y dejarlo en el sótano del hijo por espacio de dos años. Luego recibiría sepultura en un lazareto (y sería trasladado en dos ocasiones más).

Otro colega anterior a Paganini supo ganarse cierta fama diabólica también. Me refiero a Giuseppe Tartini.


Y no es que podamos comparar al buen Giuseppe con el pillín de Paganini, porque Giuseppe Tartini fue más bien devoto. Incluso, en cierta etapa de su vida proyectó hacerse sacerdote. Pero fue el amor de una mujer lo que le llevó a encarar otros caminos.

Lo cierto es que Giuseppe pasó a estudiar leyes, fue campeón de esgrima y, apenas incidentalmente, se interesaba un poco en la música.
Eran tiempos patriarcales (Giuseppe nació en 1692) y recién cuando su padre murió fue que nuestro amigo pudo casarse con su amor, Elisabetta Premazore, desaprobada por su progenitor. Pero eso le causó otro conflicto: Elisabetta era la "favorita" de un Cardenal poderoso, de modo que todo terminó mal y Giuseppe debió recluirse en un convento para escapar de las garras de un proceso que le iniciaron.

La vida había cerrado un extraño círculo. El hombre que no quiso convertirse en sacerdote, ahora estaba encerrado en un convento.

Los días transcurrían lentos y Giuseppe encontró una afición: aprendió a tocar el violín. Y una noche tuvo un sueño muy pero muy extraño:


En sus propias palabras, Giuseppe soñó con el Demonio y, en particular, soñó que había hecho un pacto diabólico. Como resultado del contrato infernal, tenia cuanto quería y se cumplían todos sus deseos.
Un día, platicando con el Diablo, tocaban el tema de la música y Giuseppe le tendió su violín para que Lucifer le interpretase una pieza. Entonces, éste tocaba una sonata tan exquisita como nunca nadie había oído, al punto que era extasiadora.

Despertó de golpe Giuseppe y trató de poner en notas lo que había oído, pero fue en vano. Sin embargo, compuso en ese momento una pieza que pasaría a la historia y se llamaría, precisamente, "El trino del diablo".

Cualquier músico hubiera estado feliz de acreditarse esa composición, pero Giuseppe no. Siempre dijo que le resultaba frustrante no haber podido recordar la sonata de su sueño, que le resultaba tan inigualable como inalcanzable.

Hay quienes redoblan la apuesta y dicen que en el cuarto de Giuseppe apareció un segundo violín al día siguiente, nuevo y reluciente.
¿Olvidado por un ejecutante diabólico, quizás?

lunes, 29 de agosto de 2011

EL VIAJERO DE LAS FINANZAS


Amigo/a lector/a de este delirante blog, voy a formularle una pregunta: ¿Qué haría usted si pudiera viajar en el tiempo?

Estoy seguro de que las respuestas serán notablemente variadas. Algunos pensarán que es mejor mantenerse en el presente, otros desearán volver en el tiempo para cambiar algunas cosas, habrá quienes piensen en reencontrarse con seres queridos que ya no están y, seguramente, no faltarán quienes deseen curiosear en el futuro.

Por supuesto, más allá de los intereses científicos, culturales, afectivos y demás, también los hay más mundanos y directos. Volver al pasado sabiendo lo que va a ocurrir, puede resultar una posibilidad para enriquecerse. De eso trata la historia que les traigo hoy.

Allá por fines del año 2002 comenzó a circular una leyenda urbana persistente. Se decía que un individuo llamado Andrew Carlssin había sido arrestado por la policía neoyorquina, a pedido de la SEC (Securities and Exchange Comission), organismo federal de USA que vigila, entre otros cometidos, las transacciones en el mercado de valores.



¿Cuál era el crimen cometido por este hombre? En principio, se sospechaba que manejaba información privilegiada y secreta sobre empresas, pero los investigadores sabían que tenía que haber algo más, mucho más, detrás del buen Andrew.
¿Por qué? Pues porque había realizado 126 operaciones de compraventa de acciones en la Bolsa y las 126 habían arrojado enormes ganancias, al punto que había comenzado con 800 dólares y ahora poseía inversiones del orden del los 350 millones de dólares. Y todo en menos de un año.

Los chicos de la SEC no son gente que se chupe el dedo. Partían de la base de que Carlssin era el "hombre de paja" de algún grupo delictivo que, por medios ilegales, había obtenido información de empresas. Pero aún así, estaban sorprendidos. Por mucho que intentaran diagramar la maniobra, los resultados sobrepasaban las posibilidades de cualquier banda mafiosa.

Además, había un detalle nada menor que había surgido en las investigaciones: antes del año 2002 no existía el tal Andrew Carlssin en ningún registro oficial.

¿Entonces? Entonces había que interrogar al tipo y llegar al fondo del asunto. Pero lo que Andrew les dijo los descolocó del todo:


Al principio, trató de justificar sus inversiones adjudicándolas a la buena suerte. Luego, afirmó que había estudiado el mercado y sacado conclusiones. Pero la suerte y los conocimientos no podían avalar lo que no tenía justificación.

Al final, Carlssin se derrumbó y realizó una declaración de cuatro horas de duración, para la cual nadie estaba preparado: afirmó provenir del año 2256 y haber viajado en el tiempo con una sola finalidad, la de hacerse rico y llevar una buena vida.
Gracias a que tenía un trabajo administrativo en el laboratorio militar donde se había desarrollado la tecnología necesaria, clandestinamente se había jugado el pellejo para realizar el viaje en el tiempo. Y allí estaba.

Las autoridades policiales y la SEC reaccionaron como cabía esperar. Juzgaron que el tal Carlssin había obtenido una falsa identidad por medios ilegales, así como ahora optaba por hacerse pasar por loco para zafar de las acusaciones. Asunto terminado.

Pero allí entraron en acción otros resortes. La investigación fue de interés del FBI y ellos se hicieron cargo de Carlssin. Asimismo, la CIA entró en contacto con el tema y otras agencias de inteligencia manifestaron interés. Pronto, muy pronto, el paradero de Carlssin fue desconocido: se dijo que había sido internado en un manicomio, que había sido liberado por falta de pruebas, que todo el asunto era un invento de una revista sensacionalista, etc., etc.

Lo cierto es que Andrew Carlssin no volvió a ser visto. Y todo el asunto no pasa de ser una anécdota, una leyenda urbana.


¿O no?

viernes, 26 de agosto de 2011

"DUENDES" EN SANTIAGO DEL ESTERO


Suncho Corral es una localidad de Santiago del Estero (Argentina), donde últimamente se han reportado varios ataques perpetrados por un extraño duende.

De pequeña estatura, orejas de tamaño anormal y tocado con un sombrero enorme en punta, esta especie de "pequeño monstruo" agrede principalmente a quienes anden solos en la noche.

El primer caso denunciado sucedió allá por mayo pasado: un jovencito que regresaba a su casa después de asistir a un cumpleaños, fue interceptado y golpeado por este ser.
Posteriormente, sería el turno de un niño que se dirigía a casa de un vecino y sufrió el susto de su vida cuando el duende le cerró el paso y le propinó unos golpes. Sus gritos alertaron a la gente, que salió a la calle y provocó la huida del extraño.


Mejor suerte corrió un poblador adulto, que volvía de trabajar en bicicleta a altas horas de la noche, cuando el desagradable espantajo surgió de las sombras e intentó hacerle caer a toda costa. El hombre consiguió recuperar el equilibrio y huir a todo pedal del sitio.

Por supuesto, son muchas las teorías respecto a estos sucesos. Desde simples bromas hasta "cuentos de viejas", los escépticos prefieren mantenerse dentro de las cómodas fronteras de lo cotidiano, mofándose de todos los demás.

Uno que no es tan escéptico es el cura local, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, quien aventuró que el centro del problema pudiera radicar en "un trabajo de magia" que quizás sirvió para invocar una presencia no deseada.


Entretanto, para la gente mayor del pueblo, el asunto no tiene nada de anormal. Son muchos los que sostienen que este "duende" suele presentarse en determinados años concretos, a veces con espacio de décadas entre una y otra aparición.

¿Simples supersticiones? Ustedes dirán.
La yapa:

El nombre de Suncho Corral me sonaba y me sonaba, pero no sabía por qué. Al final, me avivé: revolví unos cuantos papeles y encontré la causa:



En la madrugada del 15 de julio de 1990, una camioneta circulaba por la estrecha ruta que unía las localidades de Taboada y Suncho Corral. Dos matrimonios volvían de una reunión familiar que se había llevado a cabo en Taboada.

De improviso surgió en el cielo nocturno lo que primero parecía una luz y luego se reveló como un OVNI de forma típica: metálico, bien delineado y emitiendo una luz anaranjada.
Conforme el objeto se aproximaba a la camioneta por delante, enmudeció la radio que estaban sintonizando.

La lógica reacción de Alex Hallak (conductor del vehículo) fue frenar y evitar toda proximidad. Giró la camioneta y tomó la dirección por la cual habían venido. En lo que duró la maniobra, los ocupantes del vehiculo pudieron apreciar mejor el OVNI, concluyendo que tendía unos veinte metros de diámetro.



Además, al estar más próximos al objeto, pudieron apreciar un domo en la parte superior y una especie de conductos o ventanillas rodeando la parte baja.

Como contarían posteriormente, la primer impresión que tuvieron oscilaba entre el miedo y la fascinación. Pero el miedo prevaleció, sobre todo cuando la huída en sentido contrario no tuvo los efectos deseados: el OVNI se dedicó a perseguirlos en vez de alejarse.

Con la camioneta a máxima velocidad (pese a la presencia de un bebé con ellos), el conductor aterrorizado tocaba bocina continuamente, intentando llamar la atención de eventuales coches con los que pudiera cruzarse.

Finalmente, tras seis o siete kilómetros se encontraron con un camión Scania que venía en dirección contraria y, fuese por casualidad o adrede, el OVNI se desinteresó de la persecución y se alejó. Hallak detuvo la camioneta al costado de la ruta y el camionero hizo lo mismo, pensando que hubieran padecido alguna avería o problema (a la vez que le llamó la atención la "luz" que perseguía a la camioneta).

Los Hallak y los Paz (el otro matrimonio) durmieron en casa de familiares y al día siguiente volvieron a Suncho Corral. Dudaban si comentar o no el fenómeno visto, pero pronto se convencieron de hacerlo. Ni bien llegaron al pueblo, encontraron gran agitación entre la gente: en noches anteriores, tanto una patrulla policial como una partida de cazadores observaron atónitos en el cielo la presencia de diversos objetos luminosos, en las afueras de la localidad.

Hasta el día de hoy, el fenómeno permanece inexplicado.
¿Podría estar conectado con la aparición de seres extraños? No sería la primera vez.

martes, 23 de agosto de 2011

HUMANOIDES: EL PRIMER CASO ARGENTINO


La ufología no está libre de las mismas influencias que suelen opacar cualquier otra clase de estudios: el continuo mirar a la cultura anglosajona, como si ésta fuera la única existente.

Con ánimo de evitar esta esta especie de "astigmatismo cultural", hoy les traigo un caso que habría dado la vuelta al mundo noticioso y del que se habrían escrito numerosos artículos...caso de haber sucedido "en el lugar apropiado".
Pero aconteció en Argentina.

El 18 de febrero de 1950 se presentaba como un día común y corriente en las cercanías del Lago Argentino (Santa Cruz, Argentina). Más aún en un medio rural agreste, donde las jornadas están marcadas por las tareas rutinarias. Pero para Wilfredo Arévalo, ese día iba a resultar inolvidable.

Wilfredo era un estanciero y estaba recorriendo sus tierras en camioneta, cuando notó unos objetos brillantes en el cielo. Eran cerca de las 18:30 y en las postrimerías de la tarde, el sol reflejaba su luz en ellos.
Pensando que fuesen aviones, el estanciero detuvo su vehículo y se bajó para observar mejor. Pero pronto notó que los objetos no eran aviones, sino aparatos discoidales que se aproximaban a tierra.


El señor Arévalo no conocía nada acerca de OVNIs o extraterrestres. Jamás había leído algo sobre el tema. Por lo tanto, su primer interpretación fue que se tratase de algún nuevo tipo de aparato aéreo, que estuviese probando la Fuerza Aérea Argentina.

Esperó entonces, pensando que los "pilotos" harían una pasada sobre la estancia y continuarían su vuelo. Sin embargo, se sobresaltó un poco cuando notó que las máquinas seguían su descenso, hasta que por fin una de ellas aterrizó y la otra se mantuvo suspendida a unos veinte metros del suelo.

Pero "sobresalto" es una palabra leve para describir lo que Arévalo sintió cuando observó detenidamente el extraño aparato posado en tierra a unos metros de su persona: el examen objetivo de lo que tenía ante sí, le convenció plenamente de que no se trataba de una máquina de factura humana.

He aquí lo que el estanciero dibujaría posteriormente. Véanlo y después les comento lo que Arévalo describió:


Se trataba de un aparato circular, en cuyo derredor se notaba lo que parecía un plano giratorio muy luminoso. En la parte superior, una cabina transparente permitía ver en su interior la frenética actividad de cuatro "seres" que, definitivamente, no eran humanos: bastante más altos que una persona común, los cuatro eran idénticos en sus semblantes y facciones, "tan pálidos como si se tratase de muertos".

Parecían consultar instrumentos de a bordo, absortos en sus tareas hasta que uno de ellos notó la presencia de Arévalo. Fue entonces cuando dirigieron hacia el estanciero "una especie de reflector" muy potente, al punto que tuvo que cubrirse la vista.

Aún así, alcanzó a notar que se incrementaba "un vapor azul-verdoso" que ya había notado sobre el aparato (y no debajo de éste), al tiempo que la máquina se elevaba, desapareciendo luego junto con la otra en dirección a la frontera chilena.

Arévalo estaba ahora decidido a investigar, pero no se sentía bien. Se fue a su casa y volvió al día siguiente con una partida de peones. Constató que la zona donde el aparato se había posado estaba chamuscada, pero fuera de eso no se veían otros indicios.

Pensando que otros estarían más capacitados para explicar el caso, denunció el hecho ante la aviación militar argentina y dio cuenta del mismo a los periodistas de "La Razón".

Sesenta y un años después, aún permanece inexplicado este episodio. Y conforme siga pasando el tiempo, entrará sin dudas en el limbo del olvido, hasta convertirse en algo que "nunca sucedió".

domingo, 21 de agosto de 2011

LO FÁCIL QUE PUEDE SER # 2


Tiempo atrás tuve oportunidad de informarles sobre un "fenómeno" de coloración anormal en las aguas, que se produjo en el País Vasco (el post anda por aquí).

Ahora resulta que sucedió algo parecido en East Hampton Village (USA), donde el principal estanque de la ciudad amaneció presentando un color verde fluorescente en sus aguas:



Por supuesto, los residentes cayeron en ese "reflejo condicionado" del hombre posmoderno, que le hace pensar que hay que acudir a las autoridades cuando se desean respuestas.
Naturalmente, las autoridades de East Hampton son como las de todas partes y, apenas la gente se empezó a poner pesada, comenzaron a pasarse la pelota unos a otros.

El cambio de coloración del agua sucedió un viernes. El alcalde de East Hampton no formuló declaraciones hasta el lunes, cuando dijo que él también se había dado cuenta del fenómeno (un genio el tipo) y ese día había encargado análisis del agua.

Supuestamente, esos análisis debía efectuarlos el Departamento de Medio Ambiente del estado de Nueva York, pero los responsables (?) de esa repartición le dijeron al alcalde que demorarían, por no tratarse de un asunto urgente (!).




Al final, el tiempo pasó sin que nadie diera una respuesta concreta. El alcalde se limitó a considerar que se trató de "un fenómeno de la Naturaleza".

En los días iniciales, como siempre, hubo gran agitación y un sinfín de especulaciones (igual que en el caso vasco). Se atribuyó la coloración a la presencia de algas, al uso de "trazadores" de la corriente y hasta de productos "localizadores" del tipo de los que se usan en la Marina o la Aviación militar para ubicar una posición desde el aire.

Después, la coloración desapareció y la gente volvió a ocuparse de sus asuntos.
(Aunque tal vez este tipo de cosas sean "sus asuntos" y ni siquiera se dan cuenta).

jueves, 18 de agosto de 2011

LOS OVNIS SON COSA DEL FBI...¿O DEL FIB?


El cine y la TV nos tienen acostumbrados a pensar que los OVNIs son investigados por el FBI.
Pero ahora resulta que son asunto del FIB.

¿Qué significan estas extrañas siglas?
El FIB es el Festival Internacional de Benicasim, evento que se desarrolla en esa localidad de España, en la cual se dan cita músicos independientes y otros artistas varios para dar rienda suelta a una movida cultural masiva.

Como parte de las actividades de este año, se seleccionaron algunas propuestas de "intervenciones", entre las cuales estuvo presente este "OVNI" que se puede apreciar en las imágenes.




Más allá de provocar algún soponcio en turistas desprevenidos, la idea del OVNI de Benicasim es la de introducir un elemento provocativo en el paisaje.
Su construcción no apela a tecnologías de avanzada ni nada por el estilo. Como puede verse en la siguiente imagen, se trata de un modelo tipo "globo" que se mantiene flotando amarrado a hilos y con un basamento fijo hundido en el mar:



Estoy seguro de que Ed Wood hubiera amado el OVNI del FIB.

lunes, 15 de agosto de 2011

LA CASA INTERMINABLE


Muchas personas piensan que el dinero hace la felicidad. Y que mucho dinero da mucha felicidad.
No soy quién para denigrar la filosofía de vida imperante, pero hoy vamos a hablar de un caso donde las cosas no fueron tan simples.

La finca que se ve en la foto superior es la Casa Winchester, que se encuentra en San José (California, USA). Por más que parezca magnífica (y lo debe ser sin dudas), su existencia y su misterio son producto de la desgracia y la locura.

No voy a decir de qué año data la casa, porque es un poco aventurado poner una fecha a algo que, en rigor, no fue  finalizado nunca. En principio, para poner en un marco temporal a nuestra historia, digamos que la casa se comenzó a construir después de 1881.
Allí la vemos en una foto de época:


A los efectos de nuestra historia, tenemos que retroceder un poco en el tiempo.

Nacida en 1840, Sarah Lockwood Pardee creció para convertirse en una belleza de su ciudad natal (New Haven, Conneticut, USA) y tuvo la mejor educación a la que podía aspirar una joven de su época. Hablaba cuatro idiomas con fluidez y, a la usanza de la época, era una excelente intérprete de piano.

Como más allá de eso era una jovencita simpática y agradable, no pareció raro que le llovieran los candidatos. Y quien se ganó su corazón fue William Winchester, de la familia que fabricaba las armas de esa marca.
En 1862, Sarah se convirtió entonces en Sarah Winchester y poco tiempo después tuvo una niña de nombre Annie.

Veamos a Sarah en dos etapas de su vida:

Los negocios de Winchester iban viento en popa. La guerra hacía que el armamento fuera requerido en cantidades gigantescas. El dinero le llegaba a manos llenas, en cantidades más grandes de la que cualquier ser humano pudiera gastar.

Pero entonces, en 1866, sucedió algo terrible: a causa de una enfermedad falleció la pequeña Annie.
Esto fue devastador para Sarah y originó un largo período de su vida en el cual la depresión le dominó por completo.

Pasaron quince años y pareció que no todo estaba perdido. Sarah comenzaba a mostrar signos de una leve mejoría. Pero la tragedia volvió, esta vez representada por la muerte de William, su esposo.
Lo que sucedió luego es el origen de la Casa Winchester, una de las mansiones más extrañas y misteriosas del mundo:


La desesperación de Sarah le llevó a consultar un médium en Boston. Puede parecer una completa locura, pero teniendo en cuenta el estado emocional de la señora y el hecho de que el espiritismo pasaba por un período de auge en la época, no suena tan raro.

Lo cierto es que el médium fue claro en sus apreciaciones. Le explicó a Sarah que los Winchester estaban malditos por las armas que habían creado,  fabricado y vendido continuamente. Los espíritus de indios nativos y de soldados masacrados en la Guerra Civil, les perseguirían incansablemente.

Implicando en sus palabras que Sarah podía ser la próxima víctima de esta furibunda maldición, aconsejó tomar una medida práctica: alejarse hacia el oeste y buscar nuevos horizontes donde establecerse.

Así fue como Sarah viajó en busca de un lugar donde establecerse, hasta que lo encontró en California, en San José. La forma en que decidió cuál era el sitio apropiado para construir su nueva casa no se conoce, pero  se especula que sea parte de una larga serie de instrucciones secretas que recibió del espiritista.

Nadie supo nunca en qué consistían estas precisiones ocultistas, pero al parecer una de ellas era que la casa, si bien debía ser habitada por Sarah, jamás debía darse por finalizada. Y eso fue respetado a rajatabla: durante los casi cuarenta años siguientes, día tras día trabajaron obreros y carpinteros ampliando o modificando la finca.

Veamos algunas fotos de las fachadas y jardines:




También podemos ver uno de los salones de baile (con su órgano), el cuarto de costura y uno de los tantos vitrales:




Para cuando Sarah falleció, la casa tenía 160 habitaciones (de las cuales 40 eran dormitorios), contaba con cuatro plantas unidas por 40 tramos de escaleras y se calefaccionaba por medio de 47 chimeneas.
Todo ello para una sola persona, que además insistía en continuar con la casa en obras en forma permanente.

Y esta no era su única "excentricidad", por cierto.

Algunas de sus extravagancias eran propias de una persona de buen corazón. Solía pagar a los obreros un jornal que duplicaba el usual para la época. Y no era raro que invitara a los niños de los azorados vecinos a comer helado y oir como tocaba el piano. Además, varios orfanatos y obras de caridad de la ciudad se beneficiaron de sus generosas contribuciones.

¿Cosas de solitaria? Puede ser. Pero otras son de difícil explicación.
Por ejemplo, no dormía dos noches seguidas en el mismo dormitorio. Hacía tocar una campana a medianoche y las 2 de la madrugada. Y además, todas las noches, antes de irse a dormir, se encerraba en una habitación con hojas de dibujo, una provisión de lápices y una planchette (especie de tablita donde se coloca un lápiz y puede ser rodada sobre una hoja por una o más personas):



Igualmente, otras características de la Casa Winchester son indudablemente de carácter ocultista. Al igual que sucede con el Castillo Pittamiglio de Montevideo, cuenta con escaleras, puertas y ventanas que no conducen a nada, pero así fueron realizadas por orden de Sarah:





Por último, una curiosidad.
Uno de los vitrales existentes en la Casa Winchester muestra una frase que, en principio, no parece casar con nada:


Como me llamó la atención, me puse a ver qué significado podía tener (pese a que mis conocimientos del idioma inglés no auguraban demasiada fortuna a la búsqueda). Pero al final encontré una procedencia: son palabras tomadas del Acto quinto, Escena quinta, de la obra de Shakespeare "Ricardo II"

"Me he estado preguntando cómo puedo
comparar la cárcel en que vivo con el mundo
y, como el mundo es tan populoso
y aquí no hay otro ser que no sea yo,
no soy capaz. Con todo, voy a resolverlo.


Mi mente será la hembra de mi espíritu,
mi espíritu el padre, y los dos engendrarán
una prole de fecundantes pensamientos
que poblarán este mundo en pequeño
de caracteres tan variados como el mundo,
pues ningún pensamiento se contenta."

¿Comparaba Sarah su situación con la de un rey prisionero y solo? Es probable.
En todo caso, no estaba más loca que el resto del mundo.

sábado, 13 de agosto de 2011

EL "OTRO ANGULO" DE PITTSBURGH



Lo que pueden ustedes apreciar en esta imagen es parte de uno de los misterios urbanos de la ciudad de Pittsburgh (USA): la aparición de cientos de "semicírculos" o "transportadores" adosados con fuerte pegamento a cualquier sitio callejero, desde casetas telefónicas a muros, desde barandas a escaleras, pasando por todo lo imaginable.



Nadie sabe quién los coloca o cuál sería su función (si es que tienen alguna), pero allí están.
Cada uno está numerado en forma diferente y también varían los colores del instrumento.




Al tratarse de un fenómeno que no es fácilmente apreciable por los automovilistas, quienes se dieron cuenta primero fueron algunos grupos de personas que practican caminatas o bicicleta, como parte de sus ejercicios.

En particular, un foro de ciclistas de Pittsburgh empezó a documentar cada hallazgo nuevo y a especular sobre los motivos del fenómeno. De allí llegó a algunos blogs y de allí a las noticias locales.

Algún bloguero con iniciativa intentó diagramar los hallazgos conocidos en un mapa de la ciudad, en afán de entender el propósito del misterioso individuo:



Pero la tarea lo superó, debido a la cantidad de los hallazgos (que además aparecían por todos lados).

Quienes también tomaron cartas en el asunto fueron las autoridades municipales y policiales, a través de algunas declaraciones dadas a la prensa donde, poco menos, anunciaron las peores sanciones para el autor del asunto.

De todas formas, parece que esto no amedrentó a la persona o grupo de personas, porque los hallazgos siguieron:





También puede suceder que algunos de estos semicírculos estén en sus sitios desde bastante tiempo atrás, pero la gente haya comenzado a notarlos como "parte del asunto" recién a partir del momento en que se corrió la noticia.





Lo más probable es que todo sea una broma, de parte de alguien con mucho tiempo libre (y muchos semicírculos que no usa).
Si los sitios de colocación, la coloración de los semicírculos y la numeración utilizada tienen algún significado, imagino que sólo se entenderá una vez que el último haya sido colocado. Y teniendo en cuenta que ya van cerca de trescientos, pues vaya uno a saber cuál será el último.

Se escuchan teorías.