sábado, 3 de diciembre de 2011

EL MUSEO QUE LE GUSTARÍA A JAMES BOND


En el post anterior hablamos de las actuales circunstancias de una ex espía medio chambona (Anna Chapman). Pero los servicios de inteligencia han sabido tener operadores bastante más capaces y peligrosos que ella. Además, esos agentes eran provistos con diversos artilugios y aparatos ideados por científicos, tanto destinados a espiar como a liquidar a los agentes contrarios.

Mucho de eso es lo que recoge la muestra permanente organizada por el "International Spy Museum", un museo que, como lo indica su nombre, busca presentar lo mejor del espionaje internacional.



Funciona en la ciudad de Washington y contiene en su exhibición algunos de los más famosos dispositivos usados por espías de todo tipo y procedencia. Abarca desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial hasta las postrimerías de la Guerra Fría, por lo cual estamos hablando (años más, años menos) de unas siete décadas de sigilo, vigilancia y asesinato.


Si bien el museo busca, principalmente, recrear la atmósfera y los usos del verdadero espionaje, también le hizo un lugarcito a los espías de la pantalla grande. Por ejemplo, allí puede verse uno de los tantos coches de las películas del "agente 007".

Se trata de un Aston Martin DB5, con aquellos "chiches" que nuestro amigo James Bond usaba para eliminar a los chicos malos:



Pero creo que la parte más interesante es la que, justamente, exhibe aquellos artilugios reales que alguna vez fueron usados en misiones de las que, posiblemente, nunca sepamos demasiado.

Veamos este extraño guante-pistola (origen: USA, circa 1942-45). Es un arma de un solo tiro, escondida en el interior de un guante. La forma de usarla consistía en apoyar ese percutor que se ve sobre el caño, contra el cuerpo del adversario. Eso dispara el arma:



Otro artefacto interesante es este abrigo-cámara (origen: soviético, circa 1968-72).
Se supone que la prenda de vestir contiene un falso botón (el lente de la cámara) y el espía toma fotos oprimiendo otro control en su bolsillo. Un cable une ambos componentes a través del abrigo:



A continuación, una máquina interesantísima que dio grandes dolores de cabeza a los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de la Máquina Enigma:



Con apariencia similar a una máquina de escribir portátil, se trataba en realidad de un ingenio electro-mecánico que servía para cifrar y descifrar mensajes. Su origen es alemán y data de la década de 1930.

En realidad, las máquinas Enigma fueron sucesivamente perfeccionadas por los científicos alemanes e, incluso, distintas versiones eran usadas por la Marina, la Aviación y el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial.

Los esfuerzos por descifrar el código usado por las máquinas abarcaron varios años y diversos sucesos, desde el trabajo de matemáticos y criptógrafos aliados hasta la captura de algunas versiones de la Enigma presentes en buques y submarinos.

A continuación, lo que no debe faltar en la cartera de toda chica espía: un mortal lápiz labial.



En realidad, bajo la apariencia de un inocente labial, lo que vemos allí es un arma de un solo tiro. Basta girar apropiadamente el lápiz para disparar un proyectil (de corto alcance, pero efectivo).

Que conste, además, que no sólo los humanos han espiado con sigilo. Y si no me creen, vean esta especie de "paloma-cámara":



Muy utilizadas durante la Primer Guerra Mundial (y menos en la Segunda) como mensajeras, las palomas también cumplieron funciones como fotógrafas involuntarias de las posiciones enemigas.
Se las entrenaba para volar sobre trincheras y la cámara automática hacía el resto del trabajo.

Lo que sigue a continuación es algo indispensable en el placard de todo asesino elegante: el paraguas para envenenar.



Este artefacto no sólo protege de la lluvia, sino que permite, a través de un ingenioso dispositivo, la inyección de pequeñas cápsulas en el cuerpo de algún pobre infortunado.
Su origen es soviético y data de los años '70 aproximadamente.

Con uno de estos paraguas es que fue asesinado el escritor búlgaro disidente Georgi Markov en 1978.
Markov se encontraba en Londres, ciudad en la que se había exiliado. Esperaba un bus para ir a su trabajo, cuando de pronto sintió un pinchazo en una pierna. Al darse vuelta, alcanzó a ver un hombre con un paraguas que se retiraba del lugar. Tres días después estaba muerto.

La autopsia determinó que había sido envenenado con un compuesto de ricino y fue encontrada en su pierna una minúscula cápsula metálica, forma en la cual ingresó al organismo el veneno.

Para el final, dejé expresamente esta imagen que les recordará a Maxwell Smart:



Debo aclarar que no se trata del archifamoso "zapatófono", pero verdaderamente se le parece (en aspecto y en función).
Lo que se ve oculto en el taco del zapato es un radio-transmisor, que permite conocer la posición de agentes propios o enemigos (según quién lleve el zapato puesto).

Casi me parece escuchar una voz que dice:

"Hola, jefe, habla Max".

8 comentarios:

Rosa dijo...

¡Cuantas curiosidades y cuantos inocentes aparatitos!.
Quien iba a decir donde se camuflan algunos artilugios, ¿verdad?.
¡Ay cuanta mente pensante hay por el mundo!.
Besos.

El radioaficionado dijo...

Buenísimo.
Es importante ver cómo cosas que uno ve en películas de espionaje y cree que en la vida real no existen, de verdad existen!

Quiero un Aston Martin!!

pelado1961 dijo...

Rosa:

Algunos de estos aparatitos son obra de gente ingeniosa....y bastante loca !!!
No quisiera yo que usen el paraguitas ese contra mi persona, jajajjaja

Beso.

pelado1961 dijo...

Radioaficionado:

El creador de James Bond había sido espía en sus tiempos, de modo que conocería bien algunos de estos artilugios.
Y no quiero ni pensar en las cosas que deben usar hoy en día !!!!

Saludos.
PD: yo me anoto también con el Aston Martin (aunque venga con el equipo estándar y nada más)

Mariolo dijo...

Me encantó este museo para visitarlo

pelado1961 dijo...

Realmente, estaría bueno "espiar" este museo, jajajajjaja

Anónimo dijo...

Que bueno que existan museos de ese tipo, la próxima vez que puede ir a Washington sin duda le pegare una visitadita. Saludos Pelado.

pelado1961 dijo...

Ernesto:

Si vas, espero que subas un post al respecto, para ver cómo era el mundo del espionaje.

Va un abrazo.