martes, 19 de mayo de 2009

LOS "ILLUMINATI"


De estreno por estos días, la película "Angeles y demonios" (basada en el libro de Dan Brown) muestra una conspiración que ataca al Vaticano y al Papado, cuyos responsables serían los integrantes de una sociedad secreta: los Illuminati.

Siempre de acuerdo a la película, los Illuminati habrían tenido entre sus filas históricas a muchos científicos, algunos de los cuales fueron salvajemente reprimidos por la Inquisición y, debido a ello, la sociedad buscaría venganza contra la Iglesia.

No hay mucho que objetar al film, que resulta un thriller entretenido y bastante movido. Pero la historia real de los Illuminati es, para quien se interese por ella, bastante diferente.

Todo empieza el primero de mayo de 1776 o, para ser más exactos, en la noche que va del treinta de abril al primero de mayo: allí se produce la fundación de los Illuminati (conocidos también como "los perfectibilistas" o "Iluminados de Baviera") en la ciudad de Ingolstad (Alemania).

Quien ha pasado a la historia como responsable de la fundación es Adam Weishaupt, de quien vemos un retrato a continuación:



A diferencia de los Rosacruces, de cuyo fundador (Christian Rosenkreuts) todavía se discute si existió realmente o no, la identidad de Adam Weishaupt está bien establecida.
Era nada menos que catedrático de Derecho Canónico en la ciudad de Ingolstad.

Weishaupt tenía origen judío, pero cuando su padre falleció fue acogido por un tutor que le hizo ver las ventajas de convertirse al cristianismo. Ingresó a un colegio jesuita luego de su conversión, donde destacó por su inteligencia y memoria. De allí siguió directo a la Facultad de Derecho y ya a los veintisiete años de edad era catedrático.

Los miembros fundadores de los Illuminati estaban vinculados, pues, a la Universidad de Ingolstad. Unos pocos profesores, unos pocos estudiantes y nada más.

Pero poco tiempo después, ya habían fundado logias en Alemania, Austria, Suiza, Francia, Hungría e Italia. Y sus filas estaban formadas por nobles, políticos y profesionales liberales en su mayoría: sólo quedaban unos veinte estudiantes.

De todas formas, al cabo de unos pocos años de existencia, la sociedad fue puesta fuera de la ley, por edicto del Príncipe Elector de Baviera, a quien vemos aquí:



Weishaupt marchó al exilio y muchos miembros de la Orden fueron perseguidos y arrestados.
¿Por qué las autoridades habían reaccionado de esta forma?

Sucede que en 1784, fueron revelados los planes más secretos de los Illuminati, a partir de una simple casualidad: un mensajero de Weishaupt murió abatido por un rayo.
Se trataba del abad Lanz, cuyo cadáver fue llevado a una capilla por los lugareños y preparado para su entierro. Revisadas sus ropas, se encontraron entre ellas una serie de documentos que hablaban de proyectos de dominación mundial.

Alertada la Policía, la investigación siguió su curso indefectible hacia los Illuminati, que pretendían derribar a todas las monarquías de Europa, suplantándolas por gobiernos controlados por la Orden.
Dado que la corte bávara publicó los documentos hallados, pronto los Illuminati se vieron en problemas en todas partes. Pero el asunto, con la prohibición y los arrestos, se dio por terminado.
Oficialmente, pues, la Orden había sido disuelta y destruída, a la vez que su fundador se vio obligado a permanecer en el destierro.
¿Fin del asunto? Hay quienes opinan que no.

Para empezar, hay que entender claramente una cosa: las sociedades secretas, una vez expuestas o perseguidas, suelen volver a las sombras bajo otros nombres y con una organización clandestina.

En el caso de los Illuminati, la propia fecha de su creación es llamativa: la noche que va del 30 de abril al 1º de mayo es la noche de Walpurgis, antiquísima festividad que aún se celebra en algunas regiones del centro y norte de Europa.
Muchos estudiosos del esoterismo le dan una connotación luciferina y afirman que los Illuminati representan un intento de penetrar gobiernos y organizaciones para imponer fines satánicos.

En ese sentido, indican que uno de sus continuadores fue Albert Pike (1809-1891), a quien vemos en esta imagen:


Albert Pike tuvo una vida bastante pintoresca. Fue maestro de escuela, abogado y militar. Combatió a favor del Sur en la Guerra de Secesión estadounidense, pero diversos entredichos hicieron que casi terminara fusilado por traición.
Al final de la guerra, se encontró con que no tenía la confianza ni de sus compañeros de armas ni de los contrarios (que habían resultado vencedores).

Más allá de ser sindicado como un miembro prominente del Ku Klux Klan de la época, se dijo que era cabeza de los Illuminati y que había logrado uno de los sueños de Adam Weishaupt: infiltrar la Masonería profundamente.
Lo cierto es que Pike alcanzó el grado más alto en la Masonería de EE.UU. y existe un texto suyo que avala la misión de Lucifer como "portador de luz" para el hombre.

Pero aún más impactantes resultan una serie de cartas que Pike dirigió a Giussepe Mazzini, la importante figura de la unificación italiana.
En ellas se encuentran delineadas, sin ninguna duda, tres guerras mundiales que habrían de ser provocadas por la acción de los Illuminati:
  • Una primera que "permitiría derrocar el poder de los zares en Rusia y transformar ese país en la fortaleza del comunismo ateo necesaria como una oposición controlada..."

  • Una segunda donde previamente "se apoyará a los regímenes europeos para que terminen en dictaduras que se opongan a las democracias y provoquen una nueva convulsión mundial..."

  • Y una tercera que, según se afirma, "se desatará a partir de los enfrentamientos entre los sionistas políticos y los dirigentes musulmanes".
Diversos teóricos de las conspiraciones afirman que estas cartas se encuentran actualmente en los archivos de la biblioteca del Museo Británico, pero que están retiradas de los documentos públicos.

También indican que los Illuminati controlan grandes corporaciones privadas y, más aún, gobiernos enteros. Para ser más exactos, afirman que la famosa sociedad secreta "Skull & Bones" (creada en el ámbito de la Universidad de Yale hacia 1832) no sería otra cosa que la resurrección de la Orden original.

En ese sentido, los Illuminati irían por buen camino si eso es cierto: varios presidentes estadounidenses, entre los que se cuentan George Bush padre y su hijo George W. pertenecen a dicha sociedad, así como empresarios, jueces de la Suprema Corte y senadores (John Kerry entre ellos).



Todo lo cual deja bastante "chiquitos" a los Illuminati de Dan Brown (unos aficionados, como quien dice).

5 comentarios:

Mariolo dijo...

Varias cosas.
Que aún no he visto la película, seguro iré cuando apaguen la luz ... jaja
Y que, cuando la comentara, iba aescribir algo de esto. Pero no era ni la 20ª parte de esto. Osea, me salvó el futuro post, jajaja.
Gracias.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

La película es buena, te va a gustar con seguridad.
Y te aseguro que da para varios comentarios más, así que espero el tuyo.
(Después me contás si te gustó más o menos que "El Código Da Vinci", a ver si coincidimos)

Un abrazo!!

Adolfo Calatayu dijo...

Continuando la línea de Mariolo (ya no es mas Batimariolo?),también consigno que aún no ví la peli,creo que este fin de semana nos vamos de cabeza al cine.
Por otro lado,que tremendo informe Pelado !!! dejá algo para los demás Mastercarddddddd me dieron ganas de escribirte lo que decía Stevie Ray Vaughan cuando escuchaba tocar a Buddy Guy,que le daban ganas de estar en otro negocio jajajajaja
un abrazote amigoooo

Mariolo dijo...

jaja, Adolfo, sigo siendo el BatiMariolo, pero por una cuestión de Blogger, qu eme tiene como Mariolo, no me mato en cambiarlo.

Ayer fuimos al cine, la vimos, me gustó, comento en el finde.
Saludos

pelado1961 dijo...

Pienso que la peli no está nada mal, Adolfo.
Un buen thriller, más movido que "El Código", eso sí.
En cuanto al informe, me alegro que haya sido de tu agrado (a mí me apasionan ese tipo de cosas).

Va un abrazo!!