jueves, 8 de marzo de 2012
ANTHONY Y LAS COINCIDENCIAS
Allá por 1972, faltaba mucho para que Anthony Hopkins, fabuloso actorazo, se hiciera ampliamente conocido por su trabajo en "The silence of the lambs".
En ese entonces, el hombre tenía un ofrecimiento para filmar "The girl from Petrovka" (La chica de Petrovka).
El film estaba basado en la novela de igual título del escritor George Feifer. Y Hopkins ya era por entonces un buen profesional, de modo que decidió comprar el libro y empezar a familiarizarse con la obra y los personajes por su cuenta y lo antes posible.
La cuestión es que o bien Feifer no era un autor solicitado por los lectores o bien era tan solicitado que se vendía rápido (me inclino por lo primero, porque sus novelas eran un plomazo, producto de la Guerra Fría). El buen Anthony recorrió librerías londinenses de aquí para allá y no pudo conseguir un ejemplar de "The girl from Petrovka".
Finalmente, se dio por vencido y se sentó a esperar en un banco del metro, para irse a su casa.
Miró a su costado y vio un libro, abierto y apoyado sobre el banco. No había nadie en los alrededores.
Increíblemente, el libro era "The girl from Petrovka".
Hopkins se lo llevó y comenzó a leerlo. Notó que estaba profusamente anotado en los márgenes, con comentarios acerca de las situaciones y los personajes, notas que le fueron muy útiles al actor para profundizar en la trama y la composición que debía encarar.
Casi dos años después, en plena filmación, Feifer se hizo presente y felicitó a Hopkins por la forma en que estaba llevando a cabo su parte. Y el actor le comentó el episodio del libro y lo útil que le había resultado ese ejemplar encontrado en un banco del metro, justo cuando lo precisaba.
Pero la anécdota resultó más curiosa de lo esperado. Feifer chequeó el libro y reconoció su propia letra: el ejemplar le pertenecía y lo había perdido tiempo antes de que Hopkins lo hallara.
Se puede decir que todo el asunto muestra una sincronicidad casi perfecta: el libro cumplió una misión.
¿Y la película, se preguntará usted?
Digamos que la película no fue un gran suceso. Goldie Hawn hizo lo que pudo, Hal Holbrook hizo lo que pudo, Anthony Hopkins hizo lo que pudo. Pero no hubo caso.
Ni por "casualidad" entraban muchos espectadores al cine.
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12 comentarios:
Órale... qué interesante anécdota.
Ya me dio curiosidad ver la peli.
Esta historia me hizo recordar la de mi primer beso. Quizá un día te la cuente :P
wow! hubieran hecho una pelicula de como buscaba el libro jajajaja
Impresionante serie de acontecimientos. Saludos.
Pensar que hay tantos actores que interpretaron papeles y nunca tuvieron la suerte de encontrarse el libro... Bah, nunca siquiera se molestaron en leerlo...
Interesantísimo e increíble.
Hace años vi como Hopkins contaba esa anécdota "in person", ni me acordaba.
Mu bien!
Esas cosas pasan...poco pero pasan!
Espaciolandesa:
Me despertaste la curiosidad. ¿Intervino la casualidad en tu primer beso? Ya nos contarás!!!
Anónimo:
Creo que una peli sobre ese tema hubiera sido mejor que lo que filmaron, sin dudas !!!!
Saludos.
Manuel:
Son realmente situaciones raras. Las probabilidades de que esto suceda son bien pocas. Por de pronto, de los millones de libros que existen en el mundo, justo fue este título el encontrado. Y después, ni hablemos, aún más raro el encontrar al dueño original.
Va un abrazo.
Radioaficionado:
Espectacular tu comentario, jajajajaja. Y muy válido, a la luz de lo que se ve en los cines.
Un abrazo.
NuMaN:
Realmente, no creo que esta "casualidad" sea factible.
Supongo que habrá otras explicaciones (que vulneran el sentido común, claro está).
Va un abrazo.
No conocía esta historia de don Sir Anthony; increíble realmente.
Nunca vi la película
No te perdiste nada si no la viste.
Una mezcla romanticona-espionaje-bobería.
En cualquier momento, la anuncian como "estreno" en la TV, jajajja
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