martes, 28 de junio de 2011

ESPEJISMO


Los habitantes de la ciudad china de Huanshan se encontraron con algo bastante insólito cuando, después de varios días de fuertes lluvias y alto porcentaje de humedad sobre el río Xin'an, tuvieron oportunidad de ver casas, edificios y árboles....que no existen.

El extraño espejismo, causado por el estado climático, provocó que tuvieran la visión de una especie de "isla" con construcciones que no se corresponden con nada que exista en la ciudad o en las cercanías:




No es la primera vez que se producen esta clase de fenómenos en China, pero nunca habían sido tan nítidos como ahora. Hasta el momento, no pudo ser identificada la "ciudad fantasma".

A continuación, un video:

sábado, 25 de junio de 2011

HUNTER Y LOS FANTASMAS


Cada vez que menciono una serie televisiva, parece que yo era el único que tenía TV en el siglo XX.
Me salen con que no la vieron, que no se acuerdan, que eran "muy chicos" en esa época. En fin, como que los estoy viendo cruzar los dedos mientras declaran.

Pero no importa. Igual yo banco.

Esta vez les voy a contar algo sobre Fred Dryer, el actor que personificaba a "Hunter", en la serie que se emitió en USA entre los años 1984 y 1991 (ya sé: ninguno de ustedes era nacido).
Lo cierto es que el buen Fred tuvo su historia paranormal para contar. Y yo se las cuento a ustedes.


Como todas las cosas extrañas, comenzó en forma distendida. Con el actor y su hija haciendo una pequeña "gira" en busca de nuevo colegio para la chica.
En época de vacaciones, es común que los secundarios privados abran sus puertas en USA y organicen visitas para que los padres (y los adolescentes) conozcan sus instalaciones.

En esas vueltas andaban Fred y su hija, cuando llegaron a un instituto que parecía impresionarlos bien a ambos de entrada. Sin embargo, cuando abrieron la puerta principal, el actor notó una sensación gélida que salía del lugar y no se correspondía con la temperatura existente. Pero no le prestó demasiada atención al asunto.


La gira empezó con una alumna mayor, mostrándole a los padres y a los chicos el salón de trofeos (ya saben ustedes que los yanquis le dan gran importancia a las competiciones deportivas, no sé si para formar "deportistas" o para formar "competidores").

Ahí fue cuando nuestro amigo Fred tuvo el segundo (y mayor) chispazo de que algo no andaba bien. Cuando se detuvo a mirar una pared con plaquetas que remarcaban triunfos deportivos, ante sus ojos se transformaron éstas en lápidas.


Se apartó horrorizado y sintió que le faltaba el aire. Su hija acudió en su ayuda y le dijo que había visto lo mismo que él. Nadie más en el grupo notó nada raro, porque ya continuaban animados con otro rumbo.

Pero lo peor estaba por venir.

La visita continuó por la piscina del colegio, que era uno de los mayores orgullos de la institución, por su tamaño y los laureles obtenidos en ese lugar.
Nada que objetar, excepto que cuando Fred y su hija se acercaron al borde, vieron horrorizados que el agua se volvía negra.


Esto ya era demasiado y Fred Dryer se preguntó si no estaba siendo objeto de alguna broma macabra. Pero comprendió muy rápidamente que no había posibilidad de broma alguna, cuando al otro lado de la piscina se materializaron de la nada un par de niños.

Boquiabierto, Fred los examinó: vestían trajes de baño que parecían ser de otra época. Y estaban de cabeza gacha, sin levantar la vista en ningún momento. Parecían dudar si debían o no meterse en el agua.


El actor ya sólo quería salir de allí y sacar a su hija con él. Musitó una excusa y se fueron rumbo a la puerta. Una vez que estuvo en el exterior, ambos parecieron recobrar el buen semblante. Y una vez más, Fred cotejó que su hija había visto lo mismo que él.

De vuelta en el hotel, continuó dándole vueltas al asunto en su mente, intentando buscar una explicación para lo que había visto. Al día siguiente prosiguieron la gira padre e hija, por otros lugares y otros colegios (por supuesto, no eligieron el del incidente).

Semanas después, Fred volvió a la institución donde había vivido el episodio inexplicable, pidiendo entrevistarse con el director. Y le preguntó, sin preámbulos ni medias tintas, si alguna tragedia había acontecido en el colegio alguna vez.

El hombre le contestó que no había nada de que preocuparse, que el colegio era muy seguro. Y para recalcar sus dichos, le comentó que sólo una vez, unos sesenta años atrás, un par de chicos habian fallecido ahogados.

"¿Un chico y una chica?", preguntó Fred.
"Un chico y una chica" contestó el director. "Pero son cosas del pasado".

"No tanto", supongo que habrá pensado el buen Fred mientras se encaminaba hacia la puerta una vez más y se felicitaba a sí mismo por anotar a su hija en otro colegio.

Fred Dryer valoró positivamente el episodio, porque afirma que gracias a ello se volvió a acercar a su hija, en un momento en el que estaban emocionalmente distanciados. Y recientemente se animó a contarlo ante cámaras para un documental televisivo sobre sucesos paranormales.

jueves, 23 de junio de 2011

LA DAMA ROSADA DE MALIBÚ



Lo que ven en esta imagen es la etiqueta de un vino californiano, producido por la casa Republic of Malibu en el año 2008.
La figura de la mujer desnuda (que es de color rosado en el original) hubiera pasado casi desapercibida, si no fuera porque se gestó una leyenda urbana alrededor de ella.

Efectivamente, comenzó a circular por Internet la versión de que el diseño original existió en un túnel de Malibú, era de tamaño enorme y fue pintado por artistas desconocidos de la noche a la mañana.

Honestamente, cuando me enteré de esta historia navegando por ahí, pensé que se trataba de una movida de marketing, algo así como una publicidad viral que termina por ganar espacio a fuerza de expandirse y tocar algún tema inverosímil.

Pero resulta que no es así. En realidad, hay mucho de cierto en esta leyenda urbana.



La señora que se ve en la foto anterior se llama Lynne Seemayer, artista californiana. Un día del año 1966, la buena Lynne acertó a pasar por una carretera de las montañas de Santa Mónica, cuando notó varios graffitis desagradables a la entrada de un túnel.

Pensando creativamente, decidió tapar esas leyendas con un diseño. Así fue como se armó de pinceles, pinturas y utensilios diversos, hasta tener todo lo necesario. Y una noche de octubre de 1966 se dirigió al sitio ni bien cayó la noche, terminando casi al despuntar el alba con una obra que merece su sitial de honor en el arte callejero: la llamada "Pink Lady" (Dama rosada).




La obra representa una mujer desnuda de piel rosada, con flores en su mano derecha. Y no fue moco de pavo realizarla, tanto por su tamaño como por el sitio donde está: mide casi quince metros de altura y está casi directamente sobre una ladera a la entrada del túnel.

A la gente en general le gustó, pero parece ser que las autoridades de la época enloquecieron de rabia. Viendo que muchos conductores se detenían al costado para realizar fotos o, simplemente, para observar mejor la figura, se apresuraron a buscar a los culpables y a quitar la obra cuanto antes.

Las pesquisas policiales fallaron, porque ya de entrada se basaron en que los responsables tenían que ser un grupo de muchachos y nunca pensaron en una mujer como autora.
No le fue mucho mejor a los intentos municipales para borrar la figura. Primero se intentó con agua a presión, con las mangueras de los bomberos locales. Luego, el removedor de pintura demostró no ser rival para la pintura de exteriores usada por la señora Seemayer.

Al final lo lograron, blanqueando y pintando luego con pintura marrón, que tapó todo.






Para ese entonces, la señora Seemayer decidió darse a conocer como autora de la "Pink Lady". Al contrario de lo que sucedería luego con los artistas callejeros (que saben que sus creaciones corren el riesgo de ser destruídas), había desarrollado un vínculo emocional con esa obra.

Demandó a la municipalidad por la destrucción de su obra. Y la municipalidad contrademandó por los costos de cubrir la "Pink Lady". Los jueces desestimaron tanto una como otra demanda, por lo cual todo fue una especie de empate.

Con el tiempo, se dejó de hablar del asunto. Y un manto de olvido convirtió en leyenda urbana lo que en realidad fue un hecho  concreto.

lunes, 20 de junio de 2011

BOLSA DE TRABAJO DE LOS EXPEDIENTES XXL


¿Cansado de su trabajo actual? Paso entonces a transcribirle un aviso clasificado:

"SE NECESITA modelo para posar para estatua de "Satanás después de la Caída". Si usted piensa que luce como Satanás, preséntese en el estudio de Bárbara Ferris."

Y sigue una dirección de la ciudad de Vallejo (California, USA), en el área de la Bahía de San Francisco.

Pueden decir que van de parte del Pelado, no hay problema.

sábado, 18 de junio de 2011

UNA FARSA QUE EMPEZÓ CON UN BISTURÍ


Hoy en día estamos plenamente acostumbrados a las cirugías estéticas. Estrellas y estrellitas desfilan por docenas en los medios masivos, generalmente desmintiendo haber pasado por quirófano alguno, pero luciendo nuevos aditamentos a su anatomía: labios, pómulos, pechos y todo lo que pueda imaginarse.

Pero las cirugías estéticas también conocieron otras épocas, donde no eran tan comunes como para transformarse en regalo de cumpleaños para jovencitas o panacea contra la edad para veteranitas.
Hubo tiempos donde se llevaban a cabo principalmente para reparar secuelas de accidentes o, como veremos, para asumir identidades ajenas.


La historia que les traigo comienza en los años '40 del siglo pasado, en la principal clínica de cirugía plástica de Berlín. El doctor Zeitfeld es su director y uno de sus hijos es cirujano en ella. Su otra hija, Magda Zeitfeld, también es médica pero ha elegido una carrera bastante más riesgosa: trabaja para el servicio secreto nazi.

Como el doctor Zeitfeld es simpatizante del régimen, su clínica prospera. Además, nunca faltan clientes en medio de una guerra. Hay familias adineradas con parientes que han sufrido heridas deformantes, situaciones que esa clínica (pionera en la utilización de prótesis faciales hechas de materiales especiales) puede corregir.

Pero en 1943 se internaron tres pacientes bastante especiales: ya arribaron con vendajes que les cubrían por completo la cabeza, si bien no tenían signos de herida alguna. Y se trataba de un asunto oficial, pues llegaron con protección y custodia de militares de la SS.

¿En qué consistieron las operaciones llevadas a cabo? Nadie lo sabe con certeza: por primera vez en la historia de la clínica, no se guardaron registros médicos ni constancias de esas tres intervenciones. Y las cirugías fueron llevadas a cabo personalmente por los Zeitfeld, padre e hijo.


Todo hubiera quedado en una anécdota menor, si no fuera por algo inesperado que sucedió: semanas después de las operaciones, cuando los pacientes ya habían sido dados de alta, la clínica fue asaltada y los delincuentes (que nunca fueron ubicados) mataron a todo el personal, incluídos el doctor Zeitfeld y su hijo.

Cuando Magda Zeitfeld supo la noticia, comenzó a especular las causas. En la clínica no había mayormente dinero, pues los pagos y cobros se efectuaban mediante transacciones bancarias. Los anestésicos y medicamentos aún no eran tan escasos como para ser valiosos. Y en todo caso, las penas por robo y por homicidio eran muy distintas entre sí como para que unos ladrones se convirtieran en asesinos.

Como agente secreto, Magda estaba entrenada para encontrar la verdad en medio de las apariencias. Y movió sus hilos y contactos pacientemente. Al final, vino a descubrir que la masacre de la clínica había sido resultado de una operación de la SS para encubrir todo lo relativo a los tres pacientes misteriosos.

¿Y quiénes eran los pacientes? Tres "dobles" operados para suplantar a Hitler.



Por mucho que Magda Zeitfeld quisiera vengarse, le era imposible llegar a los culpables, pues se hallaban entre los personajes más poderosos de la Alemania del momento. Pero precisamente por eso, la espía reevaluó todas sus lealtades y comenzó a trabajar para el servicio secreto inglés, convirtiéndose en una doble agente.

Los ingleses ya sospechaban que Hitler utilizaba dobles, principalmente para las ocasiones públicas donde no era necesario que hiciera discursos. Pero comenzaron a preguntarse para qué más planeaba usarlos, si el asunto era tan secreto y delicado como para matar a todos los implicados.

Investigando un poco más, los británicos llegaron a saber de la existencia segura de por lo menos dos dobles del dictador nazi. Uno de ellos era un actor, de nombre Andreas Kronstaed, que tenía un notable parecido físico con Hitler. El otro, según los investigadores, había surgido por mera casualidad.

Ferdinand Beisel era un nazi convencido. Se había afiliado al movimiento e integró las SA (formaciones paramilitares) desde un principio. Para entretener a sus compañeros en el cuartel, no encontró mejor cosa que imitar a Hitler, acto que llevó casi a la perfección con todos los detalles (gestos, peinado, bigote, impostación de voz) y una semejanza física llamativa.

Pero no eran tiempos como para hacer imitaciones graciosas del jefazo nazi, por lo cual fue denunciado y muy pronto detenido por la Gestapo (policía política), encontrándose con un futuro no muy auspicioso ante sí. Podían haberlo ejecutado, pero alguien encontró útil el acto cómico de Beisel y lo reclutó como doble.

¿Para qué los querían, al punto de operarlos para convertirlos casi en "clones"? La respuesta probablemente haya surgido en 1945:



El mes es abril y el lugar es, nuevamente, Berlín. Pero ahora se trata de una ciudad irreconocible para cualquiera. Casi todo lo que puede verse son edificios en ruinas, trincheras improvisadas y calles repletas de cráteres de bombas.

Los combates entre tropas rusas y nazis se llevan a cabo por todas partes. El nivel de violencia y destrucción empleado por ambos bandos no tiene parangón. Al final, todo concluye con la caída de la ciudad y la rendición completa de Alemania. La guerra en Europa ha terminado.



Cuando los rusos se hacen cargo de la situación, encuentran un búnker subterráneo cuya existencia desconocían. Visto que parece ser el último refugio de la cúpula nazi, es de máximo interés revisarlo a conciencia. Stalin ordena entonces que el contraespionaje militar se encargue de la tarea y, sobre todo, les encarga una misión primordial: averiguar qué sucedió con Hitler.

En tren de resolver ese rompecabezas, no se escatiman medios. Se detiene a unas ochocientas personas que, directa o indirectamente, pueden aportar información. Desde los dentistas y médicos de Hitler hasta los choferes y ayudantes. Desde los generales que estaban en el búnker hasta las cocineras.

Empiezan a surgir datos y se van reconstruyendo las situaciones. Se excava por aquí y por allá, encontrando incluso algún cadáver que "sin duda"  es el del dictador.


Al final, las versiones que se obtienen son contradictorias y los cadáveres (más de un candidato) no concuerdan. Los rusos pierden la poca paciencia que ya tenían y varios de los detenidos se convierten en prisioneros. Muchos de ellos pasarían una década en la cárcel y de otros no se volvió a saber nunca más.

Entretanto, los británicos mandaron a un oficial (Hugh Trevor Roper) a investigar y el hombre, en tiempo récord, concluyó que Hitler se había suicidado en el búnker. Al menos, eso era lo que decían los pocos testigos (por más señas, indirectos) que hablaron con Roper (que por supuesto nunca pudo interrogar a los que estaban en cárceles rusas).

Conclusión: Stalin quedó hecho un ají picante y mantuvo hasta el final de sus días que Hitler se le había escapado.
Pero tras la muerte de Stalin en 1953, vino en la URSS una época donde prácticamente se negó validez a todo lo que éste dijo e hizo, de modo que poco a poco fue ganando terreno la "versión oficial" de los libros de Historia occidentales, con Hitler suicidándose el 30 de abril de 1945.

Y la única "prueba concluyente" del suicidio la tenían justamente los soviéticos: un trozo de cráneo que los forenses rusos dictaminaron perteneciente a Hitler (aunque Stalin no les creyó nada):


Lo que trajo de nuevo a la palestra todo este asunto es que, hace poco, un equipo científico de la Universidad de Conneticut fue autorizado a examinar el trozo de cráneo. Y concluyeron que no perteneció ni remotamente a un hombre de 56 años (caso de Hitler), sino a una mujer joven de entre 20 y 40 años de edad.
Por tanto, las hipótesis de una fuga de Hitler y su posterior asilo clandestino en España o Argentina, han cobrado validez nuevamente.

Para los libros de Historia, nada cambiará. Tampoco puede Stalin levantarse de su tumba y mostrar el dedo del medio a sus expertos.
Sólo queda el misterio de una siniestra y bien armada farsa, que empezó con un bisturí.

jueves, 16 de junio de 2011

COMO NUEVO


Esta foto data de 1942 y lo que lleva sobre su hombro el soldado es una ametralladora MG-42, equipo del ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial. Esta arma comenzó a producirse precisamente en 1942 y cesó de fabricarse en 1945.

Vuelve a la palestra ahora, debido a un extraño paquete encontrado en el aeropuerto de Vilnius, capital de Lituania.

Resulta ser que, dentro del proceso normal de despacho de paquetes que salen al exterior, llamó la atención uno que parecía salido de una máquina del tiempo. Embalado de una forma que ya no se usa, cubierto de sellos que datan de hace más de sesenta años, el paquete estaba sin embargo perfecto en su apariencia, ni ajado ni con signos de maltrato alguno, como si recién lo hubieran armado.

No sabiendo qué hacer con él, porque no cumplía las formalidades habituales (al menos no cumplía con las formalidades de seis décadas a esta parte),  las autoridades decidieron abrir el paquete de 20 kilos de peso. Y se encontraron con algo así:


La ametralladora estaba embalada y acondicionada perfectamente, con todos sus accesorios y la munición necesaria. Los expertos constataron que no se trata de una réplica y que su estado es como recién salida de fábrica.
El envío estaba dirigido a Alemania, en particular a una dirección que no existe desde hace más de medio siglo. 

Es imposible que este paquete estuviera "perdido" en el sistema postal o en los edificios del aeropuerto, porque toda la infraestructura de correos es muy posterior a las fechas de franqueo del envío.

¿De dónde salió, entonces?

martes, 14 de junio de 2011

ESTO YA NO ES SERIO



A ver si nos entendemos: los asuntos bíblicos no son para improvisados.

Por ejemplo, imagine usted que Moisés y su gente llegaban a orillas del Mar Rojo, perseguidos por el ejército del Faraón. Entonces, cuando los egipcios ya les pisaban los talones y los hebreos necesitaban un milagro......nada.

No se separaban las aguas, no permitían el paso, ni siquiera un amague de abrirse un poquito.
¿Qué iban a hacer los tipos? ¿Esperar el Buquebús? No, no es serio.


Otro caso: la caída de las murallas de Jericó. Como ustedes saben, Josué debía conquistar la ciudad de Jericó, pero se trataba de una ciudad fortificada.
Entonces, Dios habló con él y le explicó lo que debía hacer. Como resultado, ahí se pusieron los hebreos a dar vueltas alrededor de la ciudad durante seis días, haciendo sonar las trompetas.

Ahora bien, supongan que llegamos al final del sexto día y en vez de caerse las murallas....nada.

Ni una rajadura, ni un ladrillo partido, nada. Y encima, los cananeos que les gritaban: "Toquen una de Chicago, muchachos !! No, no es serio.



Por eso, porque no podemos admitir gente improvisada en estas cosas, es que todo el asunto de Harold Camping y sus anuncios del fin del mundo ha pasado de castaño a oscuro.

Harold se mandó la primera en 1994, anunciando un fin del mundo que no se produjo. Salió entonces a decir que se había equivocado en los cálculos, pero que ahora estaba seguro de la fecha: 21 de mayo de 2011.
Marketinero viejo, el hombre se lanzó a convencer gente mediante anuncios publicitarios (cosa que se vio por todo el mundo). Por supuesto, no pasó nada.

Pero el tipo no escarmienta. En vez de quedarse callado (y oculto, porque muchos de los que le creyeron deben querer fajarlo), no se le ocurrió mejor cosa que salir a dar otra fecha: ahora dice que el 21 de octubre próximo se termina el mundo.



Yo no sé en qué boliche para Harold. Pero por favor, no le sirvan más bebida, que el tipo se inventa un fin del mundo a cada rato.

Cosas de yanquis tenian que ser. ¡Como si en este país no hubiera suficientes profetas truchos!
Es más: propongo que les mandemos ya mismo una docena, para que aprendan lo que es bueno.

sábado, 11 de junio de 2011

EL BOSQUE DE LOS SUICIDAS


Al pie del Monte Fuji, símbolo tradicional del Japón milenario, existe un bosque cuyo nombre es Aokigahara, pero que es ampliamente conocido en ese país como "el bosque de los suicidas".

Por motivos que no se entienden del todo, ese lugar es el elegido por gran número de personas (cuya edad media es de unos 30 años) para terminar con sus vidas.  Año tras año, la cifra de personas que se suicidan en ese bosque promedia unos 70 (con picos donde se ha llegado a las 100).

Las cosas han llegado a un punto donde hasta se han colocado carteles por todo el bosque, en algún caso brindando el teléfono de líneas de atención a potenciales suicidas.


Los carteles suelen apelar a la razón y la emoción. Por ejemplo, un texto típico es:

"Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo"

Aún así, no parece que el fenómeno cese o disminuya.

Los sicólogos apuntan sus baterías a la supuesta influencia cultural de un libro publicado en 1960, una novela de Seicho Matsumoto cuyos protagonistas terminan por suicidarse en este bosque. Sin embargo, la pretendida explicación es bastante endeble. ¿Por qué? Porque Matsumoto fue un autor de amplio reconocimiento en Japón y escribió alrededor de 450 títulos a lo largo de su carrera, muchos de los cuales fueron best-sellers y no causaron una reacción semejante.

Además, Matsumoto era un especialista del género policial, detectivesco y de misterio. Por lo cual hay crímenes y suicidios en muchas de sus novelas, no sólo en la que se menciona.

Quienes investigan desde un punto de vista espiritual, indican que el bosque ya era fuente de malas influencias en tiempos pasados. De acuerdo a esto, no pocas familias que padecían hambre y privaciones en el siglo XIX, abandonaron a su suerte a niños y ancianos en este bosque. Con estas acciones, suponen que el lugar quedó maldito.

Lo cierto es que, probablemente, nunca se sabrá la verdadera causa de que este bosque sea el elegido para gente que está decidida a poner fin a sus vidas. A lo mejor, la explicación es más simple de lo que se busca y rebusca: la sociedad japonesa es bastante rígida y masificada.
Este bosque parece ser un sitio donde basta caminar un kilómetro para llegar a una zona agreste y solitaria, donde una persona queda a solas consigo misma. Y, a lo mejor, no les gusta lo que ven en su interior.

(Aclaro que no puse más imágenes en este post porque, realmente, la mayoría de las que están disponibles sobre este tema son bastante desagradables).

miércoles, 8 de junio de 2011

EXCAVADORES INVISIBLES


El municipio de Bernards (New Jersey, USA) es más que tranquilo. O por lo menos lo era, hasta que un vecino se levantó una mañana y descubrió un irregular agujero de considerables dimensiones en el terreno de su casa.

Por supuesto, no se trata de algo tan espectacular como lo que contamos en este otro post. Pero la Policía local determinó, por medio de testigos y vecinos, que los intervalos de tiempo no permitían que persona alguna realizara semejante "trabajo", aún con el auxilio de medios mecánicos. A lo cual debe sumarse el hecho de que nadie vio u oyó nada.




Se dio paso entonces a otros especialistas. Los expertos en explosivos determinaron que no había traza alguna de elementos de ese tipo. Y un equipo científico sondeó la posibilidad de que la causa fuera un meteorito, pero dichos testeos tampoco arrojaron resultados positivos. Tampoco se encontró nada usando detectores de metales. De igual forma, como el tiempo estuvo claro en ese lapso hubo que descartar los rayos u otros fenómenos atmosféricos.

Algún periódico aventuró la hipótesis de un objeto arrojado o caído desde un avión. Pero el problema con esa idea es que no hay restos de nada en el lugar (además de que las dimensiones del objeto hubieran debido ser considerables).

Se quedaron sin ideas, entonces.

En el sitio quedaron dos cosas. Por un lado, un tacho de 150 litros semienclavado, que da idea de las dimensiones del boquete. Y por otro lado, quedó el misterio de algo que parece simple pero no resultó serlo.

¿Vecinos bromistas? ¿Excavadores invisibles? Vaya uno a saber. 

lunes, 6 de junio de 2011

CONDUCTOR, ESTÉ ATENTO A LAS SEÑALES


En algunos países, es común que se coloquen paneles electrónicos móviles al costado de las carreteras, generalmente para alertar sobre embotellamientos, obras, accidentes y sucesos inesperados.
¿Y qué suceso más inesperado que un ataque de zombis?

Por lo menos, eso es lo que debe haber pensado más de un conductor en la zona cercana a Fort Mill (USA) próxima a la línea que separa los estados de North Carolina y South Carolina.

Imaginen la situación.
Ustedes van por la carretera en tren de paseo con su familia, o quizás dirigiéndose a su trabajo, cuando notan este mensaje en un panel:


("Zombis en el área. Corra.")

O quizás este otro:


("Precaución. Zombis más adelante.")

De acuerdo a lo investigado por la Policía local, desconocidos se hicieron presentes en la noche y hackearon el sistema de paneles, por lo cual este tipo de señales se emitieron a lo largo de la autopista 160, convenientemente amenizadas con otras que alertaban sobre la presencia de cazadores y tanques (dispuestos a matar zombis, digo yo).

No es la primera vez que sucede, por lo menos en USA. Ya en otras oportunidades se vivieron situaciones similares en Collinsville (Illinois) y a las afueras de Austin (Texas), como puede verse a continuación:


("Los zombis están atacando")


("Zombis más adelante", infaltable por lo visto)

Por las dudas, yo recomendaría estar atento a las señales.

viernes, 3 de junio de 2011

LA CUEVA SECRETA DE LA CASCADA



Extraño destino el de América, que parece permanentemente condenada a "no existir" hasta que la "descubre" un europeo. Así pasó una vez más, esta vez con la Cascada de Gocta, que un explorador alemán (Stefan Ziemendorff) "descubrió" en Perú en el año 2006

Fiel a la Ciencia, el germano no se contentó con contemplarla, sino que también la midió. Y para su sorpresa, resultó que la cascada era la tercera del mundo por su longitud de caída (detrás del "Salto del ángel" en Venezuela y de  "Tugela falls" en Sudáfrica).

Para los lugareños, que conocen la cascada desde siempre (y que presumiblemente se niegan a pensar que ahora, por haberla visto un explorador alemán, tenga más existencia que antes), nada ha cambiado. A lo sumo, se preguntarán si el intrépido Stefan no correrá la misma suerte que Juan Mendoza.



Cuentan los viejos de la zona que Juan Mendoza era un campesino que vivía en las inmediaciones de la cascada. Hombre ambicioso, pero poco afecto al trabajo (mala combinación), Juan había oído aquí y allá de la existencia de un gran tesoro en las cercanías.

Las historias ancestrales hablaban de una monumental vasija de oro, tan grande que no podía ser transportada ni con ayuda de animales. Y para mejor, la vasija estaba repleta de joyas y piedras preciosas. No parece poca cosa.

Tarde tras tarde, Juan rumiaba sobre el tema en sus pensamientos ociosos. Noche tras noche, intentaba atraerse la confianza de los ancianos para que le dieran datos más precisos. Al final, logró emborrachar a uno de ellos y le sonsacó la ubicación del tesoro, en una cueva detrás de la cascada. Pero también el anciano le dijo que una sirena vivía en la cueva y a ella pertenecía todo.


No es que fuera sencillo llegar a esa cueva secreta, pero la recompensa era suficiente aliciente para Juan. Sólo esperaba que no fuera todo un delirio de borracho, pues esa historia de la sirena ya se pasaba de la raya.

Al día siguiente, sin apenas dormir de pura ansiedad, se encaminó al lugar. Y encontró la cueva, pero más oscura y profunda de lo que había esperado. Ayudándose de sogas, las mismas que le permitieron llegar a la cueva por la pared rocosa, ahora se adentraba en la negra pendiente que presentaba el lugar secreto.

Para su sorpresa, tras mucho recorrer distinguió una luz a lo lejos. ¿Sería una jugarreta de su vista cansada? No, pues se trataba de una luz cada vez más clara a medida que avanzaba. Y finalmente llegó a una especie de claro alumbrado por una misteriosa luz, que refulgía en miles y miles de agujas de cuarzo que había en el lugar.

Y todo era cierto: en medio del claro, una laguna. Y en la laguna, una sirena que reposaba en una roca sobresaliente. Misma roca donde se asentaba la vasija más grande que Juan había visto en su vida, de oro puro, rebosante de joyas por doquier.

Ya seguro de su triunfo, Juan se lanzó a la laguna y nadó hasta la roca con la energía que le dio su ambición desmedida. Asió con sus brazos, que no alcanzaban a rodearla, la vasija. Y cuando tiró de ella para levantarla..... no se movió ni un milímetro.
No importaba. Juan había sido previsor y portaba un morral que le permitiría cargar joyas y piedras preciosas. Ya luego volvería por la vasija, pensó.

Y no tuvo tiempo de pensar más.

Levantó los ojos hacia la sirena y notó que ésta tenía la vista clavada en un punto detrás de él. Y cuando giró la cabeza, vio que los miles de agujas de cuarzo se habían vuelto serpientes, blancas y enormes serpientes que le esperaban amenazantes en la orilla. Estaba sitiado, inmovilizado por un ejército de serpientes. Y allí quedó para siempre, pues nunca se le volvió a ver.



La leyenda de la cueva, la vasija de oro, la sirena y las serpientes, es muy anterior a los tiempos de Juan Mendoza (que vivió en el siglo XIX) y de los ancianos a los que quiso sonsacar información.
Así lo testimonian, como se puede ver en la imagen anterior, las piedras donde están representadas serpientes, que provienen de Kuelap, sitio arqueológico relativamente cercano a la cascada.

La historia estaba presente en la mitología de los chapapoyas, pueblo nativo muy anterior  a los incas (cuyo enclave fortificado en Kuelap les sirvió precisamente  para  repeler a esos conquistadores).

De acuerdo a la leyenda, fueron varios los hombres que cometieron el error que luego padecería Juan Mendoza. No se han conservado sus nombres, pero sí existen  antiquísimas estatuas que les recuerdan, una por cada uno:


Estas estatuas se encuentran a la entrada de enterramientos chapapoyas,  como si los representados estuvieran  en un punto de espera, sin poder irse.

Al día de hoy, la cascada de Gocta es un sitio turístico de poca infraestructura. Y quizás sea mejor así.
No sea cosa que empiecen a aumentar los visitantes que desaparecen por ir tras una vasija de oro.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿SOMOS LO QUE COMEMOS?


En el curso de análisis rutinarios, se ha detectado en USA un huésped indeseable (nada menos que el estafilococo dorado) en la mitad de las muestras analizadas de carne que se vende al público.
Dicha bacteria no es una pavada precisamente: puede causar desde afecciones menores hasta enfermedades mortales.

Un signo adicional de preocupación surgió cuando los expertos determinaron que la fuente de contaminación no provenía ni de la cadena de producción ni de la comercialización: el animal era el que estaba contaminado.

Si esto no fuera suficiente quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias, otro elemento se agregó al desastre: las pruebas de laboratorio determinaron que el estafilococo hallado era resistente a tres clases de antibióticos ante los cuales debía haber sucumbido (y en algunos casos, fue resistente a nueve clases de antibióticos diferentes).


En realidad, se especula con que la resistencia a los antibióticos se origine en el proceso de engorde de los animales, debido a que se agregan precisamente antibióticos a su alimentación para acelerar el crecimiento y robustecerlos.

El estafilococo dorado muere en el proceso de cocción de la carne (siempre que la cocción sea suficiente), pero la contaminación puede persistir durante la preparación de la comida, lo que hace que llegue al ser humano finalmente. Y si la bacteria es resistente a antibióticos, se reducen notablemente las opciones de que disponen los médicos.

El estudio realizado abarcó muestras de carne de vaca, pollo, cerdo y pavo de 80 marcas diferentes.

(A quien se interese por esta clase de temas, le recomiendo la película "Fast food nation", que les dará que pensar).